La violencia guatemalteca mató a Facundo Cabral

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). El presidente de Guatemala Alvaro Colom señaló: “Sé que es difícil, pero espero que nos unamos para encontrar la verdad y capturar a estos criminales”. Que estas palabras no caigan en saco roto para el bien de Facundo Cabral y de la democracia guatemalteca.

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Por Emilio Grande (h.).- Estupor y hondo pesar mundial causó el asesinato perpetrado contra el músico argentino en la madrugada del sábado último en Guatemala, muriendo tras recibir al menos 8 balas, en un atentado perpetrado por un grupo de sicarios que interceptó el vehículo en el que se trasladaba hacia el aeropuerto para abordar un vuelo rumbo a Nicaragua. Las autoridades guatemaltecas afirmaron que los indicios apuntan a que el objetivo del ataque era el empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien había contratado a Cabral para sus presentaciones en Guatemala y Nicaragua. Más allá del caso puntual del cantautor argentino de 74 años de edad, ¿cuál es el contexto de esta dolorosa e injusta muerte? A decir verdad, fueron proféticas las palabras del sacerdote italiano Vittorio Venturini, quien fue párroco de Sagrado Corazón de Jesús de Rafaela entre 1982 y 1986, vino a nuestra ciudad con motivo de los 50 años de esa parroquia, estando actualmente radicado en Guatemala y pertenece a la congregación de San Cayetano. Ante la consulta de quien escribe este editorial durante una entrevista publicada en el diario La Opinión sobre las luces y sombras sociales de Guatemala, Venturini de 68 años fue muy claro al decir que “como sombras está la situación social, económica y política con mucha pobreza y desnutrición de niños, la salud es muy descuidada de parte de los gobiernos. También ha quedado el problema de la violencia después de 36 años de la guerra de guerrillas, de la impunidad porque prácticamente no existe justicia, hay inseguridad y la ciudad está blindada, a pesar de ello hay robos, secuestros, extorsiones y narcotráfico”. También hay que decir que Guatemala es conocida como la capital del crimen, es uno de los países más violentos del mundo y se convirtió en el primer narco-estado de América latina. La citada guerra civil fue escenario del genocidio más violento de esta región, dejando un saldo negativo de 500.000 desaparecidos y 250.000 muertos con un promedio anual de 5.500 muertos. Hoy el narcotráfico y el crimen organizado elevaron ese cifra a 6.500 muertes anuales. Los procesos electorales de Guatemala suelen ser violentos: durante los 6 primeros meses de la campaña de 2007 hubo 27 homicidios y en la campaña presidencial de este año ya hubo 32 asesinados. El cantante Alberto Cortés fue uno de los que opinó sobre el asesinato de Facundo Cabral: “ha tenido finalmente una tendencia muy grande hacia la religión, se había vuelto místico y eso quizá haya molestado a alguna gente”. El presidente de Guatemala Alvaro Colom señaló: “Sé que es difícil, pero espero que nos unamos para encontrar la verdad y capturar a estos criminales”. Que estas palabras no caigan en saco roto para el bien de Facundo Cabral y de la democracia guatemalteca.

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