La política exterior argentina

Por Isaac Kurganoff.- Conociendo al canciller Felipe Solá -menemista, duhaldista, kirchnerista-, integrante de la “amplia avenida del medio” junto con otro panqueque como lo es Sergio Massa, no puede extrañar para nada la errática política exterior que está llevando adelante la Argentina, encabezados, al menos oficialmente por otro panqueque del actual Gobierno, como lo es el presidente Alberto Fernández, y conducido desde las sombras por la emperatriz Cristina Fernández de Kirchner.
Esta introducción viene a cuento, ante la actitud adoptada por Argentina de votar a favor en las Naciones Unidas, de una resolución destinada a investigar las violaciones a los derechos humanos cometidos por el Estado de Israel contra el grupo terrorista Hamas.
Entre las naciones que votaron a favor de la investigación se encuentran países que no se caracterizan justamente en sus gobiernos por el respeto a los derechos humanos, como lo son Argentina -en una actitud abiertamente antisemita-, Armenia, Bahrain, Bangladesh, Bolivia, Burkina Faso, China, Costa de Marfil, Cuba, Eritrea, Gabón, Indonesia, Libia, Mauritania, México, Namibia, Pakistán, Filipinas, Rusia, Senegal, Somalia, Sudan, Uzbekistán y Venezuela.
Este listado es solamente para que los argentinos -judíos o no- tomen conciencia hasta qué punto se ha degradado nuestra política exterior, votando con países donde los derechos humanos no existen.
Aparte se da el contrasentido de que mientras el Presidente se pasea por Europa (Portugal, España, Francia, Italia, Alemania), mendigando apoyo para refinanciar las deudas que supimos contraer, y que no podremos pagar, pidiendo el apoyo de Occidente, nos embarcamos gratuitamente, o intencionadamente, en declaraciones conjuntas con países “progresistas”, que pregonan el progreso “regresivo”, lo que es un contrasentido, pues en pleno siglo XXI no se puede pretender volver a los años 70 (Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo, etc.)
Pero como si esta aberración no fuera suficiente, Argentina se retiró también del Grupo de Lima, que condenaba la violaciones de los derechos humanos en Venezuela, alegando nuestro Presidente, en un infantil reportaje, que la situación en cuanto a la violación de los derechos humanos en Venezuela, había disminuido o se había atemperado, cuando hay 3.500.000 venezolanos que han debido emigrar, para evitar las persecuciones y, sobre todo, la hambruna y falta de medicamentos que están padeciendo.
Y aparte son tan inoportunos en materia de política exterior, por no decir débiles mentales, que toman esta resolución en contra del Estado de Israel, justamente cuando un grupo de científicos israelíes, del Hospital Hadassa, una de las más prestigiosas del mundo, vienen a la Argentina a ayudarnos en la lucha contra el flagelo del Covid-19, al que las autoridades de nuestro país, ni su grupo de científicos han logrado controlar, sino que por el contrario cada vez hay más contagiados y fallecidos, a pesar de haber tenido la cuarentena más larga del mundo.
Lo que no escuché de parte de las impresentables autoridades argentinas, fue hasta ahora, una condena a un grupo terrorista que lanzó más de 4.000 cohetes o misiles sobre la población civil israelí.
Hablan de desproporción de fuerzas, siendo este el motivo de la investigación que pretende efectuar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y yo me pregunto: ¿Cuál hubiera sido la proporción de fuerzas? ¿Qué el Estado de Israel tendría que haber tirado la misma cantidad de misiles que tiraron estos terroristas, que por otra parte tienen sus plataformas de lanzamiento en escuelas, hospitales, etc., poniendo a los niños como escudos humanos, para luego satanizar a Israel por los daños colaterales.
Si el filo nazi-fascista Juan Perón dio asilo y nuevas identidades de los criminales de guerra nazis -a cambio de parte del oro que habían saqueado en Europa- casos Menguele, Priebke, Eichmann, y muchos otros asesinos, no se puede esperar que de los huevos de una serpiente nazcan pichones de canarios o jilgueros, sino que lógicamente nacieron serpientes con su carga de odio y veneno.
Yo les recuerdo a quienes tengan la paciencia de leer esta nota, que no es más que un desahogo, que la agresión islamista no es solo contra los judíos, pues para ellos quien no crea en Alá es un infiel que debe ser convertido o exterminado, y allí en esa categoría entran judíos católicos, ortodoxos, coptos y cualquiera sea la religión que profesan; por si no están informados les recomiendo la lectura de los siguientes libros que tratan sobre el tema “SOS cristianos” de la mundialmente conocida Pilar Rahola o “La sombra del fanatismo. Más acá y más allá del Islam” del Dr. Claudio Fantini, libros que pongo a disposición de los lectores, en calidad de préstamo, para que tomen conciencia de lo que le espera al planeta si estos bárbaros imponen sus ideas.
Otra circunstancia que no he visto resaltada en los medios hegemónicos -como les gusta decir a los kirchneristas- es que el Estado de Israel provee a la Franja de Gaza de agua potable y electricidad, así como de asistencia médica en los modernos hospitales que existen en este Estado “satánico”.
