Carta de una madre a jueces, fiscales y abogados

Qué triste en esta ciudad de Rafaela y en esta provincia de Santa Fe como condenan inocentes por solo ser hombres, pero no vamos a parar. Yo prometo que aunque me cueste la vida voy a demostrar lo que debo demostrar.

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Por Alicia Riberi.- Después de haber soportado la condena de mi hijo Emanuel, con solo un relato y tras haber presentado un cúmulo de pruebas contundentes, estoy en condiciones de decirles que llevan en su conciencia, el dolor de un niño de 5 años y toda una familia honorable y respetuosa de esta sociedad. Mi hijo fue claro, cuando dijo que no iban a dejarlo salir después que lo habían dejado tres años presos y lo más triste es que lo dejaron preso por una cámara Gesell realizada con un protocolo de niños a adultas de 22 y 24 años y que no son discapacitadas, confesado esto por la propia perito Alexia Fontanetto del MPA y lo más triste es que el Dr. Gustavo Bumagin -en aquel momento fiscal y hoy juez-, le dijo que igualmente debía realizarse con ese protocolo erróneo que arrojaba falsos positivos. ¿Esto no es un delito? ¿No es una violación? Si lo cometiera un ciudadano común, ¿no lo condenarían? Obvio se tomarán las medidas correspondientes. No han respetado ninguno de sus derechos constitucionales. ¿Es eso correcto? Avasallar los derechos de un imputado es legal?
Analizar el proceso desde que fue detenido, detecta que son terribles las irregularidades y los ciudadanos debemos luchar por que se vea lo que sucede en la Justicia. Ya no da para más. En ninguna parte de la Constitución Nacional, ni en los Tratados Internacionales, dice que los derechos de la mujer estén sobre los del hombre, nunca señala desigualdad ante la ley, léanlos y se darán cuenta. La ley de víctimas es un atropello al hombre, a la familia y a los niños. Para declarar a alguien víctima hay que demostrarlo y no como en este caso en que cuatro médicos que declararon fueron tildados de arcaicos, como si no sirvieran sus aportes, cuando lo único que demuestra un abuso es una prueba científica. No considerar relevantes los testimonios de maestras, profesoras es una aberración porque como docente puedo asegurar que somos las que primero advertimos cambios de conductas, ya que el cuerpo de los niños en estos casos habla por sí mismo.
El aporte de peritos expertos fue ignorado y la fiscal Favia Burella dijo claramente que en nuestra familia se naturalizaban los abusos… ¿puede permitirse semejante atropello? ¿Tildar a toda una familia de cómplices de abuso? Debe probarlo. No se puede permitir agresiones a personas que no están siendo juzgadas y más cuando fiscalía desde el inicio del proceso, a quién caratulara como “violadora y corruptora de menores, nunca la investigó, cuando según la carátula debían proceder de oficio y nunca la citaron para que se exprese…¿raro no? Mantener preso a un imputado sin antecedentes, que nunca faltó a la norma -perimetrales- y con una conducta intachable. ¿Raro no?
Finalmente los Jueces Steimayer, Peralta y Estevez, fundamenten como fundamenten, saben que condenaron a un inocente e incluso por «in dubio pro reo», debería estar libre. Le han robado la libertad a un inocente, pero ya la comunidad lo sabe y eso es un gran paso.
En esta Navidad mi amado Dante no pudroestar con su papá y los responsables tienen rostros y nombres que quedarán grabados en la Justicia de Rafaela, por la injusticia de la Justicia y siguen condenando inocentes, no son números, son personas, Dios ve cada injusticia que cometen y Él sabe sumar y le da a cada uno lo que le corresponde. A mí me gustó ser recordada como una profesional justa y responsable. ¿A ustedes como les gusta que los recuerden?
A los abogados les digo, algunos serán cómplices de esta manera de proceder, pero hay otros que quieren hacer las cosas bien y yo pregunto: ¿acaso no son mal vistos o apretados? Una pregunta que solo ellos podrán responder, pero nosotros tenemos percepción y nos damos cuenta.
Qué triste en esta ciudad de Rafaela y en esta provincia de Santa Fe como condenan inocentes por solo ser hombres, pero no vamos a parar. Yo prometo que aunque me cueste la vida voy a demostrar lo que debo demostrar. No tengo miedo, tengo la verdad.
A todos los que sufrimos estos atropellos judiciales más unidos que nunca, para después de la feria podamos luchar sin pausa y ya con otra visión política de país, que nos permita reivindicar nuestros derechos como ciudadanos en donde la Constitución es fundamental.
Felices fiestas en familia y los que no podemos por tanta injusticia recemos a Dios para que pronto se haga justicia y salga todo a la luz y a los que realizan estas falsas denuncias que Dios se apiade de ellos.

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