Alegría por la aparición del nieto de Estela de Carlotto

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.).- Después de 36 años de búsqueda, Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, encontró a su nieto nacido en cautiverio cuando su hija Laura era prisionera durante la última dictadura militar. El joven, llamado Guido al nacer, hoy tiene 36 años, fue anotado el 2 de junio de 1978 como Ignacio Hurban, es pianista de jazz y director de una escuela de música municipal en Olavarría, provincia de Buenos Aires. Ahora se llamará Ignacio Guido. «Ésta es una alegría enorme que me brinda hoy la vida. Es un premio para todos, ya tengo mis 14 nietos conmigo», dijo Carlotto en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, donde se festejó la noticia como si fuera una fiesta familiar, con aplausos, gritos de alegría y una multitud que invadió las oficinas, la calle y la vereda. «No quería morirme sin abrazarlo y lo voy a hacer», dijo emocionada. Fue el joven quien se acercó a las Abuelas el 21 de julio pasado para hacerse un estudio genético porque tenía dudas sobre su identidad y ahora se conocieron los resultados de esos análisis de ADN. Ocurrió luego de una campaña donde las Abuelas se fotografiaron con jugadores del seleccionado con la leyenda: «Los buscamos desde hace diez mundiales». Era parte de su campaña para que más gente con dudas se hiciera análisis genéticos. Carlotto sostuvo que su hija Laura, una militante de Montoneros detenida ilegalmente en el campo de concentración de La Cacha, en La Plata, y asesinada por la dictadura tras dar a luz, le estará diciendo desde el cielo: «Mamá, ganaste una batalla larga». Estela Carlotto agregó: «Agradezco a Dios y al pueblo que piensa, nos ayuda, nos comprende y nos respeta», y también «a la democracia, porque en estos años hemos podido caminar en libertad». «En los últimos años la bandera de derechos humanos fue muy clara. Los organismos nos han respondido con la mayor celeridad y esto demuestra que hay cosas conseguidas donde no interesan los votos, y hay que mantenerlas», dijo. De esta manera, las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron el nieto número 114. La historia de las Abuelas cosechó más de cien identidades restituidas en estos años posdictadura militar: desde 1983 con la restauración democrática hasta el presente. Dicen que “el busca encuentra” y el que “golpea se le abre la puerta”. Esta aparición, especialmente porque es el nieto de la presidenta de las Abuelas, deja como enseñanza de que nunca hay que bajar los brazos, aún en circunstancias difíciles como fueron los “años de plomo”. Esperemos que sea un “Nunca más…”

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