¿Serán efectivos los controles de tránsito en Rafaela a partir de marzo?

Por Emilio Grande (h.).- Durante los últimos tres meses (de diciembre último hasta fin de febrero) la nueva gestión municipal viene llevando a cabo la campaña de carácter preventivo sobre la obligatoriedad del uso de casco y cinturón de seguridad, como establece la ordenanza municipal de 1997. A partir del 1 de marzo comenzarán a labrarse actas a los infractores que sean detenidos en el marco de los operativos que realiza la Dirección de Protección Vial y Comunitaria de la Secretaría de Gobierno y Ciudadanía. Para ambas infracciones fue fijado el monto de 515 pesos cada una. Hace unos días el edil opositor Luis Peretti presentó un proyecto en el Concejo Municipal, solicitando al Ejecutivo la postergación de la mencionada campaña preventiva con el argumento que se había sorprendido con los logros obtenidos en estos últimos meses. Le salió a responder el Jefe de Gabinete Marcos Corach, señalando que “está estadísticamente comprobado que el uso de casco y del cinturón de seguridad salvan vidas. No vemos razones para postergar el inicio de esta acciones punitivas que tienen como objetivo seguir creando conciencia en la necesidad de proteger nuestras vidas”. En todo este tiempo ya se controlaron más de 200.000 vehículos entre autos y motos con el objetivo puesto en que la gente vaya tomando conciencia sobre la utilización obligatoria del cinturón de seguridad y el casco, estimándose que un 10% no utilizó los mismos durante los controles y una mínima parte se escapó ante la presencia de los inspectores. Es un cambio cultural significativo el que se está implementando desde el Municipio, después de tantos años de fracasos en el tránsito rafaelino, siendo una materia pendiente a resolver. En este contexto, el secreto del éxito a partir de marzo será rigurosidad y continuidad en el tiempo como hay en otros países, es decir no aflojar en la mitad del camino, acá está en juego un nuevo paradigma que en caso de resultar exitoso puede tener repercusiones favorables en otros lugares. Tampoco hay que pensar que es el único problema de tránsito que tiene Rafaela. Hay otros, por ejemplo la mayoría de los automovilistas no respeta al peatón en las esquinas –como establece la ordenanza de 1997-, ya sea con la presencia de sendas peatonales pintadas o inexistentes. Hubo algunos atisbos con el arreglo del empedrado, pero es necesario seguir marcando las sendas, especialmente en el microcentro donde camina mucha gente. También hay que solucionar problemas de agilidad en algunas calles: la eliminación del doble estacionamiento en el centro, basta observar la semaforización de bulevar Lehmann. Además que algunas arterias tengan continuidad para ciruclar, no como ocurre ahora en Cossettini y Mariano Quirós a la altura de avenida Fanti, y en José Hernández-Podio.