El pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Rafaela quiere expresar su cercanía a la comunidad de Frontera, por este momento difícil que se vive en cuanto a la inseguridad.
Días pasados una de las parroquias había sufrido la profanación del sacramento de la Eucaristía en el templo. Hace dos días nuevamente sucedieron actos de robo y destrozos en dependencias de las dos parroquias de la ciudad.
Junto a los sacerdotes Raúl Cortés (párroco de Fátima) y Antonio Grande (párroco de Guadalupe), a las comunidades cristianas, a los vecinos auto convocados y a toda la población, queremos expresar nuestra solidaridad y recurrir una vez más a quienes tienen la responsabilidad de cuidar el bien común, la seguridad y la tranquilidad de la población, para que intensifiquen la búsqueda de medios eficaces en orden a combatir este flagelo que pareciera no detenerse ante nadie ni nada.
Nuestro mensaje desea especialmente en este tiempo difícil alentar y llevar esperanza y consuelo a los hermanos de la ciudad de Frontera, implorando -con la oración- nuestro pedido a Dios de una sociedad más justa y fraterna, y con este mensaje a los diversos organismos del estado y la sociedad, la responsabilidad de cuidar celosamente por la vida y la dignidad de los ciudadanos.