Urge prohibir el uso del glifosato

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Sol Rafaela FM 90,9 que conduce Emilio Grande (h.).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la vinculación del herbicida glifosato (el más utilizado en el mundo) y el cáncer, confirmando que existen “pruebas” de que el herbicida puede producir cáncer en humanos y en animales de laboratorio. “También causó daño del ADN y en los cromosomas en las células humanas”, alerta el trabajo científico y detalla que se detectó glifosato en agua, alimentos, y en sangre y orina de humanos. El glifosato se utiliza de manera masiva en soja y maíz transgénicos y desde hace más de diez años es denunciado por organizaciones sociales, campesinas, médicos y científicos independientes de las empresas. La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer, ámbito especializado de la OMS, colocó en la categoría 2A como “probable cancerígeno humano” al herbicida glifosato. La declaración revela los costos ambientales e impactos en la salud para toda la población y las nefastas consecuencias de los cultivos genéticamente modificados para los pequeños agricultores. Solicita apoyo para los sistemas de agricultura sustentable, la diversidad de cultivos y la soberanía sobre las semillas. En Argentina se aplica glifosato en más de 28 millones de hectáreas, volcando a los suelos más de 300 millones de litros de glifosato cada año. Los campos de soja transgénica, maíz y algodón son rociados con el herbicida para que nada crezca, salvo los transgénicos. También está permitido su uso en cítricos, frutales, vid, yerba mate, girasol, pasturas, pinos y trigo. A partir del avance transgénico, aumentó geométricamente el uso del glifosato, desarrollado y comercializado inicialmente por Monsanto desde la década del 70, aunque en el 2000 se venció la licencia y en la actualidad lo producen un centenar de empresas. A medida que crecía la siembra de transgénicos, y mayor era el uso de agrotóxicos, se sumaban las denuncias por daños a la salud. Caso emblemático es el de las madres del barrio Ituzaingó anexo en Córdoba, que incluso llegó a juicio penal con condenas para el productor y el fumigador. Y también se sumaron los estudios científicos que daban cuenta de abortos espontáneos, cáncer, malformaciones y afecciones agudas. En Rafaela, la línea agronómica es de solamente 200 m del éjido urbano y la asociación “Amigos de la Vida” presentó en el Concejo Municipal una nota en 2012 sugiriendo que se modifique la ordenanza para ser extendida a 800 m como hay en otros lugares. Por las consecuencias del uso del glifosato debe ser prohibido porque envenena al medio ambiente. La declaración contundente de la OMS reafirma la lucha de organizaciones y militantes ambientalistas. No se está en contra de la soja sino avanzar en una agricultura sustentable, con rotación de cultivos, con controles de los usos de los herbicidas por sus graves consecuencias. El Estado debe reaccionar porque está en juego el ecosistema que incluye a la salud de la población.

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