Por Sergio O. Zenklusen.- Este miércoles 17 de enero se realizó una conferencia de prensa en calle Urquiza 323 de esta ciudad. En la misma casa del barrio alberdi, ubicada justo de frente al estadio de Atlético, en donde se habrían producido ¡durante 10 años! todos los abusos hacia las denunciantes; ambas familiares directas de Emanuel.
La sensación fue de tristeza. No hubo otra percepción. Parte de una familia frente a los micrófonos reclamando por la inocencia de Emanuel, quien fue condenado a prisión en diciembre pasado, con una pena similar a la que recibe un homicida. Increíble.
El Tribunal local que juzgó a Emanuel Suárez, resolvió condenarlo a la pena de 12 años y 6 meses de prisión, tras encontrarlo penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal en un número indeterminado de veces y abuso sexual gravemente ultrajante en número indeterminado de veces en concurso real, contra dos sobrinas.
En la conferencia volvieron a quedar expuestas todas las inconsistencias que determinaron este fallo. Primero habló Soledad, hermana de Emanuel, indicando que cuando todos todavía eran menores; el ahora condenado y sus sobrinas convivieron en esa vivienda con la presencia de varios familiares, con las puertas abiertas y sin que nadie haya visto nada ni siquiera sospechado. Si algo hubiera ocurrido allí, era imposible ocultarlo, máxime tratándose de niños y después adolescentes.
Emanuel tiene ahora 34 años y sus sobrinas 26 y 24. Según el relato ya que existen todas las dudas sobre la veracidad del mismo, estas chicas fueron abusadas sexualmente desde niñas y hasta su adolescencia ¡durante 10 años, en la misma casa, con varios convivientes en la misma y sin que nadie notara nada! Parece algo de ciencia ficción.
Sigue el relato que intenta sustentar el fallo. Estas chicas que denunciaron semejantes ataques -que habrían comenzado cuando los tres involucrados eran todavía niños- muchos años después indicaron que fueron abusadas sexualmente por el hermano de su padre, el ahora condenado Emanuel. Sigue siendo increíble que estos supuestos ataques, durante ¡10 años!, ocurrieron siempre en la misma vivienda, nunca en otro sitio, y junto a convivientes dentro de ella que nunca vieron nada durante una década.
El relato impuso que la violencia fue sistemática a lo largo de los años y que recién en 2015, estas chicas ya adolescentes y supuestamente por una discusión que generó la ruptura familiar, decidieran finalmente relatar lo sucedido a su madre. Primero habló una de ellas y luego la otra.
Melisa, la esposa de Emanuel y madre de su único hijo, visiblemente afectada por la situación que tiene que atravesar, explicó que su esposo se encuentra bien y con entereza transitando todo este martirio. Habló sobre el régimen de visitas y que tanto ella como su hijo lo pueden ver regularmente debido a que se encuentra detenido en esta ciudad.
Por último, uno de los abogaos defensores de Emanuel, Alejandro Otte habló sobre los pasos a seguir luego de la condena. A pesar de que en este mes de enero se transita el periodo de feria judicial, Otte señaló que se están analizando todos los fundamentos del fallo para presentar la apelación al fallo de Primera Instancia.
Cuando fue consultado sobre si existió en el Tribunal alguna arbitrariedad y hasta ensañamiento al no escuchar razones de la defensa para evitar semejante condena, el letrado dijo que no. No obstante sí se refirió al hecho de que toda la prueba presentada por la defensa no tuvo el mismo trato a lo presentado por la fiscalía. También Otte se refirió a una perito que actuó en la causa, que es también funcionaria pública, la cual presentó un determinado argumento previo al juicio, que luego cambió totalmente al momento de celebrase el mismo. Para ella, se está analizando si cabe alguna demanda penal ante la posibilidad de haber incurrido en algún delito.
¿Terrorismo judicial?
Al final de la conferencia, el abogado Otte dejó una preocupante sentencia para todos aquellos que puedan llegar a ser víctimas de una falsa denuncia, tal es el caso de Emanuel que también podría haber sido víctima de una, más allá del fallo judicial de diciembre.
Otte expresó que en líneas generales la gente no conoce lo que sucede con este tipo de denuncias que afectan a muchas personas. Hoy, sólo basta que una mujer diga que fue abusada, que lo haga trascender dentro de su grupo de familiares y amistades, y que luego lo denuncie. Si llega a juicio y tiene el testimonio favorable de algún allegado que declare a su favor, es muy probable que esa persona señalada termine condenada. Por más peritos médicos que indiquen que no hay rastros de abuso o de violación; o de aquellos que realcen una pericia psicológica indicando que esa persona no fue atacada sexualmente, igualmente es muy probable que surja una condena para aquel que fuera señalado. Realmente un testimonio de terror que indica claramente hasta qué nivel de vulnerabilidad se ha llegado.
Fuente: muro de Facebook de revista Palpilar.