Religión

En Cuaresma cambiemos la historia

El Obispo de San Justo, Mons. Baldomero Carlos Martini, le recordó a su feligresía y a todos lo que buscan con sinceridad lo Verdadero, lo Bueno y lo Justo, que éste es un tiempo privilegiado para cambiar la historia: la personal, la familiar y la nacional.

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Convertirnos para ser discípulos y misioneros

Se trata de la Carta Pastoral de Cuaresma 2009 que escribió monseñor Carlos Franzini. El trabajo de conversión personal y comunitaria debería disponernos a llevar la luz del Evangelio a esta realidad que hemos reconocido, encarando una pastoral que responda a los desafíos que nos presenta dicha realidad. El 20 de abril el obispo diocesano viaja a Roma con motivo de la visita ad limina al papa Benedicto XVI.

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Las metáforas de la Catedral

Homilía pronunciada por el Obispo, Mons. Carlos María Franzini, en la misa celebrada en la Iglesia Catedral con ocasión de la Fiesta Patronal de la ciudad, el 24 de octubre de 2008: 127 º aniversario de Rafaela. El “modelo Rafaela”, tan mentado y promovido dentro y fuera de la ciudad sólo será verdadero cuando pueda dar muestras de esta mirada integral de “progreso”.

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Bergoglio: las cosas cambiarían si aprendiéramos a escucharnos

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, consideró que en la familia, el trabajo, el barrio y el país cambiarían las cosas si los argentinos “aprendiéramos a escucharnos”, ante los cientos de miles de personas que participaron de la misa central de la 34ª peregrinación juvenil a pie a la basílica de Nuestra Señora de Luján.

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San Nicolás: se vive un fuerte espíritu mariano

Se resume en el misterio mariano que desde hace 25 años son los mensajes recibidos por una mujer sencilla de la ciudad de San Nicolás: Gladys Quiroga de Motta, fruto de una revelación privada. No se pueden pasar por alto dos cosas en clave cristiana: el fervor popular porque superó las expectativas previas (se hablaba de 500.000 personas) y el secreto de esta revelación privada a una mujer que no contaba con ninguna formación teológica ni bíblica.

Por Emilio Grande (h.)

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