¿Cómo solucionar el caótico tránsito en la ciudad de Rafaela?

Por Emilio Grande (h.).- El problema no es de ahora y desde hace muchos años que se viene agravando con el aumento del parque automotor, actualmente de 88.000 entre 31.000 autos, 46.000 motos y el resto son utilitarios, camionetas, camiones (en los últimos dos años los autos crecieron un 16% y las motos un 18%). A decir verdad debemos convivir con un caótico tránsito de Rafaela, pero las últimas administraciones municipales no quisieron, no pudieron o no supieron encontrarle la vuelta. «El tránsito se ha transformado en uno de los grandes desafíos de las ciudades de toda escala; de transformación de escala media a ciudad grande como está ocurriendo en Rafaela con un parque automotor en crecimiento constante desde hace unos años, propone nuevas estrategias y nuevos desafíos en la gestión, atendiendo los esquemas de movilidad. Desde hace unos años, el Municipio ha tomado la problemática del tránsito como uno de los ejes prioritarios, lo expresado por el Intendente en varias oportunidades, con un control mucho más firme, con la realización de operativos preventivos», expresa el secretario de Gobierno y Ciudadanía del Municipio Eduardo López en una entrevista con este cronista. Citó que desde enero del 2012 a diciembre de 2017, los operativos preventivos, que desarrolló el área de Control Público que depende de la Secretaría de Gobierno, contabilizaron 1.541.835 vehículos controlados, con aproximadamente 93.000 actas labradas, 196.000 infracciones cometidas con un promedio 2 a 1 entre infracción y acta, de las cuales 43.000 por no uso de casco (22%) y 6.126 motos retenidas. «Son números que impactan en la cantidad, pero es altísimo en la comisión de infracciones, siendo las más comunes inicialmente al no uso del cinturón y no uso del casco. En las estadísticas del año pasado 60 por mes del no uso del cinturón y la del no uso de casco permanece en un número alto, la principal infracción por la que se siguen labrando actas. En 2012 con casi 10.000 infracciones por no uso del casco en un año y en 2017 fueron unas 6.000; hace 5 años también eran 10.000 por no uso del cinturón y el año pasado bajó a 700», agregó. -Las motos circulan a alta velocidad, hacen maniobras peligrosas y son un problema. -Lo que vemos es el no apego a la norma en los vehículos de menor porte que son los que mayor riesgo tienen: no respetan el semáforo, se meten en contramano, no usan casco, van a velocidades por fuera de las permitidas. En 2017, del total de 11 fallecidos por accidentes de tránsito el 70% pertenece al grupo etario entre 15 y 40 años, varones, motociclistas y sin uso de casco. Hay otra franja que también tiene un riesgo alto que son los mayores de 65 años. La tasa de muertos por siniestralidad permanece arriba de dos dígitos desde hace más de 5 años, estando por debajo del promedio nacional que es de 18 muertos por cada 100.000 habitantes y el promedio provincial de 15. Hay que trabajar fuertemente sobre las conductas con cuatro pilares equilibrados: 1) estructura de la traza vial como la señalización vertical y horizontal, control de velocidad, semaforización; 2) otro es la cuestión educativa; 3) controles y 4) sanciones. -Sobre las sendas peatonales, ¿no hay continuidad en la marcación frente en la plaza 25 de Mayo? -Las políticas educativas son a largo plazo, el año pasado se puso en marcha el programa «Gracias por respetar» que premió a los conductores que respetaban el paso de los peatones en las sendas del microcentro en colaboración con el Paseo del centro y el grupo de voluntarios de Defensa Civil, una política pública exitosa. Hay que acompañar con medidas estructurales como el pintado de sendas peatonales, demarcación de carriles exclusivos y tránsito específico como motos y ciclocarriles, bicisendas o camiones en la ruta, en concordancia en lo educativo sobre el respeto al peatón. En los accidentes hay tres componentes: alta velocidad, el no apego de la norma (no uso del casco y no respeto de las señalizaciones) y consumo de alcohol; hay que trabajar con el programa «El conductor designado» y aprovechar la movida gastronómica de la ciudad e involucrar a los comercios. -Hay avenidas con semáforos onda verde y otras que no tienen este sistema como Suipacha y Brasil Salva; se producen «cuellos de botella» en Maipú Sarmiento y Pellegrini Alem, con tres carriles esperando el verde y luego al cruzar bulevar Lehmann hay autos estacionados en ambos costados; o en la esquina de San Martín Lavalle que no corta para dar tiempo a que crucen los peatones. -El tema de la movilidad en las avenidas y calles de conectividad hay que reanalizarlo para darle una elasticidad en función del movimiento. Son sistemas inteligentes, en el momento de mayor flujo la semaforización está gestionada de una manera y en los de menor flujo tiene otra manera. Hay que darle una mirada con aplicación de tecnología para tener una conciencia más de entendimiento de la movilidad como algo elástico, con diferencias en algunos horarios del día y de los días de semana a los fines de semana, un análisis basado más en la estadística y el recuento del flujo; con sistemas estáticos que gestionan siempre de la misma forma hay más riesgos de ocurrencia de lo que estás planteando. Hay que tener una mirada conjunta con el área de ingeniería de tránsito sobre esta problemática. -Debido al aumento del parque automotor, ¿cómo incentivar el mayor uso de los minibuses con frecuencias más seguidas y de las bicicletas? -Hoy tenemos un sistema de transporte público que es mejor del que teníamos, otra de las prioridades que el Intendente ha planteado; se mejoró mucho la flota, se han incorporado nuevas unidades adaptadas para personas con capacidad o movilidad reducida. Apuntar a lograr un número, una frecuencia y una llegada lo más dinámica posible para toda la ciudad, para que la gente entienda que la mejor manera de transportarse es el público, más eficiente, sustentable, menos costoso y desincentivar el uso del automotor en forma particular para venir a trabajar al centro. Todo va atado a que las unidades del transporte tengan frecuencia y estén en condiciones, el uso de motos y bicis que tengan lugares dónde estacionar, con bicicleteros en el lugar. -En algunos barrios faltan nomencladores y existen calles que no están conectadas, Quirós y Cossettini entre los barrios Ilolay y Juan de Garay. -Hay que mirar la movilidad desde un punto de vista más elástico. Personal de ingeniería de tránsito propuso en algunos lugares cambios de sentidos de circulación de calles y hubo mucha resistencia: las de doble mano para pasar al sentido único. Seguramente hay puntos en la ciudad que pueden ir quedando como lugares a trabajarlo y otras deudas pendientes; es una construcción territorial con los vecinos y referentes de las vecinales. Antes de cambiar la circulación de una calle públicamente, hablamos con cada vecino que vive en el sector y en algunos casos hemos cambiando con alternativas distintas.

