Presentan el tercer tomo del libro “La verdad los hará libres”

Se trata de miradas, argumentaciones y horizontes de académicos e intelectuales argentinos y extranjeros. Complementa a los tomos 1) “La Iglesia Católica en la espiral de violencia en la Argentina 1966- 1983” y 2) “La Conferencia Episcopal Argentina y la Santa Sede frente al terrorismo de Estado 1976-1983”.

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Por Emilio Grande (h.).- El jueves último fue presentado el tomo 3 del libro “La verdad los hará libres”, aportando miradas, argumentaciones y horizontes de académicos e intelectuales argentinos y extranjeros, durante un acto en el auditorio Monseñor Derisi, edificio Santo Tomás Moro de la Universidad Católica Argentina (UCA) en Puerto Madero, contando con la participación de los editores, autores e invitados especiales, entre ellos los obispos Jorge Lozano (San Juan), Santiago Olivera (castrense), Gustavo Carrara y Joaquín Sucunza (auxiliares de Buenos Aires).

Recordemos que “La verdad los hará libres” es una investigación sobre la actuación de la Iglesia Católica en los procesos de violencia y terror sucedidos en la Argentina entre 1966 y 1983. Fue dirigida por la Facultad de Teología de la UCA y realizada por pedido de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), a partir de una investigación de documentos de archivos de la Iglesia desclasificados para esta obra por autorización del papa Francisco en la CEA, la Nunciatura en Buenos Aires y el Vaticano.

Los tomos 1) “La Iglesia Católica en la espiral de violencia en la Argentina 1966- 1983” y 2) “La Conferencia Episcopal Argentina y la Santa Sede frente al terrorismo de Estado 1976-1983” fueron presentados el 18 de abril pasado, también en la UCA. En Rafaela fue presentado el 31 de julio en el Sindicato de la Carne, ante un centenar de asistentes, a cargo de los doctores Antonio Grande (párroco de Frontera y Josefina), quien estuvo el jueves en la UCA, autor del capítulo 5 “La Iglesia argentina promueve el Concilio Vaticano II en medio de tensiones políticas y sociales” en el primer tomo, y Luis Liberti SVD (uno de los cuatro editores).

Volviendo al encuentro del tercer tomo, el conductor Ignacio Tomé se encargó de hacer una breve síntesis de esta obra histórica, iniciada hace seis años, bajo la conducción del doctor Carlos Galli, decano de la Facultad de Teología y miembro de la Comisión Teológica Internacional. El comité editorial estuvo a cargo de los doctores Juan Durán, Federico Tavelli y los mencionados Liberti y Galli, integrado por 42 autores, y Paula Pérez Alonso, editora del Grupo Planeta. También se emitieron algunos videos alusivos a la temática y se transmitió en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=Ni8OQO8I_xA

En la oportunidad, estuvieron comunicados en forma virtual Tavelli desde Friburgo (Alemania), donde reside, y Liberti desde Roma. Tavelli dijo que esta obra tuvo una enorme repercusión, superando las expectativas en los medios tradicionales, y se presentó en distintos lugares de Argentina y en el extranjero; en 2024 se publicará en italiano y posiblemente en otros idiomas.

Liberti destacó su alegría y felicidad por el espacio dedicado en webs, diarios, radios, TV de distintos lugares de Argentina y en Roma, para dialogar con muchas personas y familiares, no concluyendo una etapa sino abriéndose a la comunidad. En diciembre habrá un encuentro con las Abuelas de la Plaza de Mayo.

Testimonios del tomo 3

Después hubo otro momento con algunos autores del tomo 3 de la investigación: Fabricio Forcat (sacerdote de San Nicolás), Nieves Tapia (movimiento de focolares), Marcela Mazzini (acompañante espiritual) y el citado Galli.

Mazzini mencionó que en este volumen participaron muchas disciplinas, dialogando con los investigadores y modelando como autores de los textos. Una conversación de la historia muchas veces con un descenso a los infiernos como sociedad, mucho para sanar y escuchar voces, que diera lugar a otras conversaciones; un aporte a la verdad y la justicia con honestidad intelectual.

