Inclusión educativa: ganar-ganar

La efeméride del Día Internacional de la Educación Inclusiva tiene como finalidad concientizar sobre una educación de calidad, inclusiva y equitativa como un derecho humano y sobre la importancia de las oportunidades de aprendizaje.

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Por Ariel Trinadori.- En nuestro país el sistema educativo, que comprende el nivel inicial, primario y secundario, coexiste con la educación especial. La palabra “especial” denota un tratamiento diferenciado: los niños, niñas y adolescentes con discapacidad que estudian -o quieren estudiar en Argentina- no son tratados en pie de igualdad o no tienen las mismas oportunidades que sus compañeros. Si bien los tratados, leyes y resoluciones que abordan la materia indican que todos deben recibir un trato justo y equitativo garantizando una educación de calidad, esto no se respeta en la gran mayoría de los casos.

Numerosas familias se enfrentan a esta situación a diario

Afortunadamente, algunas han encontrado en el camino personas o instituciones con buena voluntad, pero carentes de recursos. Otras, incluso, cambiaron su centro de vida a otra provincia para encontrar mejores respuestas educativas para sus hijos.

La Unesco sostiene que la inclusión es una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación de las personas con discapacidad en la educación. Y es así, existen beneficios en la convivencia diversa dentro del aula como,
por ejemplo, posibilita desarrollar plenamente el potencial de la persona, su dignidad y autoestima. A la vez, refuerza el respeto por los derechos humanos, las libertades fundamentales y la diversidad humana.

Debemos comprometernos en la promoción de las relaciones de apoyo y respeto entre los actores de la comunidad educativa, docentes, estudiantes y familias, y, por supuesto también del Estado. De esta manera, se logrará superar los obstáculos que
limitan la presencia, la participación y los logros de todos los estudiantes. Implicar a las familias, primeros y principales educadores, con un liderazgo activo en este proceso se torna imprescindible, porque tienen un conocimiento de sus hijos que los profesionales no poseen.

El interactuar de manera colaborativa, la comunidad en su conjunto, permitirá que todos logren satisfacer sus intereses y necesidades.

Un verdadero ganar-ganar

El cual persigue un beneficio mutuo, basado en la sinergia, y la creencia de que el éxito de todos es superador al interés personal de una u otra parte. En palabras del pedagogo Gordon Porter, la clave del éxito de la experiencia inclusiva es la creación de una comunidad de personas dispuestas a hacer que funcione.

De cada uno de nosotros depende.

Fuente: https://www.mdzol.com/. El autor es abogado santafesino, profesor del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral.

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