Volvió la violencia peronista y setentista en San Vicente

Se trata del editorial del programa “Sábado 1000” en radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.).

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De tanto hablar el presidente Néstor Kirchner sobre los años setenta en forma sesgada, esta semana otra vez volvió el fantasma de la violencia setentista en el seno del peronismo a través de dos bandos sindicalistas, similar a la masacre de Ezeiza con el regreso de Perón en 1973. En esta ocasión, el cadáver de Juan Perón -tres veces presidente de la Argentina- fue la excusa para una nueva espiral de violencia, luego del traslado de los restos del General desde el cementerio de la Chacarita al mausoleo construido en la quinta 17 de Octubre en San Vicente. A decir verdad, fue una batalla campal entre sectores de la Uocra y de Camioneros -el gremio del cuestionado y oficialista Hugo Moyano- quienes se enfrentaron con armas, palos y piedras, con un saldo de unos 50 heridos. La imagen que recorrió el mundo fue la de Emilio Quiróz -el chofer de Pablo Moyano, hijo de Hugo- quien desfundó su revolver y empezó a disparar con total impunidad. Por suerte no hubo heridos ni muertos y ya está detenido, pero sus abogados alegan que actuó de esa manera porque tuvo una crisis de nervios, había sufrido una agresión en el abdomen y su intención fue no matar a nadie para evitar una masacre. ¿Quién cree esa tesis? ¿Qué hubo detrás de estos hechos nefastos para la vida política argentina? Como siempre es la intacta vocación de poder de los dirigentes sindicales peronistas y el dominio ante la influencia ante Kirchner, sin olvidar que subsidios y desvío de recursos hacia las obras sociales se destinan a los sindicalistas más poderosos. ¿Hasta que punto estos dirigentes son representativos de sus bases? ¿No será el momento de empezar a democratizar los gremios? En vez de trabajar y luchar por sus afiliados que viven en condiciones poco dignas como lo hizo la santafesina Susana Rueda, utilizan a los gremios como trampolín político para sus apetencias personales. Un párrafo aparte lo constituye la seguridad del acto que quedó en manos de los propios sindicalistas, con la ausencia total de la Policía. ¿De qué manera puede garantizar la seguridad el sindicato de Moyano cuando fue propenso al bloqueo de supermercados? Al acto de referencia tenía que ir Kirchner pero como siempre cuando “las papas queman” no concurrió. La lectura que hizo fue que los hechos de violencia fueron contra el Gobierno, denominándolos como “grupos que actúan en la sombra”, pero no hizo ninguna referencia al propio Moyano y a la cúpula sindical. Hay una referencia bíblica que dice que se cosecha lo que se siembra. Hace tiempo que Kirchner viene sembrando odios sobre los años duros del 70 con su mirada puesta solamente en el terrorismo de Estado. Parece estar tan anclado que permanentemente remite a aquella época, pero no usa la misma vara con los guerrilleros que mataron ni tampoco con los piqueteros como D´Elía y los sindicalistas como Moyano.

Emilio Grande (h.)

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