Un llamado a la solidaridad: por más y mejor justicia laboral en Rafaela

Por Pablo César Possetto.- Mientras como sociedad pedimos justicia y soluciones frente a las problemáticas graves que se registran a nivel nacional, en muchos casos nos estamos olvidando de mirar o atender las realidades preocupantes que se registran a nuestro alrededor. En Rafaela pasan cosas que deberíamos cambiar, lo cual resulta posible en la medida en que cada uno de nosotros agudice los esfuerzos que ya se están realizando desde todos los sectores en este sentido. Hablo del servicio de justicia que se brinda desde el Juzgado Laboral con sede en nuestra ciudad, el cual tiene la función central de garantizar el respeto de los derechos de aquellos integrantes de nuestra sociedad más desprotegidos, sin exponer a injusticias a los sujetos que son objeto de reclamos judiciales en esta materia. Según se ha podido constatar durante los últimos tiempos, este servicio tan trascedente, presenta deficiencias graves. De hecho, comenzando por lo básico, se debe destacar que la 5ta. Circunscripción Judicial con sede en Rafaela, contando con una cantidad de empresas que en proporción con las restantes es superior, lo cual provoca como lógica consecuencia que se registren mayores niveles de conflictividad en materia laboral, ha sido la última en contar con un Juzgado con competencia exclusiva en esta materia, lo cual provocó postergaciones y afecciones para los sujetos implicados. Una casualidad? Nadie puede afirmar con certeza otra cosa, pero lo que sí se puede confirmar es que con los Juzgados de Fuero Pleno (con competencia Civil, Comercial y Laboral), abarrotados de juicios y sin las herramientas necesarias, los procesos laborales (al igual que el resto de los trámites), durante los últimos tiempos, presentaron demoras alarmantes, con el consiguiente perjuicio para las partes y para quienes trabajamos en el marco de los mismos. Después de una gran lucha, llevada a cabo desde diferentes organizaciones de esta ciudad (tales como el Colegio de Abogados de Rafaela, la Delegación Rafaela de la CGT y muchas otras entidades), se logró que llegara a Rafaela el Juzgado Laboral, y parecía que todo comenzaba a cambiar para bien. No obstante, luego de un principio auspicioso, comenzaron a observarse situaciones que fueron afectando la calidad de servicio. Las autoridades judiciales dispusieron la remisión de todas las causas laborales que tramitaban en los Juzgados Civiles, al Juzgado Laboral en el estado en que se encontraban, lo que ocasionó que este último viera afectado sensiblemente su funcionamiento. Esta decisión, seguramente sustentada y adoptada con muy buena fe, generó una situación muy especial desde que, descongestionando los Juzgados Civiles, y dándoles así las posibilidades de mejorar su trabajo, produjo demoras en los trámites laborales afectando a los trabajadores. De hecho, esto motivó el inicio de un proceso de mora judicial que afecta a “todos” y atenta contra la justicia como modo de solución pacífica de conflictos, motivando que se registren situaciones que violentan derechos humanos fundamentales (especialmente de los más desprotegidos, pero también del resto de las personas que tienen vinculación con esta realidad). Sólo para dar un ejemplo, sustanciar un juicio ordinario en primera instancia en los tribunales Civiles (incluyendo el dictado de la sentencia), puede demandar, actualmente, entre uno y dos años, mientras que un proceso laboral, demora entre cuatro años y medio y cinco años; es decir más del doble, sólo en primera instancia. También se observa que las instalaciones del Juzgado Laboral parecen no adecuarse para el servicio que se pretende brindar: se dispuso instalar el mismo en un segundo piso, al cual solo se accede por una escalera de menos de un metro de ancho, sin que alguien se percatara, antes de tomar la decisión, que a este Juzgado concurren personas que problemas de salud (incapacidades laborales), y que en estas condiciones muchas veces tienen serias dificultades para acceder al mismo. Para algunos podrá parecer un tema menor, pero no deja de ser una situación que genera conflictos. Además, considerando el actual cúmulo de trabajo, el espacio físico donde funciona la mesa de entradas es insuficiente, lo que dificulta notoriamente la tarea de funcionarios, empleados y colegiados, y afecta notoriamente a las partes del proceso que concurren al Juzgado por diferentes razones. Asimismo, el Juzgado no cuenta con espacio físico (oficinas y despacho) apto para realizar las muchas audiencias que se van programando día a día, cuyo número además se incrementará sensiblemente con el paso del tiempo, lo cual genera que con habitualidad, el propio Secretario del Juzgado, deba ceder su oficina para que se realicen audiencias, lo que lo obliga a deambular buscando un lugar donde poder trabajar, si es que realmente alguien puede trabajar en esas condiciones. Este déficit obliga a acotar la duración de estos actos procesales más allá de la razonable, afectando así la calidad del servicio que se está brindando. Aparece asimismo otro gran inconvenientes: el Juzgado sólo cuenta con tres empleados para tomar las audiencias y trabajar con los expedientes en trámite, lo que provoca que los mismos se vean obligados