Siembra y cosecha de agua: los bajos submeridionales y casos similares

Anualmente y desde hace décadas se habla del problema de los bajos sub-meridionales que se extienden en unos 5 millones de hectáreas. Hay que dejar de hacer política partidista en una superficie mayor que muchos países Europeos, formar equipos multidiciplinarios, corregir las deficiencias y contribuir a ponerla en marcha mejorando una región que puede ser fecunda en lugar de agravar la situación.

Por Daniel Pustilnik (Córdoba)

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Teniendo en cuenta que es “normal” que se pase casi simultáneamente de un período de falta de agua a otro, donde la abundancia de lluvias perjudican la producción y a las poblaciones en general, dominar por parte del hombre estos factores eventuales, no alterar el equilibrio ecológico, o modificarlo favorablemente, constituye un desafío para los técnicos y científicos que aspiren a mejorar las condiciones de vida y del medio ambiente. El desarrollo de una infraestructura de recarga artificial de las aguas subterráneas a partir del agua de lluvia y el escurrimiento superficial , permitirá almacenar en profundidad el agua dulce sobrante en época de excesos (depositar), para cuando se la necesite en épocas de seca (retirar), ir mejorando el “bolsón” en calidad y extraerla de una manera racional, en función del agua almacenada, duración estimada de las necesidades ,etc. Como ejemplo de lo que NO debe hacerse: anualmente y desde hace décadas se habla del problema de los bajos sub-meridionales que se extienden en unos 5 millones de hectáreas. Los mismos cíclicamente estaban inundados o no ofrecían, salvo muy escasas excepciones agua de calidad aceptable para la vida humana o animal. Pues bien, luego de costosos estudios, se procedió a canalizar buena parte de los mismos, sin las correspondientes obras de retención (represas y compuertas) cercanas a esos canales. Como se sabe ya desde hace más de un siglo al desagotar rápidamente los campos se va produciendo un descenso del nivel freático, el que se encuentra altamente salinizado. El agua escurrida alcanza rápidamente los cursos mayores de agua perdiéndosela para siempre. Ahora bién: qué habría ocurrido si cada tanto, en los lugares menos salinos se hubiesen construido buenas compuertas y represas, y recién que éstas se colmaran se dejaran escurrir por los canales a la próxima represa ¿????… La respuesta es obvia: solamente se perderían los excesos y quedarían las reservas en esos depósitos para paliar la época de escasez. Esto nos introduce al concepto bastante estudiado en otros países de los BANCOS DE AGUA. Se debe tener en cuenta que NO TODOS los lugares son aptos para éstos fines, siendo la geoeléctrica, las perforaciones de exploración, sedimentología, etc, las armas fundamentales de las obras que se puedan planificar. En las zonas que de acuerdo a los estudios previos resulten aptas,nse pueden aprovechar las cunetas, canales , paleo-cauces, bajos, lagunas, etc. para en la época de lluvias derivar el agua (por mantos o inyección forzada hacia trincheras , pozos , o perforaciones rellenas), hacia los lugares de menor salinidad relativa a fines de “almacenar” (DEPOSITAR) el agua en el subsuelo y explotarla (EXTRAERLA) en épocas de seca. Como es bien sabido, en ese período los pozos se salinizan, debido a la intrusión del agua salada en los “pools” o bolsones de agua dulce. Por lo tanto, se deben estudiar no solo la forma y dimensión de éstos lugares y del agua salada “flotando” por abajo del bolsón de agua dulce a efectos de deprimir la masa de agua salada y permitir el acceso de la pequeña “capa” de agua dulce hacia el bolsón respectivo. En cuanto a la sequía es una circunstancia (respecto a un valor de referencia). Por ejemplo 1 mes sin lluvias en Misiones equivale allí a una seca. Dos meses sin lluvias en Santiago del Estero es normal. Un modelo matemático de simulación permitiría comprender y verificar el comportamiento de una bolsón de agua (“napa”). Extrapolando éste modelo, se puede prever la respuesta en otros lugares, lo que permitirá planificar los lugares a “sembrar”, para después “cosechar” el agua en épocas de seca. Ya no hay lugar para caminos fáciles: hay que dejar de hacer política partidista en una superficie mayor que muchos países Europeos, formar equipos multidiciplinarios, corregir las deficiencias y contribuir a ponerla en marcha mejorando una región que puede ser fecunda en lugar de agravar la situación.

Daniel Pustilnik

Icho Cruz ,(Córdoba).

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