Forcat resaltó las perspectivas que forman parte a través de 28 autores y 15 testimonios de sobrevivientes en 22 capítulos divididos en 5 grupos y momentos: en el primer grupo historiadores laicos; el segundo es interdisciplinario sobre la violencia de la época, las consecuencias de la violencia y el terror, el drama de las familias de desaparecidos con el duelo sin cuerpos, las consecuencias teológicas y pastorales del martirio; el tercer grupo con aportes filosóficos y teológicos de los derechos humanos, el posicionamiento del Episcopado; el cuarto con las raíces de acción y omisión del Episcopado, qué impidió que los obispos alzaran la voz, la actuación del Episcopado ¿con un silencioso apoyo? (título del capítulo 18) y en esta encrucijada una frase de Zazpe (primer obispo de Rafaela y luego arzobispo de Santa Fe) “el silencio dice algo”; y tres capítulos finales acerca de los temas de una reconciliación con verdad y paz.

Tapia abordó su capítulo académico y testimonial de la juventud, la perspectiva con historia de las generaciones y con la espiral de violencia, el terror que empezó en 1974 hasta 1983, 1978 con el Beagle, Malvinas hasta el 10 de diciembre de 1983, del miedo a la democracia.

Expresó que no había unanimidad sobre los derechos humanos, que hay que hacerse preguntas del pasado y del presente por los 40 años de democracia. Profundizar qué pasó en el sistema católico de educación y mucha historia no contada; los movimientos juveniles para organizar peregrinaciones con un compromiso social no politizado. “Qué hicimos en estos 40 años para que la democracia no diera frutos frente a nueva nueva generación de jóvenes cansada de esperar e ilusionarse. Esta generación espera una respuesta que no encuentra en otros lados y la Iglesia debe salir a abrir las puertas”, sostuvo.

Galli valoró la documentación en la CEA y el gesto de Francisco que decidió se digitalizaran los archivos en la Argentina y el Vaticano, admitiendo que “no pensé que iba a llevar 6 años, hubo que soportar presiones, abrir caminos, relatar la verdad histórica que movió en tiempos de pos verdad; la memoria es historia que busca ser fiel y la historia es la verdad que se va descubriendo”.

Remarcó que “esta obra fue la más difícil que realizó porque tenía que ser veraz y creíble, prestando un servicio a la Iglesia y la sociedad, para estar a la altura de la misión confiada por la CEA; un beneficio para quien investiga, los 3 tomos son novedosos porque se entra a la investigación de una manera y sale de otra manera. Hubo un gran consenso en las introducciones, recogiendo muchos aportes con las idas al Vaticano al visitar al ex secretario de Pío Laghi (nuncio apostólico en Argentina 1974-1980), protagonista escondido de tantas gestiones al tratar de beneficiar sin éxito a 3.115 desaparecidas (Tavelli y Liberti lo abordaron en el tomo 2). La violencia política en Argentina que se fue intensificando antes de 1973 con grupos armados, en 1973 con grupos paraestatales, en 1976 con los militares, con católicos de distintas generaciones, pero no callamos los datos”.

Destacó que “la misión está cumplida, terminada y publicada, no es una historia definitiva, con fundamentos vengan a discutir, estando abierto a nuevos datos, investigaciones y perspectivas. Es un gran servicio pastoral en una sociedad polarizada. En 2024 propondré una sección permanente para el estudio de la Iglesia en la Argentina. Se apunta a la reconciliación, el perdón, la verdad y la libertad. San Pablo dijo que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia que genera esperanza; donde abundó el odio, la violencia y el terror, sobreabunde el amor, la justicia y la paz”.

En el tramo final, Tomé mencionó que la CEA destacó como mártir a Enrique Angelelli (obispo de La Rioja asesinado en 1976) en los inicios de esta obra y ahora en su finalización el 16 de diciembre próximo el cardenal Eduardo Pironio (falleció en 1998) llegará a los altares.

Finalmente, Durán hizo un cierre, destacando los aportes fundamentales a la historiografía, para comprender y diferenciar qué y cómo sucedieron las decisiones; una obra completa con una significación nueva, aproximarse a responder algunos interrogantes de un período trágico y complejo; ampliar y superar los prejuicios y las dicotomías, para que se estudie académicamente estos temas, que excede la historia de la Iglesia; y la difusión de la obra.

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