¿Nos jugamos por la vida o la muerte?

Por Emilio Grande (h.).- Más allá del resultado en la votación de la Cámara Alta del Congreso sobre el proyecto de despenalización del aborto (hasta ahora 36 votos por el no), que tiene media sanción en Diputados, la pregunta de fondo que tenemos que hacernos es ¿queremos defender la vida de la madre y del niño que se está gestando en su viente o será legalizado un crimen que salpicará con sangre inocente a la sociedad de esta bendita nación? «En la Argentina mueren por accidentes cardiovasculares 48 mil personas, de cáncer 31 mil, por desnutrición 560 y por abortos 31. Es el 0,05% de la problemática de mortalidad femenina. Y todo el país está movilizado para imponer el aborto. Hay 20 millones de argentinos que no tiene cloacas, ¡ése es un problema de salud pública! Ése es un problema que debemos abordar. Esto debería ser política de Estado», expresó el pediatra Abel Albino, fundador de la Fundación Conin con trabajo en más de 15 provincias del país, durante su reciente exposición en el Senado, quien había disertado en el Cine Teatro Belgrano colmado en 2017. ¿Cuál era la urgencia para propiciar el debate público sobre legalizar el aborto cuando en la sociedad hay otras como inflación, inseguridad, trabajo? El jueves últimos dos personas murieron en una escuela de Moreno por una explosión de gas. «No fue una tragedia mayor porque los chicos entran 15 o 20 minutos más tarde. Si no, estábamos frente a un desastre», dijo una fuente educativa a Clarín. El Consejo Escolar de Moreno está intervenido desde octubre del año último por irregularidades en el sistema de contratación de comida para los comedores…. En Moreno, Merlo o José C. Paz el 50% tiene gas natural, según un estudio de la UCA. ¿Y el resto para cuándo? ¿O será que el aborto viene impuesto con el reciente acuerdo con el FMI como sostiene el padre Pepe Di Paola y también está en esa misma postura el concejal de Cambiemos Hugo Menossi? «Aborto es sinónimo de FMI le guste o no al mundo conservador, que no ve con malos ojos que los pobres tengan menos cantidad de hijos o que no los tengan, y también al mundo pseudo progresista, que levanta banderas de presunta libertad sabiendo que este genocidio es inspirado y promovido por el FMI”, opinó el cura con un fuerte trabajo en las villas porteñas, quien vino a Rafaela hace unos años.
Cuando las organizadores de derechos humanos y los sectores politizados de la izquierda defienden a rajatabla el aborto se muestran en una grave contradicción ideológica: no solamente hay que defender los atropellos del Estado ocurridos en la década de los 70, sino también evitar que sea consumada con una ley el asesinato al más débil que hay que proteger y está en la panza de la mujer. A decir verdad, es un eufemismo llamar a la futura ley de «interrupción voluntaria del embarazo» porque el aborto no es como una llave de luz que se interrumpe, ya que al matar al bebé no vuelve más con vida… Son reveladores los testimonios de los profesionales del arte de curar al especificar las consecuencias físicas y psicológicas que quedan en la mujer que experimentó haber realizado un aborto. Esperemos que haya un corazón sensible de los senadores y no generemos otra grieta con el resultado de la votación del miércoles. Para los que somos creyentes de distintas confesiones, la vida no concluye en este mundo sino que es un paso a la Jerusalén celestial… Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 5 de agosto de 2018.

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