Los grandes desafíos de las nuevas autoridades

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. Se necesitan políticas de Estado consensuadas por los principales actores sociales, pensando en el bien común por encima de los intereses sectoriales y particulares, para evitar la sangría de luchas encarnizadas que no llevan a ningún puerto.

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Por Emilio Grande (h.).- Luego de un año extenuado con cinco elecciones, a partir de este 10 de diciembre asumen las nuevas autoridades ejecutivas y legislativas en todos niveles: locales, provinciales y nacionales, en el contexto de una grave crisis socioeconómica, casi sin precedentes, similar al 2001-2002, que en el fondo es una crisis moral como profetizó el ex obispo Miguel Hesayne en 2013, requiriendo los mayores esfuerzos de la dirigencia en su conjunto, especialmente los que tienen mayores responsabilidades, y también que los habitantes se conviertan en ciudadanos comprometidos.

Más allá de los gustos personales que tenga cada uno, en el plano nacional fue electo Javier Milei por una diferencia de casi 12 puntos sobre el ministro de Economía Sergio Massa, que nos llevó a una de las peores crisis de la historia, dejando una inflación interanual del 160%, que es un impuesto regresivo porque afecta a casi todos los argentinos. En estos 4 años de este Gobierno peronista la CGT no hizo paros, pero ya amenazó con salir a la calle. ¡Qué hipocresía…!

A decir verdad, una de las materias pendientes es la economía que no resiste más esta locura inflacionaria de hace más de 7 décadas, estando al borde de la híper-inflación, poniéndose parche sobre parche, haciendo estragos en todos los sectores sociales, especialmente a los sectores más vulnerables, con una escandalosa pobreza del 45% de la población y del 63% de los niños y adolescentes, según el informe dado a conocer por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA.

Entre las medidas que buscará para desactivar la “bomba” que deja este Gobierno del impresentable Alberto Fernández (le echó la culpa a Macri, la pandemia y la sequía) es dejar de emitir dinero, reducir el déficit fiscal, generar las condiciones para las inversiones, levantar el cepo cambiario, unificar el tipo de cambio, permitir que ingresen los insumos importados, entre otros.

¿Cómo se llevarán a cabo las medidas que tiene en mente el nuevo ministro Luis Caputto y cuál será el impacto del proyecto de ley ómnibus que enviará Milei al Congreso? El Banco Central está sin reservas, sumado a los vencimientos del FMI para el 2024 y cómo caerá una posible devaluación a partir del lunes.

En el plano provincial, el gobernador Maximiliano Pullaro no la tiene nada fácil porque la crisis económica se cuela lamentablemente en las finanzas provinciales, que dependen de la coparticipación nacional y, al mismo tiempo, no generaron los recursos para vivir autónomamente. Uno de los mayores desafíos es atenuar la inseguridad, especialmente en las grandes ciudades de Rosario y Santa Fe, recibiendo Rafaela también los coletazos en la ciudad del gobernador Perotti, que no cumplió con la promesa de “paz y orden”, teniendo nuestra ciudad pocos móviles policiales y la necesidad de la incorporación de más de 100 agentes en el departamento Castellanos.

En el pago chico de la Perla del Oeste, luego de 32 años del peronismo en el poder, se viene un cambio con Leonardo Viotti, quien deberá enfrentar algunos problemas urgentes no resueltos por la gestión de Luis Castellano: además de la inseguridad creciente mencionada, cómo amortiguar el impacto de la crisis económica, aumentando la tasa casi el 60% a partir de enero de 2024 y no en forma escalonada ante el fuerte rechazo social. También resolver el caótico tránsito con un parque automotor de más de 100.000 unidades, con las motos como protagonistas de los accidentes, frente a un deficiente servicio del transporte público de los minibuses.

Finalmente, necesitamos una planificación a largo plazo sobre el proyecto de país porque todavía queda mucho por hacer. Se necesitan políticas de Estado consensuadas por los principales actores sociales, pensando en el bien común por encima de los intereses sectoriales y particulares, para evitar la sangría de luchas encarnizadas que no llevan a ningún puerto y evitar que sigan emigrando cientos de jóvenes porque dicen con razón que este país no tiene futuro. Estamos a tiempo de revertir esta encrucijada, teniendo mayores responsabilidades la dirigencia en su conjunto. Pidamos a la Virgen de Luján que nos ayude en este caminar…

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