Me extraña también que el colectivo de mujeres, supuestamente “progresistas”, no hayan jamás levantado su voz para protestar contra las condiciones infrahumanas, reducidas a objetos, que tienen las mujeres que viven en países donde impera el islamismo, donde lo único que pueden mostrar, a través de los velos que obligatoriamente deben llevar, son sus ojos, y están sometidas a un régimen de esclavitud en pleno siglo XXI, pero pareciera ser que para los “progresistas” existen derechos humanos para algunas personas y para las otras no.
El judaísmo tiene casi 6.000 años de historia, mientras que el cristianismo cuenta su origen desde la aparición de Jesucristo, es decir que lleva algo más de 2.000 años de existencia; mientras que Mahoma, creador del islamismo nació en el año 570 después de Cristo, de modo que la pregunta surge por si sola: ¿Tiene o no derecho a existir una patria judía como lo es hoy el Estado de Israel en esos territorios, que ya ocupaban desde antes del nacimiento de Mahoma, creador de esa doctrina de odio, que es el islamismo?
Israel, un pequeño estado del tamaño de la provincia de Tucumán, y con 9.000.000 millones de habitantes, termina de ser ejemplo en el mundo por su programa de vacunación, y cuando todos hablaban del éxito israelí, casualmente comienza el bombardeo de Hamas, pretendiendo borrar del mapa a uno de los estados más progresistas y avanzados del mundo, para opacar el éxito obtenido en la lucha contra la pandemia.
A veces me parece que lo que agrava el problema del antisemitismo es la “envidia” que genera en otras culturas, hechos como los siguientes: a) Israel con unos 9.000.000 de habitantes tiene 10 premios Nobel, lo que es el porcentaje más alto del mundo en proporción a su población; b) con los judíos dispersos por el mundo, a raíz de la diáspora que sufrió el pueble judío por las constantes persecuciones que fue objeto a lo largo de la historia, tienen, incluyendo a los judíos radicados en otros países del orbe, unos 23.000.000 de judíos, y un 25% de todos los Premios Nobel entregados a lo largo de la historia, representando el número de judíos, incluyendo a los dispersos por el mundo, un 0,02% de la población mundial, ¿pueden con esa cifras representar un peligro para la paz mundial, como se los pretende hacer aparecer?
El judaísmo jamás fue una religión expansiva, es decir se nace judío y se muere judío, pero nunca pretendió incorporar a la comunidad, a quien no tiene sangre judía, al contrario de otras religiones como la católica, por ejemplo (recordar las guerras llamadas “Las Cruzadas”, la Inquisición, la Conquista de América, con la espada y con la cruz) y a su vez el islamismo, nacido recién por el Siglo VI después de Cristo, hoy cuenta con más de 1.800.000.000 de adeptos, algunos convencidos por la fe y muchos más conquistados y obligados a adoptar esta religión a cambio de sus vidas.
Creo firmemente que si los judíos sobrevivieron a todas las persecuciones de que fueron objeto a lo largo de la historia, los «progromos» de la Rusia zarista, el comunismo de la Rusia soviética, la Inquisición, la esclavitud a la que fueron sometidos por babilonios y egipcios, a las guerras que les declararon los países árabes una vez oficializado el Estado de Israel, también sobrevivirán a las hordas kirchneristas, por mucho que les pese a quienes hoy detentan el poder en este país.
No olvidar tampoco que Argentina fue objeto de dos atentados terroristas, en 1992 a la Embajada de Israel y en 1994 a la AMIA (Asociación Mutualista Israelita Argentina), en los que murieron, entre ambos atentados más de 100 personas y muchas más quedaron tullidos de por vida, sin contar el desmembramiento de las familias que tuvieron que padecer la pérdida de un ser querido, y no olvidar que los muertos y mutilados eran “argentinos”, judíos y católicos, no importaban sus creencias, todo ello organizado por el Hezbollá, que es otra organización terrorista similar a Hamas y con el mismo fin: la desaparición del Estado de Israel, no obstante lo cual, nuestras autoridades, incompetentes para descubrir a los autores de estos atentados, se solidarizan ahora con Hamas, condenando de antemano a las verdaderas víctimas, que son los israelíes.
Lo que no tuvieron en cuenta, quienes propician echar los judíos al mar, es que las nuevas generaciones no están dispuestas a marchar sumisamente a las cámaras de gas, donde murieron 6.000.000 de judíos ante la indiferencia del mundo, sino que defenderán con su sangre su derecho a vivir, a tener su propio Estado, y a ofrendar su vida en pos de ese ideal, y a seguir siendo, por más que les pese a muchos, la única democracia del Medio Oriente, rodeada de enemigos que se verían ampliamente beneficiados, de admitir este hecho irreversible, como lo es la existencia de una nación como el Estado de Israel, que es un vergel en medio del desierto que siguen siendo sus vecinos.

El autor es abogado del foro rafaelino.

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