Acuerdo de políticas y valores comunes entre dirigentes de la región

Los firmantes se comprometen a trabajar con metodologías que favorezcan la escucha integrada y activa, valorar las diferencias y destacar lo positivo de las gestiones, estar dispuesto a perder el yo en pos de la comunidad e impulsar el diálogo y trabajar sin prejuicios.

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El fin de semana pasado concluyó la recolección de firmas del acuerdo alcanzado por los precandidatos a intendente y primeros concejales de las ciudades de Rafaela y Sunchales, que participaron de una mesa de diálogo de dirigentes políticos.

Esta se realizó el pasado 3 de junio en las instalaciones de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE), organizada por la Comisión de Desarrollo Humano Integral de la Diócesis de Rafaela, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE – Rafaela), miembros del Movimiento de Focolares y representantes del Movimientos Políticos y Políticas por la Unidad de Argentina (MPPU).

La jornada de aquel día comprendió dos momentos: el primero centrado en el compartir experiencias con dirigentes de otras zonas, de diversa extracción política y responsabilidad, acerca de iniciativas que se llevaron adelante gracias a un camino de diálogo y acuerdo entre las distintas fuerzas. El segundo momento consistió en un taller que siguió el método CHE y en el que se trabajó sobre agendas estratégicas y actores relevantes en el marco del proceso electoral en curso.

Como fruto de este evento se alcanzó un acuerdo entre los participantes (al que adhirieron después otros dirigentes que no pudieron asistir ese día) que establece criterios e iniciativas para el tiempo de campaña electoral y para un itinerario posterior en el que se retomen espacios de diálogo y políticas comunes de acción para nuestra región.

Los puntos de consenso alcanzados reconocen la necesidad de «la convocatoria permanente a mesas de diálogo político para atender problemáticas de la comunidad y propiciar una agenda común».

También la importancia de «generar y fortalecer caminos de planificación estratégica con participación ciudadana» y la «creación de una incubadora de proyectos emergente del diálogo político entre las diversas fuerzas».

Para ello, los firmantes se comprometen a «trabajar con metodologías que favorezcan la escucha integrada y activa»; «valorar las diferencias y destacar lo positivo de las gestiones»; «estar dispuesto a perder el yo en pos de la comunidad» e «impulsar el diálogo y trabajar sin prejuicios».

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