Restaurando nuestra alma: el amor verdadero

Por María Inés Adorni.- Queridos lectores hoy hablaremos del amor verdadero.

Si no tengo amor de nada me sirve hablar todos los idiomas y acaparar riquezas, de nada me sirve darle todo a los pobres, dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.

El que me ama tiene paciencia, es amable, no es envidioso y ni se cree más que nadie, no es orgulloso, egoísta, no se enoja por cualquier cosa. No se pasa recordando lo malo que los demás le han hecho.

Aplaude a los que hablan con la verdad.

El que ama es capaz de aguantarlo todo, de quererlo todo, de soportarlo todo.

Sólo el amor vive para siempre.

Llegará el día  que todo será perfecto como cuando éramos niños, porque el modo de hablar, entender las cosas era diferente, pero como soy adulto y todo eso lo dejamos atrás.

Cuando todo sea perfecto veremos a Dios cara a cara y podremos conocerlo como él me conoce a mí.

Estas tres cosas: la fe, la esperanza y el amor son los pilares de la vida. El amor es el más importante. (1 Corintios 13, 13).

El amor no está en el cuerpo, el versículo de Corintios habla del ser divino en ti.

Cuando llegue lo que es perfecto…Es el Cristo en ti.

El amor es el vínculo perfecto con Dios. Sembrando semillas de fe.

Conciencia

Queridos lectores, recordemos que en nuestra vida, los seres humanos estamos cómodos y seguros si nos quedamos detenidos viendo la vida pasar, pero no fuimos creados para permanecer detenidos.

Cuando el pasado toque a tu puerta, no le abras, él no tiene nada nuevo e importante que decirte y que no sepas.

Dios ya te está mostrando un futuro brillante.

Cuando alguna persona opine algo de ti, es solo su opinión y nunca, nunca definirá lo que realmente eres.

Lo que vives actualmente no será tu destino final en la vida.

Nunca juzgues trata de comprender a tu prójimo.

Si piensas de más o sea en tu futuro te preocuparás innecesariamente, por eso, construye tu presente.

Amate, vive el hoy, si sientes dolor no se compara con la alegría que viene.

Si hoy haces que tu día sea bello, mañana recordarás ese ayer y te servirá para comenzar otro día con optimismo.

Nunca te enfoques en los problemas, sino en las posibilidades que vienen.

Usa tu sonrisa todos los días para cambiar tu mundo, y nunca, dejes que los demás apaguen tu luz.

Todos estamos en esta vida para aprender y tenemos que comprender al otro, porque está aprendiendo en esta gran escuela que es la vida misma, por eso se amable y ponte en su lugar.

Nunca abandones la meta porque ese plan falló, cambia el plan y verás.

Dios no cambia tu situación porque quiere cambiar primero tu corazón. Sembrando semillas de fe.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *