Por Ricardo Miguel Fessia.- “Si la oposición llega al gobierno, habrá una ‘convulsión social’ como la que hoy existe en Jujuy”, expresó hace un par de días el diputado oficialista Eduardo Valdés.
En el mundo de los abogados decimos, “a confesión de parte relevo de pruebas”.
Tal vez y en un rapto de racionalidad, luego la trató de arreglar. “Hay que garantizar la paz social y en eso el Frente de Todos tiene probada experiencia. Me preocupa que si gana Cambiemos eso no suceda”. Casi como Moisés desde las estribaciones del Sinaí.
Otro compañero ya lo dijo como sentencia mayor al pueblo: “el que avisa no traiciona”, acodado a la barra del restaurante en el que trabajó cuando llegó a la gran ciudad desde su Catamarca natal. Bueno, esto del hombre acodado y del restaurante es un giro literario de nuestra imaginación, una licencia permitida.
Hay “extensa y unánime jurisprudencia” para seguir con lenguaje abogadil, que en términos profanos, sería “es sobradamente conocido” que el peronismo en la oposición se dedica a fragotear y en el Gobierno divide, usurpa y destruye las instituciones republicanas. Del primer ensayo puede dar cuenta Arturo Frondizi, valiéndose de la interna militar y su segunda puestas en escena la padeció con Arturo Illia ya en forma abierta y desembozada se sentaron Vandor y Alonso en la jura del dictador Onganía. Luego vino lo de Alfonsín, De la Rúa y Macri que por ser reciente obviamos mayores datos.
Más allá de las expresiones del tribuno capitalino que reviste como legionario del “Frente de todos y todas”, forma parte de uno de los preceptos no escritos de ese padre nuestro que son “Las veinte verdades peronistas” el de amenazar, primero, y luego ejecutar acciones a los posibles futuros gobernantes para que sus vidas se tornen un verdadero infierno en donde y de ser necesario, puede correr sangre.
Existen formatos diversos y manifestaciones varias para expresarse, tal vez la forma más acabada es el arrojar piedra en cantidades.
Aquellos cánticos de “vamo a volve”, siendo ellos mismos el gobierno nacional y el de la gran mayoría de las provincias tiene su versión empírica en el infierno que están dispuestos a desatar en cualquier lugar y bajo situaciones diversas.
Realización efectiva: la pasada fecha patria en San Salvador de Jujuy que estuvo precedida de un ensayo en Purmamarca con el corte de la ruta internacional.
El infierno está la vuelta de la equina es el mensaje siendo ellos mismos Gobierno, pero apuntando a los que descaradamente se quieren presentar a la próxima compulsa electoral y con aspiraciones reales de llegar. Es un “anticipo”.
Para los tozudos que se niegan a entender las expresiones del piadoso Eduardo Félix Valdés, que, a lengua suelta, anticipó que los acontecimientos de Jujuy es apenas una muestra de lo que podría pasar en toda la Argentina si los gorilas o la derecha llegaran al Gobierno.
Al menos de nuestra parte, estamos dispuestos a creerles y sin atenuantes. Esta aseveración espetada por quien se erige en celoso custodio de los desposeídos no va en broma ni fue un exceso.
Pero no todo está mal. Hay que rescatar lo bueno, lo positivo. Parece que los compañeros de la CGT movilizan por la represión en Jujuy. El país con 50% de pobreza y 10.2% de indigencia, con el 60% de los y las menores subalimentados, según datos oficiales, no dijo nada, ni siquiera una declaración en un diario, en una columna perdida. Nada de nada. Para los más jóvenes, que son muchos, les contamos que la CGT es la central gremial de todos los trabajadores del país y que brega y lucha por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Cuando no son satisfechas sus peticiones y cuando hay situaciones económicas apremiantes, se manifiestan y hasta hacen paros. Al primer gobierno democrátíco de 1983 le hicieron 14 paros generales, desde ese del 3 de septiembre de 1984 hasta el del 12 de septiembre de 1988.
Los compañeros Baradel en Buenos Aires y nuestra comprovinciana Alesso, que le hacen el aguante al sistema educativo en franca decadencia, siempre tienen un bidón a mano para echar un poco de combustible a las fogatas que la gente de Sala enciende en Jujuy. De las escuelas de Rosario que no puede dar clases por las balaceras que reciben, ni mu.
En días de candidaturas y sobre los tiempos de cierre, en el “peronismo” que trocó el nombre como si eso quitara el pasado a los mismo de siempre, no se escuchó una propuesta concreta -de otro lado tampoco- sobre lo que hacer a partir del 11 de diciembre próximo. Pero si saben mejor que nadie y ahí se abrazan cantando “… todos unidos triunfaremos…” sobre lo que hacer si los ciudadanos en forma libre y democrática depositan su confianza en otro grupo, sector o partido político. De esto la saben y largamente, pero no solo eso, sino que en estas cuestiones no hay internas, desde los compañeros del sindicato, pasando por los barriales para terminar en algún empresario, banquero y juez. Todas las especies de aves, desde las tiernas palomitas hasta los implacables halcones. Jujuy fue apenas un ensayo.
