¿Qué se juega en las elecciones PASO 2023 en Santa Fe?

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. El voto es una de las herramientas de la democracia para premiar y castigar a los que se postulan en los diferentes cargos electivos.

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Por Emilio Grande (h.).- A partir de la elección primaria de este domingo empieza a definirse el futuro de la provincia de Santa Fe en materia institucional, política y republicana de los próximos años, estando en juego dos modelos: continuar con el fracaso del justicialismo con Perotti a la cabeza o buscar alternativas en la oposición.

Un total de 2.843.155 santafesinos podrán votar con el sistema de boleta única en papel entre 17.804 precandidatos de 8 frentes que se inscribieron en el Tribunal Electoral. En estas PASO serán elegidos los candidatos de seis categorías: gobernador, 19 senadores (entre ellos el departamento Castellanos), 50 diputados, 46 intendentes (hay 5 candidatos en Rafaela), 217 concejales (se renuevan 5 bancas en la ciudad) y 305 presidentes comunales. Luego competirán en las elecciones generales del 10 de setiembre los que ganen las internas y los que van solos, siempre y cuando lleguen al 1,5% del padrón electoral.

La gestión municipal lleva 32 años con el mismo signo político (Omar Perotti y Luis Castellano 3 mandatos cada uno, y 2 de Ricardo Peirone), lo que ha producido un desgaste lógico de la hegemonía en el poder. La historia muestra que nada es eterno y en algún momento habrá alternancia como ocurrió en la provincia de Santa Fe y en el gobierno nacional. Es sano para la vida democrática.

Por este motivo, es muy importante que la ciudadanía vote responsablemente no tanto con el corazón sino con un discernimiento sobre los candidatos, teniendo en cuenta su trayectoria, sus proyectos, su idoneidad profesional y la defensa de la vida.

Como ocurrió en elecciones anteriores otra vez se violó la ley electoral que prohíbe durante 15 días previos a la fecha fijada para los comicios la realización de actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo, la realización de todo acto de gobierno que pueda promover la captación directa del sufragio a favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales. Esta violación se produjo en los gobiernos provincial y municipal.

A decir verdad, hubo pocas propuestas electorales, menos aún no se conocieron las plataformas de las diferentes agrupaciones políticas, ni tampoco se produjeron debates entre los principales candidatos a gobernadores e intendentes.

En este programa de radio tuvieron espacio los precandidatos a intendente y a concejal con libertad de expresión, a excepción de Luis Castellano, quien no aceptó la invitación.

Los proyectos expuestos son: seguridad en los barrios y el cementerio municipal, crisis sanitaria, inclusión social, trabajo, viviendas, mejorar el caótico tránsito, las denuncias del SEOM y los empleados municipales sobre abusos de poder y parque automotor en muy mal estado, resolver el crematorio, entre otros.

En este contexto de análisis, la votación es un hecho moral complejo. No es suficiente elegir por simpatía, por afinidad ideológica, por las promesas electorales. Ser responsable quiere decir poder responder con nuestro sí a la construcción de una sociedad mejor, sostuvo hace unos años el presbítero rafaelino Hernán Pérez Etchepare, director de la revista mensual “La liturgia cotidiana”.

Hagamos valer el voto de manera responsable con candidatos que impulsen proyectos con valores basados en la verdad, la honestidad y la innovación. No nos cansemos en reclamar proyectos de inclusión para la provincia y la ciudad. El voto no es el único instrumento para ejercer la democracia, pero es importante votar a candidatos por su trayectoria y principios. Tenemos que votar con libertad de conciencia a los candidatos que defiendan la vida desde la concepción hasta la muerte natural, buscando siempre el bien común por encima de los intereses particulares, sectoriales y corporativos. El voto es una de las herramientas de la democracia para premiar y castigar a los que se postulan en los diferentes cargos electivos.

También hay que participar en los distintos niveles sociales, políticos, culturales, religiosos para cambiar a los que están atornillados en el poder.

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