Revalorizar el Día del Niño por Nacer frente a la “cultura de la muerte”

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.

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Por Emilio Grande (h.).- Mientras parece que avanza la “cultura de la muerte” en el mundo, especialmente en la Argentina con la sanción sobre la legalización del aborto, el 25 de marzo pasado se celebró el Día del Niño por Nacer, jornada en que los cristianos celebramos la fiesta de la anunciación del Señor.

Este día fue declarado el 7 de diciembre de 1998 por iniciativa del entonces presidente Carlos Menem en el decreto 1406/98, luego de una entrevista con el papa Juan Pablo II en la Ciudad del Vaticano. Su celebración comenzó un año más tarde, en 1999, con un acto oficial en el Teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires.

Con esta celebración, el Gobierno de ese momento reafirmó la “decidida posición a favor de la vida y la familia humana” de la Argentina y “dar adecuada protección al niño por nacer, ser tan frágil e indefenso”, según fundamenta el decreto.

Muy acertadamente, la norma considera “que el derecho a la vida no es una cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana”.

En estos tiempos de disensos y discrepancias, se pueden citar algunos párrafos de la excelente exposición de motivos y considerandos contenidos en aquella norma de 1998: “Que la vida, el mayor de los dones, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible. Que el derecho a la vida no es una cuestión de ideología, ni de religión, sino una emanación de la naturaleza humana. Que la calidad de persona, como ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, deviene de una prescripción constitucional, y para nuestra Constitución y la legislación civil y penal, la vida comienza en el momento de producirse la concepción”.

Busca conmemorar, promover y defender la vida humana desde la concepción en el vientre de la madre. En esa fecha el movimiento pro-vida organiza a lo largo del mundo celebraciones y actividades destinadas a la concientización sobre la necesidad de defender la vida desde la concepción y en todas sus etapas.

En este contexto, en nuestra ciudad fue presentada la fundación “Rafaelinos por la vida”, en el marco del acto de apertura de la “Tercera semana de la vida”, en el Parra Hotel & Suites, ante la presencia de autoridades municipales, legislativas e integrantes de la flamante fundación. Este domingo a las 16,30 realizan una caravana por las dos vidas y la familia.

El doctor Pablo Possetto destacó el proceso natural para la organización de esta institución hasta llegar a esta nueva etapa, siendo reconocida por el Estado. El objetivo es la defensa de la vida y de la familia, en un contexto de divergencias con modelos que buscan imponerse y cambios de paradigmas culturales. En este sentido, un numeroso grupo de voluntarios está colaborando con la institución que está acompañando a 33 mamás donde nacieron 30 bebés y los restantes están en camino.

Integrantes de la fundación “Rafaelinos por la vida” entregaron ajuares en el Hospital.

En 1993, El Salvador se convirtió en la primera nación en celebrar oficialmente lo que se llamó el Día del Derecho a Nacer. Posteriormente, otros países han iniciado celebraciones oficiales para los no nacidos, como Argentina con el Día de los no Nacidos en 1998, en Guatemala con el mismo nombre en 1999 y en Chile en 2014 con el Día del que está por nacer y de la adopción.

A principios del 2001 en la República Dominicana fue aprobada la ley civil que instituye la celebración considerando como “apropiado y necesario consignar un Día del Niño por Nacer, con la finalidad de propiciar la reflexión sobre el importante papel que representa la mujer embarazada en el destino de la humanidad”. Volviendo a nuestro país, el aborto fue legalizado el 28 de diciembre, día de los santos inocentes. Esa misma jornada “Rafaelinos por la vida” obtuvo la autorización para funcionar como persona jurídica mediante la resolución 1441/20 de la Inspección de Persona Jurídica de la Provincia de Santa Fe. ¿Será una casualidad o una paradoja en clave de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural?

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