Lo de estos días fue un combo, a la madera de las ofertas del supermercado, la segunda unidad gratis o dos por uno. Provocaron el caos la Jujuy que había sancionado la constitución tal vez más moderna de todas y por unanimidad, al tiempo que se favorecía echar el manto del olvido al crimen políticos del Chaco.
El hecho que a Milagro Sala se la haya investigado y fruto de la friolera de delitos cometidos, se la condenó y detenido, no es algo que se olvida. Acá esta una parte del “vuelto”.
Es muy probable, para no decir cierto o al menos indubitados por nosotros, que el Gobernador no ordenó la muerte, no hizo nada para que ello ocurra y en el fuero íntimo debe rechazarla. Tiene una hija de edad parecida, Guillermina, que acaba de ser designada en el máximo puesto público de poder dentro del directorio de ECOM Chaco, ente que regula los medios públicos en la provincia. Tomará el control de Chaco TV, Radio Provincia y la Agencia FOCO. Eso es nepotismo, que no es delito. Como padre le debe erizar la piel solo pensarlo.
Pero sí se han llevado adelante y se llevan medidas para ocultar el hecho y encubrir a los presuntos responsables que son gente de su estrecho circulo. La primera medida apenas esto trascendió y se hizo público fue la de organizar cuadrillas de hombres y mujeres provistos de brochas y baldes de pintura para que borren el nombre de E. Sena que está a su lado en las paredes de la ciudad y en la cartelería. Todo ello al solo efecto que no lo afecte en el proceso electoral, no porque lleve adelante medidas de acción positiva frente a un espantoso femicidio. Eso sí, después dice todos y todas.
Los restos óseos hallados en los campos de Sena y algunos otros de anillos o bijouterie son acabada prueba que Cecilia está muerta. Salvo que en el colmo de un bacanal de muerte, quiera echar mano al argumento de un dictador en los setenta que refiriéndose a los desaparecido decía “es una incógnita, no tiene entidad, alguien que no está…”.
Por lo pronto, el Gobernador sostiene que es un episodio policial que debe tener ese tratamiento. La hipocresía no tiene límites, una cosa es mirar para el costado y otra reírse en la cara de los que sufren por el atroz femicidio cometido por una familia ligada al poder por lazos políticos, económicos y afectivos. Claro que ni siquiera son originales, tomo el modelo del otro feudo oscurantista que se cobró la vida de María Soledad, (8/8/1990) o el esquema de las chicas de la Dársena -Leyla y Patricia- en el feudo juarista al mando de doña Nina, o a las víctimas de Milagro Sala.
Pero sin dudas la felonía que colmó la paciencia era el Morales impulse una reforma constitucional para lo cual convocó a la asamblea, respetado todos los pasos que las normas disponen. Por si fuera poco, de los 48 diputado, 6 de la izquierda renunciaron ya que los otros se habían puesto de acuerdo, desconociendo que la política es acuerdos, 2 más de algunos de los tantos peronismos también se marcharon y los 40 restantes aprobaron las reformas por unanimidad. Unanimidad es unanimidad; todos y todas.
Para ir calentado el ambiente hablaban de la “reforma de Morales”, pero la unanimidad los dejó sorprendidos, pero exhaustos; no reconocen o rechazan las reglas de la democracia, algunos la desprecian, Esos cuarenta diputados jujeños representan a más de 70 % de la población. Destruido ese argumento se comenzó a batir el parche con el tema general y ubicuo de la violación a los derechos humanos y el de los pueblos originarios hasta que se demostró que en la terea de redacción e consultaron un centenar de comunidades.
Con este nuevo doblez, se recurrió a la multipropósito y polifuncional movilización popular. Para algunos, esta faena los embriaga, es una dosis de éxtasis que de paso le impide ver el hambre que llega a la mitad del pueblo.
Atendiendo a que los movilizados serían pocos, la consigna es movilizar al país. Profesionales de piquete, especialistas en alborotar, vocingleros varios, se trasladaron a Jujuy. También se sumaron a la algazara algunas feministas que no abrieron la boca por Cecilia.
Queda en claro; es apenas un ensayo y un aviso a los que pretendan llegar al poder por medio del voto popular, que, para el caso, se equivocaría.
Pero siempre hay una esperanza. El panorama bastante pobre de candidatos ha llegado a la síntesis superadora. El primer Ministro que con grandes esfuerzos y una imaginación sin límites no deja que la inflación supere el 10% mensual y luego de tanta pantomima, será el candidato único.
Fin de ciclo.
El autor es rafaelino, radicado en la ciudad de Santa Fe. Abogado, profesor titular ordinario en la UNL, funcionario judicial, ensayista.