Peter Gabriel: el artista que unió a los músicos de todo el mundo

A los 59 años es uno de los grandes referentes de la escena musical. Cree que para entender al mundo hay que acoplarse al desarrollo tecnológico y apoyar el arte de las culturas milenarias.

Por Daniel Amiano

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Decir que es músico sería simplificar el personaje. Hace ya unos años que viaja a la NASA para estar al tanto de los últimos adelantos tecnológicos. También se reúne con científicos de todas las áreas, artistas y diseñadores para tratar de entender mejor el mundo que le toca vivir. Se interesa por la salud del planeta y pone la voz y la cara cuando se lucha contra la discriminación y cualquier otra violación a los derechos humanos. Fue nombrado Hombre de Paz por la misma gente que entrega el Premio Nobel. Se muestra tan interesado en los avances tecnológicos como en los rituales ancestrales de cualquier rincón del planeta. Mucho de esa cultura ignota lo descubrió Occidente gracias a Womad (World Of Music And Dance, los festivales de música y danza que creó en 1980) y a Real World (el sello por el que dio a conocer artistas y creaciones que revitalizaron la música popular de las últimas décadas). Le preocupa Africa y pide que se le preste más atención. Se negó a actuar en la última entrega de los Oscar porque no le daban tiempo suficiente para su presentación.

Este veloz repaso ayuda a entender por qué entre sus dos últimos trabajos de estudio pasaron diez años.

Desde Londres, la voz de Peter Gabriel suena serena, como para darse tiempo de hilvanar con sentido cada frase, cada concepto: “Espero que podamos encontrar otras maneras creativas de poder hacer música porque, después de todo, se trata de hacer música, y los sistemas han variado”.

Este tipo de sutilezas facilita la posibilidad de distinguir a un artista de un vendedor de hits, porque mientras la industria discográfica (músicos incluidos) se rasga las vestiduras y exhibe su impotencia ante el intercambio de música en la Red, Gabriel, a los 59 años recién cumplidos, genera nuevas maneras, en soportes actuales, para que el contacto entre el artista y el público siga teniendo sentido más allá del negocio.

Lo dice un hombre que estuvo varias veces al borde de la quiebra por alimentar su sueño, que a la vez dio cobijo a otros sueños. La primera quiebra fue en 1982, y sus ex compañeros de Genesis (banda que fundó con Tony Banks, Anthony Phillips y Mike Rutherford a mediados de los 60, y que luego estaría entre los 30 grupos de rock más vendedores de la historia) lo apoyaron con un concierto cuya recaudación ayudó a salvar Womad.

En poco más de 30 años de carrera solista realizó sólo siete álbumes de estudio, un número insuficiente para el negocio de la música pop. Sus ideas le aportaron entidad artística al videoclip. Realizó el primer CD-ROM de rock. Lanzó desde su sello el trabajo de decenas de músicos desconocidos. Sus giras son verdaderas performances donde se fusionan sensibilidad y tecnología.

Facilitó con su aporte económico el desarrollo de The Filter ( www.thefilter.com ), un sitio en el cual los músicos se conectan directamente con los consumidores de música, sin sellos intermediarios, y donde se ofrecen descargas, tanto gratuitas como pagas. En ese universo, por supuesto, caben de igual manera los artistas consagrados como los nombres más recientes de la escena mundial.

Da la sensación de que es un hombre que sólo tiene futuro.

-En la industria musical ocupás varios espacios: el de artista, el de generador y propulsor de nuevas tecnologías y el de promotor de fusiones que resultaron muy interesantes e influyentes, además de tu constante participación en defensa de los derechos humanos. ¿Cómo dividís el tiempo profesional entre todas estas actividades?

-No muy bien en realidad. Hace mucho tiempo que vengo combinando la actividad en derechos humanos y causas políticas con las iniciativas tecnológicas más la parte artística. Estuve trabajando en un proyecto que se llama Scratch My Back (“ráscame la espalda”, una broma inglesa en la que uno rasca la espalda de quien tiene delante y luego se invierten los roles) en el que yo interpreto canciones de otros y ellos, a su vez, tocan temas míos. Es muy interesante, y estoy tratando de hacerlo de una manera distinta de como solía trabajar antes.

-Fuiste uno de los primeros artistas que vislumbraron la revolución que hoy vivimos en la industria de la música. ¿Hacia dónde creés que va la relación entre el músico y el oyente?

