¿Por qué no buscamos algunas metas para vencer la pobreza?

Por Emilio Grande (h.).- El arzobispo de Rosario Eduardo Eliseo Martín (nació en Venado Tuerto, fue obispo de Río Cuarto y actualmente es presidente de la Comisión episcopal de Educación) ofreció en la tarde de ayer una charla sobre “Una educación para la Argentina de hoy” en un colmado auditorio de la UCSE DAR (docentes, directivos, religiosos, alumnos secundarios y universitarios, entre otros), en el marco de la misión de los obispos de la región Litoral durante tres días en la diócesis de Rafaela. «La intención ha sido subrayar el valor de la persona del educador, ya sea todo adulto que tiene vínculos con hijos, jóvenes y en el trabajo es educador, y también los docentes. En nuestra educación necesitamos revalorizar la vocación docente porque no solo es una profesión, porque tiene algo que comunicar, pasión por hacerlo y porque quiere el bien de sus educandos», destacó el prelado visitante durante una entrevista con este cronista. -En la Argentina de hoy vivimos una situación de crisis con salarios bajos de los docentes, con protestas y paros, cambios de paradigmas en la educación, los padres que pelean a los docentes, ¿cuál es su análisis? -Vivimos no solamente en Argentina sino también en Occidente de lo que se ha dado en llamar una «emergencia educativa» porque estamos en un cambio de época, donde una cantidad de valores y certezas que estaban incólumes hoy se han venido por el suelo. Además se agrega lo contextual de nuestro país, la política debe revalorizar la vocación docente asignándoles salarios justos para tener mayor libertad de educar y no tener que estar corriendo de un lado para otro para poder ganarse el pan y brindar a los alumnos una educación de mayor calidad. -En ese contexto, también está la crisis de valores en la familia y la sociedad. El obispo emérito de Viedma Miguel Hesayne había expresado hace cuatro años que «la Argentina está muy enferma», ¿comparte esta mirada? -Argentina está viva, pero tiene cosas que corregir y sanar enfermedades, necesitamos una capacidad de diálogo y de encuentro entre las personas porque no elegimos estar en este lugar, hemos nacido acá y es el lugar que la providencia nos ha dado. El desafío es construir juntos la casa común, incluyendo a todos, aún a aquellos que pueden pensar distinto, para que desde las diferencias encontrar puntos comunes. -¿Hay un divorcio entre la dirigencia política y el común de la gente con sus problemas cotidianos? -No vivimos tiempos fáciles, pero el argentino siempre, aún en los momentos más difíciles, ha encontrado recursos para salir adelante, la esperanza es siempre lo que nos anima. No se está ni tan bien ni tan mal, no es una situación catastrófica. El gobierno anterior dejó un 29% de pobres y este lo aumentó, ahora bajó un poco, ni uno ni otro está pudiendo… ¿Por qué no se sientan en una mesa después de las elecciones y buscan caminos, entendiendo que los problemas no son tan fáciles de resolver? ¿Por qué no somos más inteligentes y nos ponemos juntos a buscar algunas metas para ir venciendo la pobreza, que es una deuda que tenemos, y se resuelve con educación y trabajo digno?

Fuente: diario La Opinión, Rafafaela,19/9/17.

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