Sorpresivos triunfos de Pullaro y Viotti en las PASO

Por Emilio Grande (h.).- Las elecciones del domingo último en la provincia de Santa Fe dejaron al descubierto varios mensajes de la ciudadanía en el nuevo escenario político, entre ellas la baja participación del electorado (63%).

Maximiliano Pullaro dio el batacazo en las PASO, cosechando “Unidos para cambiar Santa Fe” el 63% de los votos, frente al casi 28% alcanzando por el peronismo, que estuvo representado por “Avancemos juntos”.

A nivel individual, la fórmula compuesta por Pullaro y Gisela Scaglia tuvo más del 30% del apoyo y venció a Carolina Losada y a Mónica Fein en la interna, obteniendo más votos que los cuatro precandidatos del peronismo. Por lo tanto, el actual diputado provincial del radicalismo será el candidato a gobernador por el espacio que representa a “Juntos por el cambio” en las próximas elecciones generales de Santa Fe, que se realizarán el 10 de septiembre.

A decir verdad, este resultado electoral coloca a Pullaro con altas chances de ocupar la gobernación, dado que su partido superó por más de 30 puntos al peronismo, donde Marcelo Lewandowski fue quien obtuvo el mayor apoyo, con casi el 18% de los votos.

A pesar de las críticas recibidas por Losada y Fein sobre las supuestas vinculaciones con agentes policiales cuando fue ministro de Seguridad del gobernador Miguel Lifschitz, Pullaro viene recorriendo el territorio provincial hace casi dos años y tuvo como estratega en el armado electoral al senador provincial por el departamento San Cristóbal Felipe Michlig, quien es también presidente del radicalismo.

Este contundente triunfo opositor fue un duro cachetazo a la pobrísima gestión del gobernador Omar Perotti en materias de inseguridad con cuatro ministros en el área debido al incremento del narcotráfico y la violencia especialmente en Rosario, en salud con la escasez de profesionales e insumos en los hospitales públicos, y la educación con la pérdida de dos años en la pandemia y la inexistencia de inversión en tecnología.

En nuestra ciudad, hubo un sorpresivo triunfo de Leonardo Viotti sobre Luis Castellano (aspira a un cuarto mandato), a quien le sacó una diferencia de 12 puntos, que representan 5.375 votos y si se agregan los de Ceferino Mondino aumenta a 16 puntos (8.000 votos).

A simple vista, parece una disparidad casi irremontable que el actual Intendente pueda dar vuelta el resultado el 10 de setiembre, pero ciertamente maneja el “aparato” desde hace 12 años en el poder municipal y 32 años del mismo signo político para utilizar los recursos en los sectores sociales que podrían llegar a votarlo.

A pesar de que el joven concejal radical expresó que “me concentré en la campaña con las ideas y fortalezas del equipo, no en los errores ajenos”, la victoria también tiene relación directa con el desgaste lógico de la extensa hegemonía peronista en el poder sumado a la falta de recambio dirigencial.

Veamos algunos ejemplos más importantes de los últimos tiempos: las denuncias efectuadas por el SEOM sobre abusos de poder y maltrato en diferentes áreas municipales, y el atraso de la renovación del parque vehicular para los distintos servicios; el caótico tránsito, que creció de manera exponencial, pero la emergencia en seguridad vial del 2022 no dio los resultados esperados, y el deficiente servicio del transporte público de minibuses (funcionarios del área prometieron en 2022 un nuevo diseño); los hechos delictivos con la apertura de panteones en el Cementerio Municipal con testimonios desgarradores de sus familiares; el crematorio construido sin habilitación municipal sobre la ruta 70; el atraso de la obra de cloacas a cargo de la empresa Winkelmann en el barrio Brigadier López que debería estar terminada (falta un 35%); entre otros.

A esta altura del análisis político, los escenarios comentados tienen finales abiertos sobre la ratificación o no de los números de las PASO para las categorías a gobernador e intendente, y como quedará conformado el Concejo Municipal, posiblemente con 3 bancas para la oposición y dos para el oficialismo. Si no hubiera una polarización tan marcada, la quinta banca podría ser para Delvis Bodoira, pero tiene que mejorar su caudal electoral.