¡Viva el teatro! Y por ahora, un cuento

Por Teresita Tosco.- Voy por la vida virtual estos días con un grito de victoria con el que me identifico plenamente ¡viva el teatro! La pandemia desatada ya hace casi un año, me obliga a cumplir protocolos indiscutidos. Además, mi edad, estoy clasificada como Edad Media, me hace sentir una habitante del medioevo. Así que como una fémina del 400 DC me encerré en mi casa a rezar, y esperar la vacuna. El teatro quedó postergado. Pero hasta ahí nomás.

Aceptando una propuesta de mi amigo y compañero de teatro Arturo Gentillini, me puse a escribir y terminé “Las 7 Puertas del Perdón”. Una pieza dramática en humor sostenido parados personajes y una serpiente, que cuando no se nos escapa, está en escena. Después, como de representarla ni hablar, interrumpimos los ensayos, pero no interrumpimos la intención de hacerla. Ahí está, esperando ansiosamente que le demos vida de verdad.

Mientras nos disponemos a considerar que pronto podremos volver a levantar el telón en el Teatro Lasserre, grupo al que pertenezco desde la infancia, pensamos que algo teníamos que hacer para que nuestro público no nos olvidara. Propuse contar cuentos y el grupo aceptó. Y no sólo aceptó, sino que además los suben al YouTube del Teatro Lasserre. Allá estoy entonces tratando de acercarles un momento de entretenimiento hasta que podamos liberarnos de esta “cuarenlarga” que nos mantiene adentro por ahora.                                                                                                                                                      El primer cuento se titula “La presencia”. Narra una anécdota que sucedió a nuestro grupo de teatro, hace muchos años. Cuando me preguntaron si esto había sucedido de verdad, contesté que todo lo narrado estaba entre la realidad y la ficción. Los nombres habían sido cambiados para guardar la identidad de quienes vivieron el momento y lo demás, como decía Verlaine, “y lo demás, literatura”.                                                                                               

El segundo cuento se titula “Maratonistas”. Lo tomé de una narración escrita por mi hermano Diego Jesús Tosco que él había titulado “La dama” y que en alguna oportunidad les contaré. Es un pasaje que me interesó y le pedí permiso. Otorgado, se lo cuento a quien quiera oírlo por el YouTube del Lasserre.                                                                                                                          

Allí estoy por ahora, en una iniciativa de mi equipo teatrero, contar cuentos, todos inquietos, ansiosos por volver a levantar el telón y que de una buena vez, y como tiene que ser ¡viva el teatro!

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