-Creo que la relación entre ambos se está haciendo más cercana, lo cual me parece genial. Antes estábamos intermediados por las compañías discográficas, las de distribución y las grandes tiendas de discos. En este nuevo contexto te conocen mucho más íntimamente, conocen tu persona, tus gustos. Por ejemplo, me ha pasado de ir a una tienda de discos y que el vendedor me recomendara cosas porque sabía que podían llegar a gustarme, más que yo mismo; es un muy buen servicio. Por eso estoy tratando de hacer algo en ese sentido con thefilter.com , mi nuevo proyecto.

Por otro lado, la venta de discos ha perdido el peso que solía tener, porque mucha gente ya no compra música, pero al mismo tiempo uno encuentra a muchas personas a la que les gusta lo que hacés, sobre todo cuando tenés la oportunidad de conectarte directamente en los tours. En la época en que entré a la industria de la música tenías que vender cien mil copias para firmar con la compañía discográfica. Mejor dicho, la compañía tenía que saber que venderías esa cantidad para darte un contrato. Te doy un ejemplo de este tiempo: me pasó que The Incredible String Band vino a nuestro estudio con ciento veinte libras cada uno, y ese dinero les sirvió para volver al negocio. Hicieron los discos, las tapas, e instauraron un nuevo modelo de trabajo. Así que no necesitás otra cosa más que querer hacerlo, y pienso que es muy prometedor. Espero que podamos encontrar otras maneras creativas de hacer música, que pueda haber mucha experimentación, que haya colaboraciones entre nosotros, y ese tipo de cosas, porque después de todo se trata de hacer música, y los sistemas han variado.

-Hay muchos músicos temerosos de esta nueva situación.

-Sí, es muy difícil, pero ya ves que hay algunos que se atrevieron y les fue bien, como a Radiohead con su venta on-line . Creo que hay que aprovechar esta nueva relación que se puede dar con el público a través de Internet.

-A grandes rasgos, ¿de qué se trata el proyecto Mudda?

-Originalmente fue una idea que Brian Eno y yo propusimos hace algunos años para que los artistas pudieran tener más control sobre su música. Creemos que las compañías discográficas son necesarias para la industria, especialmente por los servicios que pueden brindar, como el marketing, la promoción y la distribución. Eso las compañías lo hacen bien, y por eso los músicos les pagamos por ese servicio. Pero ellas no pueden adueñarse del artista, no puede convertirlo en su propiedad, y eso es lo que el artista debe saber. Así que eso es lo que motivamos y promovemos: que los músicos puedan vender y dar a conocer su música directamente a sus fans. Por eso decidimos que fuera una unión de artistas magnificentes: eso es lo que significa la sigla. De todas formas, en este momento creo que estamos muy adelantados, porque nadie lo ha tomado muy en serio… Debemos organizarlo mejor. Debemos llevar una acción política en conjunto con otras propuestas similares que existen.

-Es también una buena manera de actuar contra la piratería.

-Bueno, creo que es una de las maneras. Tenemos otra vez el ejemplo de Radiohead. Pero también hay mucha gente que está dispuesta a pagar por tener un soporte material de su música; yo mismo lo estoy. Para eso se precisa la compañía discográfica. Creo que la gente necesita de distintos caminos para llegar a la música: caminos gratuitos, caminos pagos.

-Hace ya mucho tiempo se reconoce en vos a un artista comprometido con los derechos humanos y con causas que tienen que ver en forma directa con defender la vida del planeta; difícilmente hacés declaraciones políticas, pero la figura de Barack Obama fue recibida con optimismo, como una oportunidad para generar un cambio político global. ¿Creés que es una señal positiva para el resto del mundo?

-Eso espero. Es una gran oportunidad para Estados Unidos de reinventarse, y para que exista una conexión positiva con Europa y con el resto del mundo, especialmente con Africa. Que le den más importancia a Africa. Sabemos que Obama tiene orígenes americanos y africanos, y tiene familia inmediata en Africa, así que creo que eso puede ayudar a generar conciencia y un cambio.

-Volviendo a la música, ya nos acostumbramos a que te tomes tu tiempo para dar a conocer nuevos álbumes. ¿Trabajás en nuevas canciones? ¿Hay en vista un nuevo disco?

-Ahora estoy metido en Scratch My Back , y creo que podría estar para fin de año. Además, es posible que produzcamos algo con la última gira que hicimos por Europa.

