La Iglesia estudia a la «Virgen que llora»

El obispo Franzini está de retiro, pero no se descarta que en el futuro se forme una comisión para juntar elementos y determinar si es un hecho sobrenatural o no. Siguen las visitas de personas de distintos lugares, inclusive de Estados Unidos.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.).- Mientras la imagen de la Virgen de Itatí sigue «llorando» en la casa de una familia ubicada en calle Buffa 1280 del barrio Villa Dominga y no cesan las visitas de gente de nuestra ciudad y desde otros lugares del país -inclusive una persona de Estados Unidos-, la Iglesia Católica «está siguiendo este caso de cerca con mucha atención, cautela y prudencia; con una observación de este hecho extraordinario y fuera de lo común, respetando los tiempos para ver cómo evoluciona, pero tampoco generar demasiada expectativa», afirma una fuente confiable del Obispado de Rafaela ante la consulta de este cronista. Por estos días monseñor Carlos Franzini está realizando un retiro fuera de la ciudad y a fin de mes presentará la carta pastoral de Cuaresma que se inicia el 22 de febrero próximo y también anunciará el tradicional gesto solidario para apuntalar los proyectos de Cáritas. Si este tema de la Virgen avanzara en el futuro, no se descartaría que el obispo diocesano podría disponer la creación de una comisión con peritos en distintas disciplinas como una herramienta para profundizar y confirmar si realmente existe esta presencia sobrenatural de Dios o de lo contrario si en todo caso sería una intromisión del «Diablo» para generar división de la Iglesia y entre los creyentes. Al mismo tiempo, hubo agentes de pastoral de la parroquia San Pedro-Santa Josefa Rossello que se acercaron personalmente hasta la casa sencilla y humilde de Raquel Benitez para que tuviera un encuentro con el párroco Alejandro Mugna, pero hasta el momento se desconocía si se produjo. Otras fuentes eclesiásticas consultadas están en esta línea de cautela para dejar que la «cosa» se vaya clarificando, juntándose elementos para determinar si es la presencia amorosa de Dios y responde a los valores que pregona el Evangelio. En los últimos siglos hubo distintas apariciones de la Virgen María, por ejemplo Luján y San Nicolás en la Argentina, Guadalupe en México, Medugorje en la ex Yugoslavia, en Siracusa -Italia- la «Madonna delle lacrime» (Virgen de las lágrimas), entre otras. «No hay una norma común que se pueda seguir en todos estos casos, pero hay que dejar fluir este fenómeno porque si es Dios se conocerán nuevas novedades y si no lo es también se manifestarán. Hay que darle tiempo al tiempo para descubrir de qué se trata», aclara otra fuente consultada.

VISITA PERSONAL En los últimos días fui dos veces al lugar: el sábado último por la mañana pero está vedado el ingreso para hacer una visita a la Virgen (las visitas se pueden realizar de lunes a viernes de 9 a 12 y de 16 a 18), buscándose preservar la privacidad de la familia que se fue perdiendo. Sin embargo, la gente va lo mismo y Raquel deja pasar a la gente que es de afuera. «Antes rezaba a mi manera y no creía en la Virgen, pero ahora estoy aprendiendo a rezar el rosario y se manifiesta en sueños pidiendo la conversión de la gente porque está todo «patas para arriba», pidiendo por salud y trabajo», cuenta a este cronista. Su familia se completa con su marido Néstor (trabaja en Menara) y tres hijos: Susana, Leonardo y Solana, su yerno Cristian y su nieto Santino. La vivienda muy precaria está al fondo del terreno que lo compraron y ya empezaron a construir adelante otra de losas, estando previsto también hacer una capilla. «Ya estaba prevista previo a todo esto y ahora con más razón porque cumplió muchos pedidos y así se le puede dar más comodidad a la gente», agrega. Admite que no va a misa y tiene que hacer un «camino catequístico» para recibir los sacramentos, pero todavía no habló con sacerdotes. «Ahora ella (por la Virgen) va guiando, hay que esperar y cada cual se toma su tiempo». La segunda visita que hice fue en la mañana del lunes pasado. A las 9 rezaron el rosario y a lo largo de la mañana fue casi permanente la llegada de personas que van a visitar a la Virgen, escuchando testimonios sobre la imagen llorando, curaciones y conversiones de la gente. Continuando con el relato de Raquel cuenta que «pasaron las mil y una», mencionando que «cuando vivíamos en Recreo nos agarró la inundación y perdimos todas las cosas. Entonces decidimos venir a Rafaela por cuestiones de trabajo». En estos años mucha gente los ayudó para salir adelante y así poder mejorar su situación socioeconómica. A decir verdad, se deberían acercar las partes entre la familia y la parroquia para buscar puntos de «encuentro cristiano», sumado a que Dios siga obrando en esta situación para ir clarificando sobre esta presunta aparición de la Virgen.

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