Un sacerdote de Rafaela servirá en Deán Funes

El obispo de Rafaela Luis Fernández, envió una carta a la comunidad en la que informó que un miembro del presbiterio será enviado a ejercer su ministerio a la prelatura de Deán Funes. Se trata de Miguel Cerminato, párroco de la parroquia Sagrado Corazón.

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En una carta dirigida a los fieles, el obispo de Rafaela, monseñor Luis Alberto Fernández, compartió algunas novedades de la diócesis. 

En primer lugar, destacó que este es “un tiempo fecundo de celebración por los 60 años de nuestra vida diocesana; tiempo de luces y tiempo de pruebas”.

En ese marco, señaló que “por una parte, seguimos viviendo la dolorosa situación que afecta a una niña alumna del Colegio San José, de Rafaela, situación que impacta sobre la comunidad educativa y toda nuestra diócesis. Esta situación nos motiva a un fuerte compromiso con la verdad y a rezar para que este hecho se esclarezca y se haga justicia”.

Aún en este contexto difícil, y en el marco de la Asamblea Diocesana, explicó, “fui haciendo un discernimiento y algunas consultas para poder acompañar este tiempo hermoso y esta memoria agradecida con un nuevo gesto diocesano que nos comprometa hacia adelante en nuestro espíritu evangelizador”.

“En efecto, como primer fruto de este camino de Asamblea Diocesana, el 1° de mayo de este año, se nos presentó el Objetivo General Diocesano 2021-2027 que dice: «Como Iglesia evangelizadora, reavivar la fe, redescubrir la alegría del servicio y promover la cultura del encuentro acogiendo a los más vulnerables, mediante la misión, la formación, la espiritualidad popular y generando espacios de escucha y contención»”, detalló.

La Iglesia diocesana de Rafaela, “que ha brindado en estos años de historia sus esfuerzos, tiempos, talentos y personas a la misión evangelizadora, no solo de puertas hacia adentro, sino también en ayuda y servicio fraterno a otras Iglesias hermanas, quiere reavivar la fe, redescubrir la alegría del servicio y promover la cultura del encuentro experimentando este llamado para ‘dar desde nuestra pobreza’”, afirmó.

En ese sentido, expuso que la diócesis de Rafaela tiene una hermosa tradición desde hace muchos años: “Es la de procurar que, de manera permanente, un miembro de nuestro presbiterio se esté capacitando en alguna rama de la Teología u otras ciencias referidas a la pastoral en Universidades o Institutos dentro y fuera del país; y que otro miembro del presbiterio esté brindando un servicio en alguna Iglesia hermana del país, una ayuda que podríamos llamar ‘más allá de las fronteras’. Como este servicio es conocido por parte de varios obispos del país, la diócesis de Rafaela ya tiene pedidos de ayuda de presbíteros por parte de algunos obispos de Iglesias hermanas, pobres socioeconómicamente y, de manera particular, en número de sacerdotes. Uno de estos pedidos nos había llegado desde la prelatura de Deán Funes, cuya realidad en cuanto a los sacerdotes y vocaciones es realmente muy pobre”, puntualizó.

Por otra parte, continuó el obispo, “hubo siempre en el presbiterio de Rafaela algunos sacerdotes que fueron planteando el poder brindar un servicio misionero con estas características, como experiencia personal y eclesial de servicio y ayuda fraterna”. 

“Uno de ellos es el padre Miguel Cerminato, actualmente párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de Rafaela. Miguel ha venido discerniendo esta posibilidad de servir a otra Iglesia más necesitada que la nuestra, y se ha mostrado disponible cuando se den las circunstancias, luego de estar diez años al frente de la parroquia del Sagrado Corazón”, relató.

Por lo tanto, informó, “después de haber rezado y ponderado el pedido de la prelatura de Deán Funes (donde el obispo es Gustavo Zurbriggen, ex sacerdote de la diócesis de Rafaela) y el ofrecimiento del padre Miguel, he dispuesto que este hermano nuestro sea enviado en la misa de clausura de la Asamblea Diocesana, por un período de dos años (con opción a un año más), a servir como sacerdote en esa Iglesia particular”.

“No dejemos de dar gracias a Dios y de rezar por estas intenciones. Recemos también para que el Señor bendiga y haga fecundo el apostolado de nuestra diócesis, y siga suscitando vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, para bien de todo el Pueblo de Dios”, animó, con su abrazo y bendición.

Fuente: https://aica.org/

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