Por Emilio Grande (h.).- En las últimas semanas, el gobierno provincial está en el ojo de la tormenta por dos graves problemas sin resolver: la inseguridad con cambios de funcionarios y el reclamo de estatales y docentes por el adelanto de los aumentos y la reapertura de paritarias.
Por un lado, frente a la grave crisis provincial en materia de inseguridad, con epicentro en Rosario con 170 homicidios en lo que va del año, recientemente renunció el ministro de Seguridad Jorge Lagna, siendo reemplazado por Rubén Rimoldi, como así también la cúpula de la policía provincial.
Al respecto, la colega María Herminia Grande (oriunda de Rafaela y radicada desde hace años en la ciudad de Rosario) opinó en este programa radial que “esto no es cosa de un Gobierno, más allá de lo que diga Pullaro (ex ministro de Seguridad) empezó hace bastante tiempo atrás, unos 10 años, fue una carrera vertiginosa. Se mezclan varias cosas, no solamente los asesinatos por el crimen organizado, que está atomizado porque los titulares de estas organizaciones fueron presos, especialmente Los Monos, cada uno se hizo dueño de un territorio. Hubo un hito que fueron los crímenes del Fantasma Paz, el Pájaro Cantero y Luis Medina, a partir de ahí la violencia creció desmesuradamente desde el 2012. También se incorporó el juego clandestino y la connivencia de ciertos sectores político, financiero y policíaco”.
A decir verdad, esta grave situación de inseguridad es muy compleja porque se vive tanto en las grandes ciudades como Rosario y Santa Fe, las medianas como Rafaela, localidades pequeñas como Frontera y en la zona rural. No es una “sensación” como dijo en su momento Aníbal Fernández en 2006 cuando era ministro del Interior de Néstor Kirchner.
Interactúan diversos factores como la delincuencia tradicional, el aumento sostenido del narcotráfico en todo el país con las bandas manejando y disputando territorios; la connivencia entre la mayoría de los jefes policiales, dirigentes políticos y algunos jueces; la falta de trabajo o precariedad laboral; el aumento de la pobreza en más del 40%; entre otros. No es un problema nuevo sino que lleva un par de décadas, que lamentablemente se fue profundizando con los distintos gobiernos peronistas y socialistas.
Por otro lado, están los paros docente y de estatales en la tercera semana que llevan adelante los gremios AMSAFE, ATE y UPCN en el territorio provincial, exigiendo la anticipación de aumentos salariales y la reapertura de paritarias.
En una entrevista con Adrián Oesquer, delegado de AMSFAFE Castellanos, en este programa radial dijo que “el 8 de julio, mediante una nota al Ministerio de Trabajo, hicimos el pedido de convocatoria de paritarias y no tuvimos ningún tipo de respuesta; por eso hemos llegado a la asamblea provincial con este plan de lucha, manifestando el descontento y malestar que hay en toda la docencia ante la negativa del Gobierno de sentarse a discutir y no responde o lo hace a través de los medios con los funcionarios, diciendo que no nos van a llamar, cuando está incumpliendo una ley que establece que cualquiera de las partes puede solicitar la convocatoria y la otra parte responder en un plazo perentorio”.
En la coyuntura, este viernes hubo paro de los docentes a nivel provincial y los dirigentes anunciaron 72 horas para las próximas dos semanas. Este jueves y viernes también hubo paro de los gremios estatales. Frente a este complejo escenario, el Ministerio de Trabajo convocó a paritarias para el 1 de setiembre. ¿Ratificarán los docentes las medidas de fuerza previstas para las próximas dos semanas? Por el momento, siguen con el plan de lucha.
Por lo analizado, en ambos problemas (inseguridad y reclamo de docentes y estatales) el gobierno provincial parece no encontrarle la vuelta para buscar soluciones de fondo a estas cuestiones. Hay que estar atentos en las próximas semanas sobre la evolución de los casos de inseguridad (si aumentan, se mantienen o disminuyen) y los resultados de las paritarias.