Rafaela fue declarada “ciudad donante”

Se trata de un reconocimiento que el CUDAIO realiza a las ciudades de la Provincia. “El mensaje que damos siempre es que necesitamos construir una sociedad solidaria, entender que con un donante salvamos diez vidas”, destacó el director de la institución.

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Este miércoles, el director del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO), Armando Perichón, declaró a Rafaela como “Ciudad Donante”. En este marco, Perichón entregó el reconocimiento al intendente Luis Castellano.

Participaron del encuentro, la secretaria de Desarrollo Humano, Myriam Villafañe; el subsecretario de Salud, Diego Lanzotti; el director del Hospital “Doctor Jaime Ferré”, Emilio Scarinci; la coordinadora de la Región de Salud Rafaela, Eter Senn; el integrante de la ONG “Honrar la Vida”, Osvaldo Minighini; y los concejales Martín Racca y Miguel Destéfanis.

El cambio es cultural

“Estoy contento de estar en Rafaela. CUDAIO siempre ha tenido buenas actuaciones dentro de la ciudad, siendo una localidad procuradora de órganos. Su hospital es uno de los históricos, junto con Venado Tuerto, Rosario y Santa Fe. En estas localidades se han donado muchos órganos y se ve la solidaridad en la gente”, manifestó Perichón, luego de la reunión con el Intendente.

“El CUDAIO ha instruido un reconocimiento a las “Ciudades Donantes” de la provincia de Santa Fe y, en esas ciudades, Rafaela no podía faltar. Hoy estuvimos con el Intendente entregando un reconocimiento. Se trata de un diseño propio de la gente del CUDAIO que nos permitió hacer algo para generar lo que nosotros llamamos una “Ciudad Donante”, o construir una sociedad donante, porque creemos que es una sociedad mejor, donde pensamos en la solidaridad, el altruismo, el dejar de ser tan egoístas, a veces, es entender que aún después de la muerte, podemos ayudar a otros”, detalló.

Con respecto a la importancia de donar órganos, el Director del CUDAIO, dijo: “El cambio es cultural. Tenemos que lograr que la sociedad entienda que cuando nosotros nos morimos, no nos sirven para nada los órganos y sí podemos permitir que otro pueda seguir viviendo”.

“En Estados Unidos, hace muchos años, decían que no nos llevemos los órganos al cielo, porque sabemos que se necesitan en la tierra. Ese es el mensaje que se necesita. Llevo muchos años en esto, y la muerte forma parte de nuestra vida. Qué mejor que ser homenajeado en nuestra muerte pudiendo donar los órganos”, cerró.

Transformar

Por su parte, Martín Racca, destacó: “Recibimos la visita del Doctor Perichón, después de décadas trabajando en la procuración de órganos, cambiando la lógica. Contar con su presencia y con una distinción habla muy bien, primero de la ciudad, y segundo, del trabajo del profesional”.

“Queremos que siga trabajando en ese sentido y lo convocamos para redoblar los esfuerzos. Y también a la comunidad. El mensaje que damos siempre es que necesitamos construir una sociedad solidaria, entender que con un donante salvamos diez vidas”, agregó.

Además, aclaró que “no es fácil conseguir posibles donantes, que son algunas patologías médicas en algunas determinadas circunstancias. Y cuando realmente tenemos, la Ley determina que el Estado puede procurar sus órganos. Entendemos ese proceso como algo colaborativo donde el diálogo es fundamental, donde el mensaje se construye antes”, sumó.

“En ese construir estamos trabajando desde hace mucho tiempo con “Honrar la Vida”, al cual pertenezco hace poco tiempo. Queremos seguir profundizando y transformando la cultura que básicamente es no llevarte lo que no te va a servir, sino dejarlo para aquel que lo necesita”, enfatizó Racca.

Concientizar

Osvaldo Minighini, de Honrar la Vida, compartió su historia personal y el origen de su lucha: “Estamos muy contentos por la visita. Hace muchos años que trabajamos juntos. Llegué en 2002 siendo papá donante. Doné los órganos de mi nena de seis años. Ella estaba sana y sin ningún problema, pero en media hora tuvo un derrame y muerte cerebral”.

Ante esta situación dolorosa, “decidimos donar sus órganos y entendí que eso hay que hacerlo y no esperar a que nos pase algo para trabajar. Desde ese momento empecé a trabajar mucho. Con el CUDAIO y con INCUCAI viajamos todos los meses a Buenos Aires, trabajamos de forma virtual y seguimos trabajando, concientizando”.

Por otro lado, reflexionó: “Cuando nos toca morir, donemos nuestros órganos porque al cielo no los llevamos”.

Además, finalizó manifestando que “tenemos más posibilidades de ser receptores de un órgano que donarlo, porque tenemos que esperar a que Dios nos llame para donar nuestros órganos. Mañana podemos necesitar un trasplante y no debemos esperar. Ayudemos para que no haya tanta gente en lista de espera”.

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