El Papa exhorta al alto al fuego inmediato en Gaza

Una vez más pide «trabajar incansablemente» por el fin de la guerra, especialmente por la «sufrida y exhausta población civil». También recuerda a Alejandro, un soldado ucraniano de 23 años que murió en el frente de combate.

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Por Sebastián Sansón Ferrari.- «Lamentablemente, siguen llegando tristes noticias desde Medio Oriente», expresó el Papa Francisco antes de saludar a los peregrinos italianos presentes en la Audiencia General del miércoles 3 de abril en la Plaza de San Pedro. 

El Santo Padre renovó su firme llamamiento a un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza y manifestó su profundo pesar por los voluntarios asesinados mientras participaban en la distribución de ayuda humanitaria en Gaza. Se trataba de siete trabajadores humanitarios de la organización no gubernamental World Central Kitchen (WCK) que fallecieron en un ataque aéreo israelí.

El Obispo de Roma rezó por ellos y sus familias y exhortó, una vez más, a que «se permita a la población civil, extenuada y sufriente, acceder a la ayuda humanitaria y que se libere inmediatamente a los rehenes». «Evitemos, dijo el Pontífice, cualquier intento irresponsable de ampliar el conflicto en la región y trabajemos para que esta y otras guerras que siguen llevando muerte y sufrimiento a tantas partes del mundo terminen cuanto antes. Recemos y trabajemos sin descanso para que cesen las armas y vuelva a reinar la paz».

Luego, Bergoglio solicitó no olvidar a la martirizada Ucrania, donde siguen registrándose «tantos muertos», aseguró, y mostró un rosario y un ejemplar del Nuevo Testamento dejado por un soldado que murió en la guerra. «Este muchacho se llamaba Oleksandr – Alejandro: 23 años», sostuvo.

El Papa muestra el ejemplar del Nuevo Testamento y el rosario que le dejó un soldado ucraniano que murió durante la guerra. (Vatican Media)

El Papa muestra el ejemplar del Nuevo Testamento y el rosario que le dejó un soldado ucraniano que murió durante la guerra.

“Alexander leía el Nuevo Testamento y los Salmos y había subrayado en el libro de los Salmos, el Salmo 129: ‘Desde las profundidades a ti clamo, Señor; Señor, escucha mi voz’. Y este muchacho de 23 años murió en Avdivka, en la guerra. Dejó una vida por delante. Y este es su rosario y su Nuevo Testamento, que leía y rezaba. Me gustaría que todos hiciéramos silencio en este momento, pensando en este joven y en tantos otros como él, que murieron en esta locura de guerra. La guerra siempre destruye. Pensemos en ellos y recemos.”

Fuente: https://www.vaticannews.va/es

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