Restaurando nuestra alma: reflexión…

Por María Inés Adorni.- Cada quien escucha lo que quiere escuchar…

A  veces cuando escribo me cuestiono y convierto en metáforas mis cuestionamientos.

¿Cómo vivimos los seres humanos?

Los seres humanos siempre estamos en infinita transformación, y a veces hay que preguntarse para aprender permanentemente sobre el equilibrio de la naturaleza y en esa naturaleza el equilibrio nuestro.

Desde el jardín de mi casa, viendo los pájaros, las mariposas, sintiendo el ruido del viento y el perfume de las flores, me hice tres preguntas….

¿Qué tan consciente eres de la salud que tienes? ¿Cuál es la riqueza de la que disfrutas?

¿Qué tan sabio eres?

La salud, no está solamente relacionada con enfermedad o nutrición, me refiero a tu salud espiritual, a la armonía, al equilibrio, hay muchas personas angustiadas, desmotivadas, asustadas y con mucho miedo, otros están ansiosos y preocupados por el futuro, cada vez  hay más personas enfrentadas al estrés, los traumas y la falta de voluntad y tener razones para vivir.

Tenemos que entender que hay que disfrutar cada momento de nuestras vidas, la nostalgia tiene su belleza y que hay que alegrarse también por lo que fue, o por lo que pudo haber sido.

Salud, es reconocer que si hay una carencia de disfrute de las cosas más sencillas de la vida, podemos tener de todo, pero no tendremos bienestar, salud es  descubrir la alegría de la vida diaria y empezar a conectarnos con las personas, con esas que ahora carga un celular, y ahora escriben mensajitos o emoticones, en lugar de expresarse con palabras de viva vos, o sentir con carisias de tocar al otro y expresar esas sensaciones lo que hay dentro de cada uno, en ese sabor de un abrazo, buscar la felicidad en la familia en cada actividad que hagamos, y en cada desafío que aparece en la cotidianidad, es respetar al otro y dejar de pensar que somos diferentes por rasa o por color, por religiones, porque la única rasa que existe es la raza humana.

El resto es invento de nosotros los humanos que nos gusta dividir que integrar.

La riqueza, ¿qué es entonces?….

Será éxito, dinero…….

La riqueza, no es el dinero, o posesiones, claro que necesitas vivir dignamente, pero eso no implica tener más vas a vivir mejor.

O porque implica tener más cosas habrá más bienestar y seguridad.

La riqueza es el tiempo para vivir, tienes tiempo para estar con la familia….

Con la gente que amas, yo te pregunto.

¿Tienes tiempo para ti mismo… una copa de vino, o tomarte una taza de café sin prisa?

¿Eres rico en amigos, relaciones, tienes tiempo para divertirte y practicar lo que te gusta?
La riqueza del alma espiritual y emocional, es esa la riqueza.

La riqueza de amigos y conversaciones que nutren, y te conviertes en mejor ser humano.

Aprender a ser amigo de ti mismo.

La sabiduría de la que te hablo es aquella la que tienes una razón para vivir, donde cada vez que amaneces, tu espíritu está en el presente, en el ahora y dejas de juzgarte y juzgar, dejas la depresión y empiezas a entender que la vida es tan simple, tan simple, como el vuelo de los pájaros que se elevan por los aires y dejan fluir y gozar de la experiencia de volar.

La sabiduría para equilibrar el amor, el trabajo y la diversión , la sabiduría para aprender de los momentos difíciles y entender que Dios, te entregó el mar, el cielo y la tierra para que los cuides, no para que los dañes, los explotes y los contamines.

La sabiduría para salir de la ignorancia del humano y que te crees que eres el único dueño de la verdad y de que la forma en la que tú vives es la correcta, la sabiduría para reconocer tu ignorancia y aceptar que no eres el centro del universo ni mejor y peor que nadie y que el día que estés en otro plano no pasará nada alrededor tuyo y que si estuviste conectado con la vida entenderás que eres sabio por haberte equivocado gracias a la experiencia, por haber pasado por el error.

La sabiduría para aprender a observarte y calificar tus emociones, volviéndote más inteligente como lo esencial de la vida, como el dormir, el comer, meditar, reflexionar, o esos minutos que conectas tú cuerpo con otro ser para experimentar la psicología del afecto.

Nuestras vivencias diarias afectan  directamente a nuestra salud, y que la sabiduría y la riqueza serán las medicinas que darán la inmunidad  a nuestra existencia.

“Si falla uno de tus pilares, y se cae éste se dañará, por eso nunca olvides que la salud, la riqueza y la sabiduría son los tres pilares de equilibrio a tu ser y si dejas abandonar alguna, perderás el espectáculo de la vida”.

Sembrando semillas de fe…

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