Llamado generalizado de los obispos a la reconciliación en el 25 de Mayo

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.).- Los obispos hicieron un fuerte llamado a la reconciliación de los argentinos, al diálogo y a trabajar por el bien común al presidir este 25 de Mayo los tedeums por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, en las catedrales de cada una de las diócesis. También invitaron a revalorizar las raíces cristianas de la argentinidad, llamaron a un mayor compromiso con los más pobres y exhortaron a ponerse la patria al hombro como supo pedir el hoy papa Francisco ante las autoridades nacionales al presidir la acción de gracias por la patria cuando era arzobispo de Buenos Aires. El arzobispo de Buenos Aires cardenal Mario Poli pidió que las estadísticas “no paralicen”, sino que sirvan para redoblar los esfuerzos para “aliviar el dolor de los más pobres” y “de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial”. Llamó a crear “mesas donde compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños”. El obispo de Rafaela Luis Fernánez dijo que “la corrupción no es solo un problema personal que atañe al corrupto, sino que alcanza al conjunto de la sociedad, ya que algunos bienes que deben estar puestos al servicio de todos, terminan ilegítimamente sujetos a la voluntad y goce de unos pocos”. El arzobispo de Santa Fe José Arancedo advirtió que “tanto una democracia como una libertad sin valores nos empobrece y castiga a los más necesitados. Triunfa el poder del tener y del éxito a cualquier precio sobre la dignidad del ser y el respeto hacia las personas. La pobreza no es un tema solo económico, ella tiene raíces morales en el hombre que es el que crea estructuras injustas”. El arzobispo de Paraná Juan Puiggari presidió el tedeum por el 25 de Mayo en la catedral local, donde afirmó que “la primera tarea que no puede ser postergada es la reconciliación”, y le pidió a la Virgen de Luján que los argentinos comprendan que son hermanos y que ilumine a las autoridades en un país en el que “hoy falta el pan material y el trabajo en muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la justicia en muchas mentes”. El obispo de San Francisco Sergio Buenanueva precisó que para reconciliarse hay que partir de un punto de acuerdo, que implica reconocer que el otro es igual a uno y tiene la misma dignidad y los mismos derechos. Y destacó que el pontífice ha dado ejemplo de esto, al tender la mano a “muchos que en su momento lo trataron no mal sino muy mal”. Todavía estamos a tiempo de buscar puentes de reconciliación y amistad social para el bien de todos los argentinos y el futuro de la patria.

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