“Cuando nos atacan, estamos juntos y nos da la fuerza para seguir adelante”

Es la mirada del rafaelino Daniel Kurganoff, radicado hace casi 20 años en Israel, sobre el reciente conflicto con el grupo terrorista Hamas. “Se llegó a un acuerdo de alto fuego con la intermediación de Egipto”, agregó el abogado en el programa radial “Sábado 100”. Afirma que el coronavirus fue casi superado y la mayoría de la población fue vacunada con 2 dosis de Pfizer.

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Por Emilio Grande (h.).- Luego de una semana del recrudecimiento de los ataques del grupo terrorista Hamas a Israel y la respuesta del ejército israelí a los territorios palestinos (Franja de Gaza y Cisjordania) en Medio Oriente, en los últimos días hubo una tregua de fuego con la intervención del gobierno de Egipto.

“Había un poco de tensión con una paz en Israel que siempre es tensa y cualquier cosa puede encender el conflicto; se originó en la época del Ramadán, que es una fiesta sagrada de los musulmanes, donde también era el día de Jerusalén. La explanada de la mezquita donde ellos rezan queda en la parte de atrás del Muro de los Lamentos y normalmente para esa fecha hay problemas, con presencia policial para evitar los conflictos y estos fueron mayores. Hamas hizo un ultimátum que si la Policía no se retiraba iba a tirar misiles (hasta este momento más de 3.000), cumplió y ahí empezó todo”, expresó el doctor rafaelino Daniel Kurganoff, radicado hace casi 20 años en Israel, durante el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela, conducido por quien firma esta entrevista.

Y agregó: “Se llegó a un acuerdo de alto fuego, estamos tranquilos de nuevo con la intermediación de Egipto, las dos partes aceptaron una tregua y otra vez estamos respirando; la gente que vive en el sur del país puede salir de los refugios, que están en las plantas bajas de los edificios, hay también en lugares públicos y en los departamentos nuevos que obligan a construir con un cuarto blindado”.

Es hijo de una tradicional familia de nuestra ciudad, siendo hijo de Elke e Isaac Kurganoff. Está casado con Deborah Duschkin, de la ciudad de Santa Fe, quien es fotógrafa y dueña de un jardín de infantes, teniendo dos hijos: la de 20 está en el ejército y el de 13 es estudiante. Viven en la ciudad de Ra’anana, conocida como la “Perla del Sharon”, a 15 minutos de Tel Aviv.

-Después del ataque de Hamas, el gobierno de Israel salió a defenderse, ¿por qué?

-El Ejército de Defensa del Estado de Israel busca los lugares donde se mandan los misiles y los neutraliza, tratando de liquidar a los líderes de Hamas, quienes son los terroristas responsables, pero se escudan entre los civiles, muriendo civiles de ambos lados. Las principales víctimas de Hamas no somos los israelíes sino los propios palestinos que viven bajo su dictadura y no pueden manifestarse en contra; el palestino común quiere vivir en paz, pero no puede hacer absolutamente nada.

-Previo a la tregua que impulsó Egipto, el presidente de Estados Unidos Biden le había pedido a su par de Israel Netanyahu frenar este conflicto, sin una respuesta positiva, ¿cómo fue ese acuerdo?

-Cuando se producen estos enfrentamientos, hay representantes internacionales que tratan de intervenir para llegar a un cese del fuego, entre ellos Biden, que pudo haber tenido influencia; el primer ministro le dijo: “hasta que Israel no logre los objetivos planteados no iba a parar”. Desde Egipto hubo conversaciones con ambas partes, que fue fundamental, y lograron llegar a un acuerdo.

-¿En los últimos años hubo diálogo entre el Gobierno de Israel y la Autoridad Palestina?

-No hay un interlocutor válido, los palestinos de Gaza están gobernados por Hamas y no le interesa dialogar, su objetivo es eliminar a Israel del mapa. Con los que se pudo hablar fue con Fatah de Cisjordania. Ahora Hamas también quiere conquistar Cisjordania y agarrar el poder en la Autoridad Palestina. Vivo a 80 km de Gaza y a 20 km de Cisjordania; estoy en la ciudad de Ra’anana, conocida como la “Perla del Sharon”, a 15 minutos de Tel Aviv. En este lugar vivimos mucho más tranquilos

-A lo largo de los siglos desde antes de Cristo el pueblo judío sufrió persecuciones y deportaciones, ¿cómo se mantuvo el espíritu judío en pie?

-Nosotros decimos “el pueblo de Israel vive”. A pesar de las grandes divisiones que hay en la sociedad israelí con problemas internos, que no son pocos, cuando nos atacan nos unimos, estamos todos juntos y nos da la fuerza para seguir adelante. Tenemos uno de los ejércitos más fuertes y más importantes, pero también más humanos del mundo; cuando tiene que bombardear un edificio donde fabrican armas o hay inteligencia de Hamas, llama a todos los habitantes del edificio para que se vayan y evitar ser blancos de ataques o desde los aviones tiran folletos sobre Gaza dónde van a bombardear para que la gente se aleje de esos lugares.

-¿Cómo está la situación del coronavirus y la vacunación?

-Acá estamos como si el coronavirus no existiera, vivimos una vida totalmente normal gracias a Dios, salimos a la calle sin máscaras; solamente se usan en los lugares cerrados, pero la semana que viene dejan de ser obligatorias. La mayoría de la población fue vacunada con 2 dosis de Pfizer y ya no se habla de cuántos casos nuevos hay por día, casi no hay enfermos de coronavirus nuevos y quedan pocos enfermos graves y con respiradores; en la peor época había secciones de los hospitales destinadas a esta enfermedad y los que quedan están internados en habitaciones comunes.

-¿Cuáles fueron los motivos por los que te fuiste de Rafaela hace casi 20 años y qué cosas extrañas?

-Lo que más me tira son los afectos: la familia, los amigos y Atlético; de hecho cuando voy para allá trato de ver algunos partidos. Me fui el 25 de diciembre de 2002, año difícil para la Argentina; sufrí un accidente de tránsito y estuve internado casi 2 meses. Veía que la situación en Argentina no mejoraba, trabajaba como abogado con mi viejo y veía que con tantos años de profesión cuánto renegaba para poder salir adelante. Entonces dije: “voy a intentar en Israel, si no puedo ser abogado me voy a volver a la Argentina”. Primero aprendí el idioma, en diciembre de 2005 recibí la matrícula profesional y empecé a trabajar; me adapté y estoy muy bien acá. Antes del coronavirus trataba de viajar todos los años con mis hijos para encontrarse con mi familia de origen. Se extraña mucho, pero con la tecnología de zoom y whatsapp podemos estar en contacto permanentemente.

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