Guatemala sigue a Estados Unidos

Por Victoria Brusa.- El país centroamericano inauguró su embajada en Jerusalén en concordancia con los nuevos lineamientos de política exterior del gobierno de Washington. Sin embargo, no se trató de una medida inesperada. El pasado miércoles 16 de mayo Guatemala trasladó su embajada en Israel desde Tel Aviv hacia Jerusalén en un claro alineamiento con Estados Unidos. En efecto, el gobierno de Donald Trump había hecho lo propio dos días antes, el 14 de mayo, día en que se conmemora el 70° aniversario de la creación del Estado de Israel. La fecha también señala la víspera del Día de la Naqba (desastre en árabe), en la cual los palestinos recuerdan 70 años de exilio y pérdida de territorios. Pero no se trata del único país latinoamericano que tomó tal medida: Paraguay inauguró su nueva sede diplomática en la Ciudad Santa el lunes 21 de mayo y se espera que también Honduras lo haga antes de fin de mes. La cuestión es de vital importancia ya que se trata de uno de los aspectos centrales del conflicto palestino-israelí. Mientras el estado judío reconoce desde 1980 a Jerusalén como “capital eterna e indivisible” del país, Palestina reclama el sector oriental de la ciudad como capital del estado que lucha por constituir. Para la comunidad internacional se trata de un territorio ocupado y por lo tanto establece que las capitales no deben instaurarse en él hasta que el estatuto de la ciudad sea negociado por ambas partes en conflicto. Hasta este momento todas las embajadas en Israel estaban localizadas en la ciudad de Tel Aviv, que dista de la Ciudad Santa en aproximadamente 70 km. Pero la administración de Donald Trump ha marcado un giro en el devenir histórico de un conflicto que lleva más de 70 años de existencia. A fines de 2017 resolvió trasladar su embajada hacia Jerusalén. La decisión provocó violentas protestas de palestinos en la franja de Gaza, que dejaron más de medio centenar de muertos, y el repudio de la Asamblea General de Naciones Unidas. La ONU rechazó la medida estadounidense en una resolución tomada el 21 de diciembre anterior, que contó con 128 votos a favor. Previamente, el gobierno norteamericano había amenazado con sanciones financieras a aquellos países que apoyaran la moción, lo que probablemente explique el cambio de posición de Argentina respecto al status de la Ciudad Santa. Nuestro país reconoció en 2010 al Estado de Palestina e incluyó a Jerusalén Oriental como parte de él. A pesar de ello, en diciembre decidió mantenerse neutral frente al rechazo de Naciones Unidas a la política norteamericana. Días después, nuestro país fue readmitido por Estados Unidos al Sistema General de Preferencias (SGP), un régimen comercial que permite el acceso de productos seleccionados al mercado estadounidense sin pagar impuestos de importación. Pero en el caso particular de Guatemala, a las presiones norteamericanas se añaden relaciones históricas con Israel. Fue el segundo país en reconocer la creación de dicho Estado en 1948 y el segundo en trasladar su embajada a Jerusalén hace pocos días. Una de las calles de la ciudad en cuestión lleva el nombre de Granados en honor al diplomático guatemalteco Jorge García Granados, quien jugó un rol clave en la Comisión Especial para el Problema de Palestina de la ONU (UNSCOP) la cual llegó a presidir. La alianza de Guatemala con Israel tomó especial importancia durante los años de dictadura y guerra civil del estado centroamericano a fines de los 70´ y principios de los 80. Los vínculos de histórica amistad mantenidos por ambos países constituyen el principal argumento esgrimido por el presidente guatemalteco Jimmy Morales para justificar la medida. La economía también ha jugado un rol fundamental en la decisión. Minutos después del acto formal de inauguración de la sede diplomática, Sandra Jovel Polanco, canciller de Guatemala, afirmó que está manteniendo conversaciones con el gobierno israelí sobre la posible negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos estados. Este último, por su parte, declaró a Guatemala como país prioritario para la cooperación en enero pasado. Otro factor de importancia es la posición de Guatemala en el ámbito internacional. Varios expertos han señalado que el gobierno de Morales intenta anotar puntos a favor con Estados Unidos e Israel con la esperanza de que lo ayuden a enfrentar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). El futuro político del presidente está en cuestionamiento debido a la gran cantidad de denuncias por corrupción que afrontan él y diversos funcionarios. El país centroamericano tiene un largo historial de violaciones flagrantes a los Derechos Humanos y corrupción tanto en gobiernos dictatoriales como en democráticos. El último argumento esgrimido a favor del traslado de la embajada refiere a vinculaciones religiosas. Guatemala es el país con mayor presencia de iglesias evangélicas de la región. Se trata de un credo que mantiene vínculos de afinidad con el judaísmo debido a que reconoce en él las raíces de su propia fe. El propio Jimmy Morales pertenece a la Iglesia Evangélica al igual que más del 40% de la población.

Oposición y posibles consecuencias

Varios analistas internacionales señalan la posición del gobierno como nociva para el país. El aislamiento internacional es uno de los riesgos posibles, junto a las temidas repercusiones económicas. Guatemala es el mayor productor mundial de cardamomo y sus principales clientes son los países árabes, Palestina incluida. Se trata de una actividad que emplea a más de un millón de pequeños productores en su mayoría aborígenes. Las represalias podrían ser graves para un país que cuenta con más del 50% de su población en pobreza extrema. La autoridad palestina instó a los países árabes a cortar vínculos con los estados latinoamericanos que se alineen con Norteamérica y muden su embajada. Un alto funcionario palestino señaló al diario israelí Haaretz que, sí bien está claro que ningún país árabe puede interrumpir sus relaciones con Estados Unidos, sí es posible hacerlo con estados como Guatemala o Paraguay. Por su parte el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),Saeb Erekat, aseguró no estar sorprendido de que un presidente como Morales, que se ha opuesto a investigaciones de la ONU por corrupción y abusos de poder, respalde violaciones a resoluciones internacionales según afirma el medio guatemalteco Prensa Libre. Lo cierto es que Guatemala ha reafirmado, con la inauguración de la nueva embajada, su histórica posición de amistad con Israel. Esto colabora a su aislamiento internacional y la coloca en relación de enemistad con países árabes en un conflicto que no parece tener una pronta solución.

La autora es alumna de 3° de la carrera de Periodismo en la UCSE DAR y cursa a distancia la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Siglo 21.

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