Judith Morales hizo una carrera militar en EE.UU.

Se trata de la rafaelina egresada de la ex escuela Nacional. Estudió medicina en Córdoba y en 1971 se estableció en el país americano. Atendió a una hija del ex presidente Clinton. Participó de la Guerra del Golfo en 1990.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.). – La doctora rafaelina Judith Morales volvió hace unos días a nuestra ciudad y se reencontró con familiares y amigos, generando un sinnúmero de emociones, como ocurrió hace poco tiempo con María del Carmen Rocha (crónica publicada el 30 de marzo último), ambas de 67 años y radicadas en Estados Unidos, pero no se conocen entre sí. Los padres de Judith fueron Francisca Casucelli y Cirilo Morales, quienes vivieron en calle Belgrano 132 y tuvieron una recordada casa de ortopedia. De este matrimonio también nacieron Elio (electricista de automotores), Juan Carlos (periodista radial que trabajó en el Municipio local, LT 28 de Rafaela y LV2 de Córdoba), ambos fallecidos, Beatriz y Clelia, radicadas en la capital cordobesa. En nuestra ciudad vive su sobrino Miguel Angel. Realizó los estudios primarios en la escuela Alberdi y los secundarios en la ex Nacional (hoy EEM N° 428). Luego fue a estudiar Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba, graduándose en 1966. Primero trabajó en la Maternidad Nacional -área de Neonatología- de esa ciudad durante 2 años, después estuvo en Chile durante 6 meses con una «semi-beca» en un internado de pediatría. Más tarde tuvo un ofrecimiento en Estados Unidos. Hizo unos exámenes médicos e idiomáticos de inglés en Buenos Aires y en 1971 ya estaba en Chicago para hacer una residencia en pediatría, estando menos de un año. Continuó en el Hospital de Niños de Detroit durante 4 años sobre pediatría, prosiguiendo en el Hospital de Washington DC con una subespecialidad en Neurología (fellowship) por el término de 3 años. «Empecé a tener contactos con algunos jefes que me ofrecieron ser médica en el ejército americano y terminé la carrera en la marina», le cuenta a este cronista. La trayectoria la hizo en el Hospital de Bethesda en el que se hacen exámenes físicos los presidentes americanos. «En una oportunidad tuve que atender a una hija del ex presidente Bill Clinton. Además de los pacientes también hay estudiantes y residentes en pediatría y neurología. Me jubilé como capitán de navío», agrega. Su carrera militar la llevó a participar de la Guerra del Golfo en 1990, brindando servicios en el barco hospital flotante -había unas 1.200 personas, con los últimos adelantos tecnológicos de ese momento- durante 9 meses, atendiendo a gente accidentada y también del lugar. «Argentina envió 2 fragatas con personal de ayuda y al enterarse de mi presencia me invitaron a esas embarcaciones», destaca. Recuerda que en una de sus «aventuras» en la marina americana participó de una excursión que la llevó por Colombia y Venezuela, donde realizaban simulaciones de guerra para entrenamiento. Luego la llamaron para trabajar «part time» en el Hospital de Niños de Washington durante unos 4 años, dando conferencias y brindando enseñanzas a estudiantes. «No me gustaban las guardias y me fui al Hospital de Niños Inova para hacer clínica con residentes», confiesa.

CON EX COMPAÑEROS

En 2009 se festejaron los 50 años de su promoción en el Nacional de la que forma parte también el gobernador Hermes Binner, pero no pudo venir. El jueves último se reunieron a comer y recordar viejos momentos en el comedor de la Sociedad Suiza, participando Ricardo Tettamanti (presidente de Atlético), Norberto Andrenelli, Isaac Kurganoff, el doctor Juan Carlos Carignano, Félix Beltramino, Rubén Godio, Irma Bassano, Ricardo Chianalino, Zulma Pietrobón (vive en Nuevo Torino), Alberto Piovano, entre otros. «Cada dos años vuelvo a Rafaela, tengo recuerdos hermosos y veo que acá hay alma de progreso», expresa, mientras la emoción la embarga durante la entrevista. Una vez repuesta, habla de la imagen de la Argentina en Estados Unidos: «la verdad que no hay comentarios y salen noticias negativas del Gobierno actual». Finalmente, aborda sobre Estados Unidos: «me acostumbré muchísimo y soy agradecida porque le debo mucho», para continuar diciendo que «será positiva la reforma del proyecto de salud que tuvo que pasar por el Congreso, sin olvidar que hay 33 millones de personas sin seguro de salud. El país no está bien por el alto desempleo y Obama apuntará a reformar el sistema financiero».

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