“¿El periodista es comunicador, porque está en vía de extinción…?”

Así opinó Edgardo Peretti durante la charla sobre la vocación periodística, organizada por el Círculo de la Prensa de Rafaela. Aconsejó a los jóvenes a retomar la lectura, formarse para ejercer el periodismo cambiante por las nuevas tecnologías y que los medios les den espacio para trabajar.

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Por Emilio Grande (h.).- En la tarde-noche de ayer, Edgardo Daniel Peretti ofreció una conferencia sobre “Vocación periodística”, organizada por el Círculo de la Prensa de Rafaela, con acceso libre, a través del facebook del CPR, en el marco del ciclo de charlas 2021.

La actividad fue moderada por Carina Ortiz, actual presidente de la institución, y contó con el auspicio de los diarios Castellanos y La Opinión, Rafaela TV Móvil, UCSE DAR, UCES, Sociedad Rural de Rafaela, CCIRR, Sindicato de Luz y Fuerza Rafaela y CFP N° 5 “Eva Duarte de Perón”.

“¿Qué es la vocación periodística? ¿Cómo descubrimos una vocación? No todos pueden trabajar en esta actividad. Soy de una generación sin formación universitaria y de formación barrial; luego me sumé al Centro de Formación Laboral Eva Perón con Gabriel Ruggia. Hoy no se puede soslayar la formación universitaria y después está el trabajo periodístico en la calle”, arrancó Peretti.

Y agregó: “La pandemia cambió el mundo, una estructura que se desarmó en la coyuntura, no sé si bien o mal; la realidad pasa por encerrarnos, vacunarnos, clases por internet. El replanteo es si el periodista es comunicador. El periodista está en vía de extinción, busca elementos, pero necesita la técnica. El comunicador tiene todas las pantallas, el disenso es comunicar con el periodismo o sin hacer periodismo; si no hay medios no hay periodismo. El estudiante necesita trabajar y las empresas tienen sus problemas en la parte publicitaria”.

Aprovechó para recordar al periodismo romántico de Alberto Garmendia, Raúl Armando, Nilo Peretto (sigue ejerciendo), quienes iban a los juzgados y a las fiscalías. “La lectura es la base del periodismo, la formación de todos los niveles y los idiomas. Rafaela tiene una rica historia con 2 diarios, decenas de radios, 2 canales; entonces hay que abrir la puerta a los jóvenes”.

Preguntas realizadas

Edgardo Peretti y Carina Ortiz durante la actividad.

Después de la exposición, Ortiz le preguntó sobre la historia de los medios locales, respondiendo que “Emiliano Cerdán (primer presidente del CPR) era un componedor entre La Opinión y Castellanos; al Círculo me sumé por invitación de Antonio Terragni.

La primera radio fue LT28, después vino la revista Cartel con Juan Pablo González, Orientación Empresaria. En 1983 aparecieron Rafaela Canal 2, radios, otro sistema de cable, infinidad de FM y webs. No podemos vivir de recuerdos, hay que imitar lo bueno y evitar lo malo. Hay que abrir lugares para los jóvenes en los medios”.

Sobre cómo se modificó el periodismo, Peretti aclaró que “la inmediatez es compleja, el periodismo del futuro tiene que ser local, salir a buscar la información lleva tiempo, hay que ir a la calle y pisar el barro. Hay que estar con los humores y los climas ajenos. El periodista es un ser humano que sale a trabajar y me gustaría ver a jóvenes que me desafíen”.

“El periodismo -añadió- me dio de comer y también pasé hambre. Nadie se hace millonario por derecha y no somos los dueños de la verdad. Omar Vecchioli (ex camarista fallecido) solía decir que detrás de cada verdad hay una familia que sufre; si nombramos gente a nadie le gusta. Somos un laburante más y tenemos la misma responsabilidad que el chofer del minibús. El periodista tiene que ser respetuoso y no somos quién para enjuiciar a nadie”.

En otro momento de las preguntas, contó que “empecé a escribir en la revista Cartel con Juan Pablo González en 1978, Víctor Hugo Fux me llevó a La Opinión a fines de 1979 (estuvo 26 años), de 1983 en la televisión hasta 2002 y ahora volví con Pedro Ulman en Next TV. La TV te da fama y me puteaban por teléfono. En La Opinión me formé con Elda Massoni y Roberto Actis; Rafael Actis caía a la Redacción (suegro de Emilio J. Grande), quien me aconsejó que nunca me olvidara de escribir bien los nombres de las personas. Cuando pasamos con el sistema offset para usar más cantidad de fotos, Renaldo Actis pidió que nombráramos la mayor cantidad de gente”.

“El periodismo -añadió- es una pasión y no te alejas de la realidad. En cambio, la literatura me permite volar, llevo escrito 19 libros, se viene el 20, y vale todo. Pero extraño la adicción a la Redacción”.

También mencionó  a los jóvenes que fueron apareciendo en su momento en La Opinión como Claudio Gianetti, Darío Gutiérrez, Emilio Grande (h.), Germán Sánchez, Pedro Ulman, Paulo Miassi, entre otros. “Si el diario no se reinventa en lo local, las nuevas generaciones no le van a prestar la atención. Lo macro pasa en Buenos Aires”, para agregar que “no hay libertad de prensa, hay libertad de empresa, sujeto a los avisos, pero no tienen obligación de mentir y estafar a nadie, siempre con verdad y respeto. La tentación es evitar el ego”.

Respecto a la experiencia durante tantos años en los medios, aclaró que “nunca transmití un partido de primera división en fútbol. En 1989 empezó el profesionalismo con Atlético en la B Nacional; ahí conocimos lo que eran las canchas de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires”.

El disertante nació en Rafaela en 1958. Es periodista, escritor y docente de periodismo.

Ex prosecretario de Redacción del diario La Opinión, ex presidente del Círculo de la Prensa de Rafaela, ex presidente de ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados), ex director general de Prensa y Protocolo del Consejo de la Magistratura de la Nación. La actividad periodística actual es colaborador del programa «La última pregunta» en canal 2 de Next TV.

Publicó varias novelas, la última de reciente aparición es “Fiolo fracasado”. Otros libros del autor son: “Félix, el sacristán del Diablo”, “El faro de Lehmann”, “Karlovich  Karlovich”, “El 54”, “Colorado Ayacucho”, “Don Sema”, “Nunca le ganamos”, “El arco de la esperanza”, “El velorio del tío Pedro”, “La oscura existencia del Bayo Pellegrini”, “La lonja” y “Estación Romilda”.

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