Algunos puntos conflictivos

  • Eliminar el estacionamiento en uno de los costados en las primeras cuadras de Sarmiento y Alem, porque cuando el semáforo se pone en luz verde desde Maipú y Pellegrini es un cuello de botella para cruzar bulevar Lehmann.
  • No estacionar en uno de los costados en Belgrano y Necochea, entre otras, en las cuadras del microcentro en horarios de comercio.
  • Generará menos lugares para estacionar, pero en el futuro habrá que construir playas de estacionamiento como hay en otras ciudades.
  • Continuar la construcción de las sendas peatonales alrededor de la plaza 25 de Mayo porque mucha gente cruza todos los días. Faltan sendas peatonales en los barrios y hay que pintar las existentes en bulevar Santa Fe.
  • Falta onda verde en los semáforos de las avenidas Brasil-Salva y Suipacha, provocando que los conductores busquen calles alternativas.
  • El semáforo de San Martín y Lavalle se pone en rojo al mismo tiempo y los peatones no pueden cruzar con tranquilidad.
  • Mejorar el transporte de pasajeros, comprando nuevas unidades, con frecuencias cada 10 o 15 minutos (hoy cada media hora), especialmente de lunes a viernes, con trayectos directos desde los barrios al centro. Así, podrían usar menos autos y motos.
  • Muchos motociclistas circulan a altas velocidades, sin casco, transportando en algunos casos a 3 o 4 personas (grandes y chicos).
  • No tienen continuidad las calles Mariano Quirós y Antonio Cossettini entre los barrios Ilolay y Juan de Garay.
  • Hay que abrir algunas calles en el barrio La Cañada, en el sector del canal Sur para evitar que circulen por el barrio Pizzurno.
  • Achicar los extensos cordones amarillos en las ochavas, que sacan lugares para estacionar.

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 22/01/2018.

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