ADEPA: panorama político de la Argentina
Durante la 133 Junta de Directores de ADEPA, celebrada en la ciudad bonaerense de Pergamino, el consultor Enrique Zuleta Puceiro y los periodistas Julio Blanck, editor jefe de Clarín, y Carlos Pagni, columnista de La Nación, expusieron sobre el panorama político del país en este año electoral.
Al presentar a los panelistas, el presidente de ADEPA, Dr. Gustavo Vittori, dijo que todo año electoral en la Argentina “siempre genera un shock de expectativa”, pues las elecciones se parecen “a los cambios de milenio, donde todo se revoluciona, aunque en realidad las cosas luego siguen más o menos igual”.
El Dr. Zuleta Puceiro abrió la charla al mencionar como “fortalezas” del sistema institucional argentino que “hay una consolidación del sistema democrático, no estamos en una disyuntiva de democracia versus caos, versus vacío, es decir, no hay un país en riesgo, como sí lo están otros de América Latina”.
También como “fortalezas” mencionó que “hay una revolución” de la demanda, pues los reclamos “de salud, educación, seguridad y transparencia son comunes a todas las capas sociales” y que “ocho de cada diez ciudadanos se sienten independientes de los partidos políticos”.
Para el consultor y encuestador las “debilidades” del sistema institucional pasan por “la ausencia de un pensamiento estratégico” como Nación y por “la dificultad de los políticos de interpretar cabalmente a la ciudadanía”, lo cual se traduce en una “crisis de representatividad”.
Pagni sostuvo, por su parte, que esa crisis de representatividad es un fenómeno a nivel mundial que en la Argentina “tiene características más dramáticas”, a tal punto que “la dirigencia, en general, adopta posiciones conservadoras en cuanto a tomar medidas que puedan significarle un costo político”.
Luego dijo que la crisis a partir del 2001 de la Unión Cívica Radical, que durante 100 años representó a sectores medios, muestra “un mercado electoral vacante” en un país de casi medio siglo de bipartidismo, por lo cual muchos partidos -incluso la propia UCR- disputen para las elecciones de octubre “ese voto de las capas medias”.
El columnista de La Nación consideró también como “problema fundamental” del sistema institucional la existencia de “Gobierno y oposición, que no es lo mismo que Gobierno y alternativa”, lo cual ha llevado a que, ante una oposición fragmentada, la ciudadanía “confíe directamente en el que gobierna, que convierta al gobernante en una suerte de semidiós”.
A su turno, Blanck planteó cinco temas que los periodistas deben tener en cuenta ante las próximas elecciones. “La primera: el votante, a quien solemos prestar poca atención, salvo el día de las elecciones”, pues “por lo general, solemos estar detrás de los políticos, de sus acciones, con quiénes hacen acuerdos, alianzas, y nos olvidamos de ver cómo impresiona en el votante todo ese armado político”.
Al respecto, consideró que “la bonanza” que experimenta desde hace años la actividad económica del país permite pronosticar un “voto conservador”, es decir, “votar a quien está”, pues “si bien existe una demanda de cambio de la sociedad, esa demanda es sin correrse demasiado de lo que se está haciendo”.
La segunda cuestión planteada por el editor jefe de Clarín para un análisis periodístico sobre las elecciones presidenciales pasa por los comicios del 3 de junio para Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde hay un complejo entramado de alianzas políticas. La tercera se relaciona con lo expresado por su colega Pagni sobre una oposición que no se “vislumbra a sí misma como una alternativa” de Gobierno.
El cuarto tema es analizar cómo puede repercutir en el electorado la particular forma de gobernar de Néstor Kirchner, pues –subrayó- “el Gobierno es como Penélope, teje de día y desteje de noche, tiene actitudes patoteriles, como las del Secretario de Comercio y hasta expresiones que no fueron muy felices para con el Poder Judicial”.
La última cuestión –que luego fue el tema central de las preguntas- pasa por saber quién será el candidato presidencial del oficialismo: Néstor Kirchner o su esposa, la senadora Cristina Fernández. Blanck consideró que “la locación transitoria del poder” es algo inusual en la Argentina, pues “el poder se conquista y quien lo tiene no suele dárselo a nadie”, tras lo cual dijo que “sea él o ella” esa opción muestra “una pobreza de oferta electoral”.