Retroceso cultural con el matrimonio gay

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9) que conduce Emilio Grande (h.). ¿Quién puede negar la existencia de esta realidad social en nuestro país y en otros lugares del mundo? ¿Es justo el reclamo de una minoría que argumenta discriminación y reclama la misma igualdad de derechos que el matrimonio entre un hombre y una mujer? ¿Qué intereses esconden el gobierno nacional y la oposición que votó a favor?

Compartir:

En la madruga del jueves último el Senado de la Nación convirtió en ley el polémico proyecto que permite contraer matrimonio civil a personas del mismo sexo entre homosexuales o lesbianas y la adopción de hijos, frente al rechazo social. ¿Quién puede negar la existencia de esta realidad social en nuestro país y en otros lugares del mundo? ¿Es justo el reclamo de una minoría que argumenta discriminación y reclama la misma igualdad de derechos que el matrimonio entre un hombre y una mujer? ¿Qué intereses esconden el gobierno nacional y la oposición que votó a favor? A decir verdad, es una aberración natural, social, cultural, jurídica, moral y religiosa. ¿Por qué? Porque Dios creó al hombre y a la mujer a imagen y semejanza para que se reprodujeran y poblaran la tierra, como así también creó una innumerable cantidad de especies animales de ambos sexos, según se puede leer en el libro del Génesis. En la reforma de la Constitución Nacional de 1994 aprobada en la ciudad de Santa Fe se incorporaron tratados internacionales. Al respecto, el Pacto de San José de Costa Rica (1969) es claro en el artículo 17: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tiene la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que estas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta convención”. ¿De qué manera el Estado protege la familia cuando el gobierno nacional presidido por Cristina Fernández es el impulsor de este proyecto? ¿Qué responsabilidad cívica tienen los senadores que se fueron de viaje, cambiaron a último momento su voto por prebendas políticas, faltaron a la sesión o no subieron al recinto para votar? Los números finales de la votación fueron 33 votos a favor contra 27 en contra, pero en realidad hay 72 senadores. ¿Y el resto de los 12? Dos senadoras oficialistas (Ada Iturrez de Capellini y Marina Riofrío) que votaban en contra viajaron a China con la Presidenta, la ausencia de Carlos Menem obedeció a que el Gobierno le garantizó ayuda oficial para revalidar su banca en 2011, Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Romero estaban en el Congreso pero se ausentaron en el momento de la votación cuyos votos eran negativos, las abstenciones de María Bongiorno, Fabio Bancalani y Graciela Di Perna, Emilio Rached adujo problemas de salud y se retiró de la Cámara de Senadores, el voto positivo de los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz. Como se verá Néstor Kirchner ejerció fuertes presiones para sacar esta ley del matrimonio gay, que en el fondo buscó ganar una pulseada contra la Iglesia Católica y otros credos religiosos que se opusieron a este proyecto que va en contra de la familia y de los derechos natural y jurídico. ¿Cómo harán los padres (varón y mujer) para explicar a sus hijos que un matrimonio del mismo sexo puede adoptar hijos?

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *