Rafaelina investigó sobre un tratamiento de efluentes

Se trata de María Alejandra Maine quien integró un equipo de la UNL para investigar el tratamiento de efluentes en la empresa Bahco. En el predio de la planta en Santo Tomé se construyó un humedal para realizar el pulido final de los líquidos industriales y cloacales, sistema único en el mundo. El costo de mantenimiento anual ronda los 50 mil pesos.

Por Emilio Grande (h.)

Compartir:

La investigación y las actividades productivas no siempre van de la mano, pero cuando se conjugan pueden generar resultados susceptibles de recorrer mundo. Este puede ser el caso del desarrollo que realizaron profesionales de la firma Bahco Argentina SA y la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). La multinacional radicada en las afueras de Santo Tomé y la casa de altos estudios se unieron para construir un humedal o “wetland” apto para el tratamiento de efluentes que contienen metales pesados y que son depurados utilizando a la naturaleza como instrumento. El humedal es “único en el país y el mundo”, razón por la cual fue registrado en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) en setiembre último. Recientemente, la Universidad Nacional del Litoral cedió a Bahco Argentina SA el uso de la licencia de la patente de invención, en un acto en el que estuvieron presentes el rector de la UNL, Mario Barletta; los ingenieros Tomás Alvarez Rodríguez, gerente de Bahco sucursal Santo Tomé; José María Realini, gerente de mantenimiento y cuidado ambiental de la empresa y el equipo encargado de desarrollar la investigación. La idea de construir un humedal a cielo abierto con plantas que se encargaran de absorber y depurar los residuos líquidos surgió en el 2001 cuando Bahco Argentina decidió mejorar su estrategia de gestión ambiental. Para disminuir el impacto generado por los procesos de fabricación, la empresa decidió anexar una etapa de pulido final a su sistema de tratamiento de efluentes. Antes de llegar al humedal los líquidos industriales pasan por una compleja planta depuradora en donde se eliminan el 99% de los contaminantes, entre ellos níquel, cromo, hierro y cinc. Luego pasan por el “wetland” para su pulido y posterior desagüe a la laguna ubicada dentro del predio de Bahco Argentina. ¿Qué características tiene este sistema de tratamiento final de líquidos industriales que lo convierten en una novedad a nivel mundial? “Hay muchos humedales que están en funcionamiento en distintas partes del planeta pero se dedican a depurar efluentes cloacales y agrícolas cuyos principales contaminantes son nitrógeno y fósforo. Pero Bahco tiene también metales pesados que aunque están en baja concentración tienen una alta salinidad”, comentó la doctora rafaelina María Alejandra Maine, investigadora de la Facultad de Ingeniera Química y directora del proyecto por parte de la UNL (ver recuadro), según informó diario El Litoral.

El humedal

En el 2001, la Universidad y Bahco Argentina emprendieron el desafío de convertir el proyecto en un emprendimiento sustentable. El primer paso fue observar qué tipo de plantas de la región eran más eficaces para absorber contaminantes. Se hicieron pruebas en laboratorio y luego se construyó un humedal piloto, de 3 por 6 metros, en donde se colocaron totoras y camalotes. “Probamos que las plantas absorban los metales, pero el desafío era pasar de los reactores de cinco litros con los que estábamos trabajando a una escala de 2 millones de litros”, expresó Maine, refiriéndose al proceso de desarrollo del “wetland”. Y el desarrollo funcionó a la perfección. El humedal lleva 3 años depurando residuos industriales; tiene 50 metros de largo por 40 de ancho y un diseño innovador. La base está recubierta con material impermeable y posee encima un metro de sedimento a fin de evitar que los líquidos alcancen la napa freática. En el interior del humedal se colocaron las totoras y camalotes y se construyeron tabiques para direccionar el recorrido de los efluentes industriales y cloacales que llegan a la laguna totalmente descontaminados. Los peces, nutrias, patos y gansos que habitan desde hace tiempo en el espejo de agua demuestran que el humedal cumple su función a la perfección. El ingeniero José María Realini, gerente de mantenimiento y cuidado ambiental de Bahco Argentina, explicó que el “wetland” no era la única opción para realizar el pulido de los efluentes. “Podíamos realizar un tratamiento de osmosis inversa que era lo más práctico, pero la universidad nos demostró que el humedal era tecnológicamente viable. Además desde el punto de vista de la gestión nos resultó interesante utilizar a la naturaleza como auditora”, señaló Realini. A las bondades mencionadas se debe agregar que el “wetland” reúne una serie de características que lo convierten en un buen sistema para el tratamiento de aguas residuales: es de fácil mantenimiento (limpieza de los fondos y extracción periódica de las plantas), no requiere que sea operado por mano de obra especializada y brinda la posibilidad de obtener subproductos con valor comercial a partir de la biomasa acuática.

Realizó un doctorado y disertó en Europa

María Alejandra Maine nació en Rafaela, es hija de Ilther José Maine y de Hilda Guntern de Maine. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Misericordia y los secundarios en la escuela Nacional de Comercio de Rafaela. Se recibió de licenciada en Química Orientación Analítica en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, donde posteriormente realizó un doctorado en el tema Dinámica del Fósforo en Sistemas Acuáticos del Valle de Inundación del Paraná Medio. Actualmente es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) y profesora de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL, donde dicta asignaturas de grado y de posgrado. Ha publicado numerosos trabajos científicos en revistas internacionales y ha presentado más de 70 trabajos en congresos. En los últimos años ha sido invitada a disertar en el 4th International Symposium on Phosphate in Sediments en Sevilla, España y en el 9th International Conference on Wetland Systems for Water Pollution Control, en Avignon, Francia. Ha dirigido tesistas, becarios, pasantes. Es directora de proyectos de investigación y de convenios de transferencia al medio, uno de los cuales dio como resultado esta patente que se transfirió a Bahco Argentina SA.

Unico

El desarrollo realizado por María Alejandra Maine, Noemí Suné, Hernán Hadad, Gabriela Sánchez, José María Realini y Mariano Meinardy fue presentando en un congreso en Francia como un caso único en el mundo de lo que se puede hacer en materia de tratamiento de efluentes con metales pesados. El humedal fue valorado por una empresa auditora extranjera.

Emilio Grande (h.)

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *