La familia como institución y soporte de la sociedad: más que nunca hoy…

Por Alicia Riberi.- Familia, vaya que palabra, que valor… Dios creó a la familia para que sea la unidad fundamental de la sociedad y la tiña de valores para construir un  futuro que sea bueno para todos. La familia debe formar y educar a cada uno de los hijos para que se sostenga siempre firme a pesar de los embates de la vida.

Que pasó  hoy con la familia, se está desmoronando, es como si fuera el alud de una montaña. Hemos bombardeado a la familia con disvalores y es el sálvese quien  pueda. La tablet, el celular, la televisión fueron reemplazando el diálogo, el encuentro ameno y hoy solo haría falta decir basta y darle un nuevo formato a la familia. Y no digo eliminar todo eso, pero si ponerle un tiempo y dar tiempo de calidad a los hijos, para que no sientan la necesidad de ir a sus juguetes favoritos. Dejar de luchar por la juventud eterna, porque es absurdo, ya que en algún momento hemos de envejecer y morir.

Transitar el camino de la vida no es fácil, hay tormentas, turbulencias, desencuentros, amaneceres, festejos, alegrías, despedidas, pero cuando lo pasamos solos o con personas que no ocupan un gran lugar en nuestras vidas o son intrascendentes, es angustiante, pero si compartimos todo eso con una familia que se encuentra fuerte en su cimiento, se soporta más livianamente.

Si hacemos un paneo en la sociedad de hoy, sentimos un gran dolor, porque se han obviado valores trascendentes, la vida, que es lo más esencial, a la que todos tuvimos derecho y gracias a eso pudimos desarrollarnos y  ahora se cuestiona si hay vida, si debe cuidarse desde la concepción. Lamentablemente veo padres, madres, abuelos, que han sido olvidados, que no cuentan con una familia que los vea periódicamente y en realidad no me pregunto que hicieron para estar así, sino que me pregunto, como puede ser, si hasta los animales se cuidan entre ellos y si tal vez fallaron, la venganza, no es el camino. Todo lo que hacemos vuelve y es así. En algún punto debemos cortar la cadena para evitar la autodestrucción del ser humano.

La familia cristiana está en la mira del enemigo, debemos luchar con el conocimiento de la palabra, para volver al concepto inicial que Dios le dio a la familia, la forma perfecta como ÉL la realizó y la estructura que ÉL le dio para que la familia pueda cumplir los propósitos con que Dios la creó -según la Biblia, la familia-.

Quiero compartir con ustedes un trozo de un texto maravilloso de José María Rodríguez Olaizola: Un día decidimos subir a la barca y confiarte el timón. Desde entonces navegamos por la vida….A veces nos sentimos tentados de abandonar el barco, de cambiar de ruta, de refugiarnos en la seguridad de la tierra firme. Pero Señor, ¿a quién iremos… si solo  tú puedes ayudarnos a poner proa hacia la tierra del amor y la justicia?

Finalmente yo puedo afirmar que el Señor es el timón seguro, es el amigo fiel, es el compañero de ruta que a pesar de nuestras infidelidades, no nos abandona y puedo asegurar que si nos guiamos por su palabra, llegaremos a puerto seguro. Hay muchas inseguridades, miedos, pero con el sostén de Cristo, el acompañamiento de María y la fuerza del Espíritu Santo, nadie podrá derribarnos.

Recuperemos la calma, la cordura y veremos juntos un horizonte diáfano y promisorio, sino solo veremos la destrucción del mundo por el hombre mismo.

La familia es la institución más valiosa de la sociedad, es el  soporte y si se afianza lograremos vencer los vientos huracanados y los grandes monstruos que amenazan destruirnos, la indiferencia, el odio, la mentira, la incoherencia, el egoísmo, el materialismo, la ambición de poder.

¿Lo intentamos juntos?

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