a realizar sus tareas como pueden, con lo poco que tienen, en doble turno, sometidos a un importante desgaste y a niveles de stress que terminan afectándolos y perjudica también a los trabajadores que concurren al Juzgado en busca de soluciones, quienes necesitan y merecen respuestas rápidas, como así también a los demandados, y a los abogados que los representamos. El Juzgado tiene herramientas importantes para palear este déficit? La respuesta es no. Sólo cuenta por el aporte de algunos jóvenes que realizan pasantías, y que desde su lugar contribuyen valiosamente para el servicio de atención al público, lo cual igualmente resulta insuficiente. Debemos agregar además que en el caso en que se interponen recursos (es decir en la mayoría de los supuestos donde se dictan sentencias en primera instancia), y los expedientes pasan para ser analizados por la Cámara de Apelaciones, las partes deben esperar al menos un año para obtener una sentencia, debido a la cantidad de trabajo que dificulta el funcionamiento de este órgano de control. Recordemos al respeto que la Cámara solo cuenta con una Sala que atiende “todas” las materias, lo cual genera dificultades para dar respuestas más rápidas a la mora existente, desde que los Jueces, funcionarios y empleados tienen que multiplicar sus esfuerzos para tratar de dar respuesta a una demanda de trabajo que también en este caso es desmedida. En este contexto, el panorama es desalentador y hasta frustrante para cualquiera de las partes y para los Jueces, funcionarios y empleados del Juzgado, en especial para los trabajadores demandante, que en la gran mayoría de los supuestos cuentan con escasos ingresos o recursos Esta situación, más allá del esfuerzo que todos realizamos, lamentablemente propicia y es funcional a la proliferación de acuerdos entre las partes cuyos términos acepta el trabajador sólo para acceder a satisfacer (aunque sea en parte), sus necesidades más básicas y las de su grupo familiar. Entonces el acuerdo ya no es la solución para la percepción de sus créditos laborales, sino el mal menor ante la inevitable morosidad judicial. En síntesis, son los que menos tienen, porque poseen necesidades básicas y esenciales insatisfechas, que deben cubrir con urgencia, los principales afectados por la mora judicial.
Con esta realidad, hay perspectivas de que las condiciones cambien? Claramente la respuesta es negativa. Seguramente todos los operadores del sistema (funcionarios, empleados del poder judicial y abogados), que ya estamos haciendo esfuerzos denodados para tratar de cumplir con nuestras tareas de manera eficiente y honesta, podremos continuar haciendo aportes a fin de alargar la agonía, pero inexorablemente, si no se realizan cambios de manera inmediata, la situación se agravará indefectiblemente tornándose en altamente preocupante, afectando siempre, en mayor medida, a los que menos tienen, pero también perjudicando a todos los que intervenimos en juicios laborales. Se puede hacer algo en forma inmediata para mejorar? Algunos piensan que se pueden dar soluciones similares a las brindadas en Rosario y Santa Fe para descomprimir la tarea del Juzgado, realizando audiencias sin la participación de ningún funcionario o empleado del Juzgado, en los lugares donde se pueda, con la sola participación de las partes y sus letrados. Se sostiene que si se puede hacer en otros lados, también deberíamos hacerlo en Rafaela. Creo que proponer soluciones en esta línea, brindando paleativos al tema de la mora, ocasionaría una pérdida sensible de calidad del servicio sin mejoras sustanciales para los sujetos que acuden al mismo. No podemos admitir que se nivele para abajo, pues esto generará más precariedad en el servicio, afectando a todos (en especial a los más débiles): Ante esto, muchos se preguntan: y para comenzar, hay que invertir mucho? También en este caso, paradójicamente, la respuesta es negativa. En principio, por ejemplo, con solo comenzar buscando un nuevo lugar físico para que se pueda trabajar decentemente, e incorporar al menos dos empleados y un relator, se pueden acelerar los tiempos y mejorar la prestación que se brinda. Es decir que ni siquiera estamos hablando de grandes cosas, sino tan solo de pequeños pasos hacia adelante. Después, habrá tiempo para avanzar con la creación de un nuevo Juzgado, lo cual no puede postergarse por mucho tiempo más, pero al menos adoptando este tipo de medidas, de forma urgente y sin mayor impacto en el presupuesto de la provincia, se estaría brindando una gran ayuda. En este marco, hago llegar a los todos los estamentos de nuestra sociedad, y las organizaciones que representan a las distintas partes vinculados con esta problemática, este llamado a la solidaridad: por favor, incrementemos los esfuerzos, en la forma señalada o en la que mejor se interprete, para ayudar a “todos” los interesados, en especial a los “más débiles”, pues de otro modo vamos a tener una sociedad cada vez más injusta, con la consiguiente violencia que esto genera. Entiendo que es sencillo, con muy poco se puede empezar. Por favor hagamos algo para ser más humanos y trabajemos para que se haga justicia!!!

Abogado del foro rafaelino, Matrícula Folio Nº 64, Tomo I, Expte. Nº 5-276.

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