Recuperemos la Patria de nuestros mayores

“Yo soy el alfa y la omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y el que era y el que ha de venir, el todopoderoso” (Apoc. 1: 8).

Compartir:

Por Alicia Riberi.- El mundo se ha tornado un lugar inundado de mentira, de odio, de ambición y en el que el hombre “pobre” cree  que tiene el poder y puede dominar la Tierra. Desde muy niña escuché al hombre tratar de lograr la juventud eterna y eliminar la muerte y es tan pequeño, tan iluso, que sigue intentándolo arrastrando consigo al mundo.

Lo que nadie comprendió aún es que todopoderoso solo hay uno y ese es Dios. No quisiera estar en el lecho de muerte de todos aquellos que transitan la vida considerándose dioses… les llegará la enfermedad, la desgracia, la pérdida y en el mejor de los casos se preguntarán por qué y es ahí donde aparecerá en un segundo la película de sus vidas y ya no podrán hacer nada y perecerán como toda alma mortal.

Dios nos ha dado un paraíso, que el hombre no quiso aceptar sin cuestionamientos y solo quiso cambiar lo que no debía. Teníamos agua, tierra, animales, plantas, todo a disposición del hombre para hacerlo crecer y el hombre solo quiso poder y ser más que Dios y solo destruyó. La familia es para Dios el alma del mundo y hoy una agenda pretende disolverla, tirando virus en el aire, atacando al hombre con una ideología macabra, ideología que requiere complicidad de la Justicia y la política, a través de una corrupción nefasta, esa es mi opinión clara y concreta. A veces el mirar para otro lado trae riquezas, poder, pero lo que no ven los que transan, que todo se termina, la misma palabra lo dice, les transcribo: “(…) La casa de los impíos será destruida, pero la tienda de los rectos florecerá (…)” (Proverbios 14:11). Por eso el orgullo es su collar y la violencia el manto que los cubre; la malicia se le sale por los poros, su corazón rebosa de malos propósitos. “Se burlan y hablan con maldad; desde lo alto amenazan con prepotencia; su boca se insolenta contra el cielo y su lengua se pasea por la Tierra” (Salmo 73). “Qué pronto quedan devastados y acaban consumidos por el horror! Son como un sueño al despertar, Señor: al levantarte disipas hasta su imagen” (Salmo 73: 6).

Es increíble como los políticos no pueden entender que la gente no quiera votar y que seguramente les dará una sorpresa: está harta de mentiras… Están jugando con fuego, la gente está demasiado vulnerable. La Justicia está jugando también con fuego, destruyendo familias sin motivo, por engrosar estadísticas, dejando que inocentes estén alejados de sus hijos sin motivo, pero les tengo una noticia, cada vez somos más los que despertamos y vamos a exponer todo lo que pasa y ya no se podrá tapar. Obvio hay quienes no son corruptos, a esos los felicito y los aliento a seguir luchando por un mundo mejor.

En realidad, hay corruptos en la docencia, en la abogacía, en la medicina, entre los empresarios, en la repartición pública, en medios periodísticos, en todos los órdenes, pero la Justicia está jugando con la libertad, que es el don más preciado del ser humano. Hay delincuentes libres e inocentes presos. La Justicia tiene la obligación de hacer las cosas bien y nosotros debemos exigir a los diputados y senadores que cumplan con lo que el pueblo quiere y para lo que los votó y no por intereses mezquinos. Si todos los que trabajan por el pueblo lo hicieran con honestidad y grandeza otra sería nuestra Patria.

Recuperemos la Patria de nuestros mayores, estamos a tiempo de recuperar todo el potencial que tiene. Argentina es mucho más… jóvenes tomen la posta para hacer una nación floreciente.

Pero nunca olviden, las palabras del Señor: “Yo soy el alfa y la omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y el que era y el que ha de venir, el todopoderoso” (Apoc. 1: 8).

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *