“Trabajar y vivir juntos como hermanos es vivir la Navidad”

Expresó Luis Fernández en el programa «Sábado 100» por radio El Espectador (FM 100,1). Sobre la realidad social del país, opinó que “si aumenta la pobreza en la niñez y la adolescencia es para preocuparnos y trabajar más unidos para que tengan más oportunidades”. Sigue como obispo diocesano hasta que el Papa designe a su sucesor.

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Por Emilio Grande (h.).- En el camino hacia la preparación de la Navidad, el obispo Luis Fernández publicó una carta pastoral con los lineamientos que surgieron de las asambleas diocesanas, en el marco de los 60 años de la diócesis de Rafaela.
“Estamos viviendo el Adviento y nos tiene que asombrar litúrgicamente. Estamos llegando a fin de año y las urgencias de terminar cosas, sumado al tiempo difícil que estamos viviendo nos puede hacer perder ese horizonte que cada año la Iglesia quiere recordar que es la venida de Jesús como la primera Navidad de hace 2.000 años. Hoy con dificultades, problemas, tensiones y limitaciones es importante abrirse a Dios y darnos cuenta que el Señor viene, vuelve a nacer, llevando la alegría y la esperanza con una oración que nos prepare en este tiempo tan hermoso”, destacó en en el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela, conducido por quien firma esta entrevista.
-¿Cómo hacer para no quedarnos en lo superfluo y exterior de un regalo o celebrar el 24 a la noche y no haya un vacío interior sobre el sentido de la Navidad?
-El consumismo nos lleva a la preocupación por los regalos y las comidas, acaparando el horizonte y nos hace perder ese sentido de alegría dentro de las familias, abrir la esperanza a algo nuevo que está por nacer. Que el nacimiento del Hijo de Dios al país y al mundo traiga algo totalmente nuevo sobre lo que nos hace falta como la honestidad del vivir en la ética, querernos, escucharnos más, vivir más en familia, en comunión y en unidad, y en el país con más justicia y sueldos dignos, que los jubilados alcancen las mínimas cosas para vivir.
-¿Qué te pareció el mensaje de Esteban Bullrich al renunciar a su banca de senador nacional, asumiendo la cruz de la enfermedad y que los argentinos luchemos buscando acuerdos?
-Eso es lo nuevo que esperamos en la vida, donde todos de pie aplaudiendo a alguien que ha dicho que “mi vida está terminando”, pero quiere dejar un mensaje para trabajar juntos, sacar leyes y reconocer que el dolor y la angustia que tiene el pueblo se debe mucho a lo que estamos haciendo, invitando a trabajar en todos los niveles por el diálogo, la justicia, la paz y la convivencia.
-En la carta pastoral (está completa en https://www.sabado100.com.ar/lineamientos-que-surgen-de-las-asambleas-diocesanas/2021/) está redescubrir la alegría del servicio al otro, ¿en qué consiste?
-A veces el servicio lo vemos como una carga o una oportunidad para terminar ganando nosotros, pero en su más profundo sentido es el que trae casualmente la Navidad, el Niño de Belén que vino a este mundo, despojándose de su ser de Dios para parecer como una criatura en vulnerabilidad, austeridad, sencillez de vida y nos hace falta mucho en este tiempo. Que el servicio no sea una carga sino el convivir y compartir con el otro, ponerse en el lugar del otro. En las últimas estadísticas de la UCA si bien subió un punto en la reducción de la pobreza, pero está en aumento en los niños y los adolescentes. A los argentinos nos tuviera que entristecer tanto porque si la niñez y la adolescencia, que es el futuro de una patria, está retrocediendo en la pobreza es para preocuparnos y trabajar más unidos para que tengan más oportunidades de salud, familia unida y trabajo, donde la fraternidad, la solidaridad, el respeto, el escucharnos, trabajar y vivir juntos como hermanos es vivir la Navidad.
-¿Cómo salir de la pobreza y del asistencialismo creando trabajo digno y promover la dignidad humana?
-Es cuestión de escucharnos y querer salir todos juntos, pero si cada uno sigue tirando para su lado y aprovechando como acomodarse y salvarse en un país muy individualista, de una autorreferencialidad que nos cataloga en el mundo entero. Hay que tener un pensamiento que nos una, mantener visiones políticas que podamos avalar y no cada vez que hay una elección se piensa en cambiar todo o dejar de lado lo que venía trabajándose bien; se necesitan políticas de perseverancia, mantenerse y constancia. Cuando se le dan ideas claras y proyectos de solidaridad y encuentro, que no es una estafa o corrupción, la gente es muy buena, tiene valores y deseos de trabajar y vivir en común, de lo que significan los valores humanos, que sean para todos y no unos contra otros, difamándonos y ponernos en contra; no se puede salir en común con una patria donde todos nos sintamos responsables y todos podamos participar.
-El 26 de octubre pasado presentaste la renuncia al cumplir 75 años, ¿seguís como obispo diocesano hasta que decida el papa Francisco?
-Es así, la renuncia ya está presentada como hacemos todos los obispos del mundo al cumplir los 75 años y ahora en manos del Papa y de todos los que trabajan en estas decisiones; uno sigue siendo el obispo hasta que aparezca en un futuro el nuevo obispo y entonces ahí emprenderemos el camino en la Diócesis para preparar a quien sea el sucesor. Lo único que le pido a Dios es que así como a mí me recibieron hace 8 años con bondad y cercanía tan lindo en la ciudad y el resto del territorio diocesano, cuando Francisco nombre al nuevo obispo lo podamos recibir con cariño, ternura y ponerse juntos a trabajar.

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