«Lo logrado revela la conciencia fuerte de la comunidad cristiana»

Destacó ayer el obispo Carlos Franzini durante la habilitación del nuevo templo parroquial de Fátima que quedó chico para albergar a un gentío. El proyecto se presentó en 1998 y hace seis meses se demolió la vieja construcción. Reconocimiento al ex párroco Antonio Grande.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.).- Casi seis meses después del inicio de la demolición del viejo templo y luego de 14 años de haber sido presentado el proyecto, el de ayer no será un día más para la comunidad de la parroquia de Fátima porque fue habilitado el nuevo espacio material para celebrar las actividades religiosas con una misa presidida por el obispo Carlos Franzini y una multitud pobló el lugar quedando gente afuera durante una ceremonia muy emotiva. Concelebraron los sacerdotes Fabián Alesso (actual párroco), Fernando Sepertino y Oscar Sara. También estuvieron presentes el intendente Luis Castellano con su esposa, Osvaldo Wagner con su mujer de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, el pastor Marcelo Becla de la Iglesia Congregacional, Ana Theler -secretaria de Desarrollo Social-, entre otros. Durante su homilía, monseñor Franzini expresó que «habilitar lo que está porque como se dan cuenta hay bastante para seguir trabajando. Además, hay tanta gente que hay que pensar en la ampliación porque no entran», ante la risa de los presentes, para agregar «con el deseo de poder terminar porque quedan muchas cosas pendientes. Hay grandes catedrales europeas que tardaron siglos en construirse, la basílica de Luján más de un siglo y medio en terminarse, ustedes llevan 15 años». En concreto, faltan otras obras menores como terminación de columnas, vigas, cielorraso, pintura, partes del altar, atrio, campanario, ploteado de los vidrios superiores con imágenes buscando una estética religiosa y filtrar el sol, y adquirir nuevos bancos, que se irán completando en las próximas etapas, según fue anunciado el 6 de septiembre último. Respecto a los textos de la palabra de Dios de ayer, el obispo diocesano rescató tres ideas centrales: «qué significa ser seguidores de Jesús que no busca ser servido sino servir buscando el bien del otro, ser constructor de unidad a través de la comunión, una tercera característica es que nos complica la vida y nos trae dificultades. Si queremos ser seguidores de Jesús tenemos que estar dispuestos a enfrentarnos con el rechazo, el desprecio, la burla y también la persecución. El que quiera seguirme que cargue con su cruz y me siga». Volviendo a la habilitación del nuevo templo, dijo que «el esfuerzo inmenso que se ha hecho por lo que se ha logrado y lo que falta todavía revela la conciencia fuerte de esta comunidad cristiana. La Iglesia se construye con un espíritu de servicio, siempre buscando la unidad y esto trae complicaciones». En otro pasaje, sostuvo que «una gran tentación con la que tenemos que luchar mucho es el recurso fácil y rápido al «Papá Noel» Estado, pidiendo a la Municipalidad, al senador, la Provincia o la Nación, después nos quejamos cuando algunos se dejan llevar la leyenda la mantiene el Estado pero mientras tanto ver si podemos sacar una tajada. Puedo dar testimonio que esta comunidad ha construido de su bolsillo y su esfuerzo cada una de las cosas que ustedes están viendo hoy y esto es un ejemplo». Al final de la celebración litúrgica, el párroco Alesso dirigió unas palabras, mencionando un saludo del padre Antonio Grande, quien a la distancia se unía a la oración en acción de gracias. «Es un paso importante y significativo porque se llega al fin con muchos años de esfuerzo de la Iglesia parroquial. Doy gracias a Dios por edificar la casa porque es un lugar visible entre nosotros para las celebraciones comunitarias, de tantas personas -algunas desde el cielo- por su trabajo y dedicación», mencionó.

Reconocimiento a Antonio Grande

«Hubo mucho de servicio, de trabajo escondido, de esfuerzo de mucha gente. Quiero recordar a una de estas personas que fue decisiva en la construcción de este templo que es el padre Antonio Grande (actualmente rector del Colegio Sacerdotal Argentino en Roma), poniendo el mismo esfuerzo casi que para jugar al fútbol», señaló monseñor Franzini durante la homilía de ayer en la habilitación del nuevo templo de la parroquia de Fátima ante la risa de los presentes. Y agregó: «tenemos que estar agradecidos al empeño, el empuje, el entusiasmo y el espíritu de servicio con que el padre Antonio trabajó para construir no sólo el templo material sino que expresa la vida de una comunidad. Damos gracias a Dios por este esfuerzo de tantas personas, algunas conocidas y otras anónimas que generosamente han puesto su tiempo, sus talentos, su dinero para avanzar en la construcción de esta comunidad».

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