-Desde siempre, tus espectáculos tienen un aporte visual que no sólo complementa las canciones, sino que da al espectáculo en sí un concepto. ¿Qué vamos a ver en Buenos Aires?

-No creo que haga esos grandes efectos en los que estoy en el aire y cosas así, pero han estado trabajando en importantes imágenes para el escenario y se están desarrollando diversas ideas. Hay efectos que están preparando en estas semanas, porque en realidad no estamos haciendo un tour este año, sino que tengo estas fechas en Sudamérica.

-Continuando con la idea anterior, ¿durante la composición armás un correlato visual o los videos vienen después?

-Las canciones que hago surgen de imágenes, así que siempre hay una idea visual. Pero cuando pensamos en los videos, en realidad para mí es importante la gente que trabaja conmigo. Estoy con gente muy buena, y la gente buena tiene ideas buenas. Son artistas muy seguros de su trabajo, muy abiertos, y trabajan muy unidos.

-¿Qué grupos nuevos despiertan tu interés?

-Dejame pensar… Bueno, la última banda que escuche fue U-Ka, en The Filter. También hay una banda que se llama Naturally Seven que me gusta mucho: hacen una fusión interesante. Y desde un punto de vista popular, Radiohead.

-Seguramente ocurre en todas partes del mundo, pero aquí, cuando se habla de Genesis, tu figura sigue involucrada. El año último se juntaron tus ex compañeros y tu nombre apareció varias veces como una posibilidad, pero finalmente declinaste involucrarte para esas presentaciones. ¿Lo harías más adelante? ¿Hay alguna posibilidad de ver aquella formación clásica ya para la historia del rock?

-Realmente no creo que eso suceda… Mmm… Es un compromiso muy grande. Además, tengo un sueño hecho realidad con mi banda. Un gran grupo de hombres y mujeres trabajando conmigo a los que quiero dedicar todo el tiempo que me demandan y quiero sentirme seguro de poder hacerlo: hay mucha gente trabajando en este equipo. Sé que hay muchos fans esperándonos y quiero asegurarme de dar lo mejor. No podría asegurar que nunca vaya a suceder, pero en este momento…

Por Daniel Amiano

Esta nota fue realizada con la colaboración de Maia Jastreblansky

Sí a la tecnología

Fue pionero en la distribución digital de música con OD2 antes de la llegada de iTunes.

Prioriza el intercambio con los fans a través de la Web. Una muestra: hace un tiempo propuso remixar Shock the Monkey (tema que apareció en 1982): recibió más de 700 nuevas mezclas a través de Internet.

En 2004 lanzó, junto con Brian Eno, Mudda (en español, algo así como Magnificente Unión de Artistas Descargados Digitalmente), cuya idea central es la de una cooperativa de músicos que ofrecen sus trabajos a través de la Red. Cada artista decide qué cosas ofrecer al público, en un marco que excede el de la industria tradicional, porque allí pueden hallarse demos, distintas tomas y mezclas diversas. La oferta se extiende al cine, los documentales, los videos y el arte digital en general.

Apoyó la aparición de The Filter, una nueva pieza de software libre diseñada como una guía musical en la Red. La idea es “filtrar” toda esa cantidad de música para obtener un servicio más personalizado, peer-to-peer , hacia el oyente. Por supuesto, todos estos proyectos están en pleno desarrollo y sin un horizonte quieto, porque la tecnología se mueve cada vez más rápido, y exige una readaptación constante.

Para ver en la Red: www.realworldrecords.com . Tiene los lanzamientos, videos, giras, festivales Womad y foros. El sitio del estudio es http://realworld.co.uk . Su página: www.petergabriel.com . Allí hay un link para asociarse al Full Moon Club, donde Gabriel habla de sus proyectos musicales, de su actividad en foros económicos, de sus encuentros con científicos que fusionan tecnología con entretenimiento y diseño, y lo cuelga en su web para los seguidores.

Sus obras en el cine La música de Peter Gabriel finalmente llegó a los Oscar este año: su canción para el film WALL-E estuvo nominada para los premios de la Academia. Sin embargo, sus mayores obras en este sentido constituyeron las bandas de sonido de tres películas que llegaron al formato de disco: Birdy (1984, dirigida por Alan Parker), Passion ( La última tentación de Cristo , de Martin Scorsese, 1989, su mejor trabajo) y Long Walk Home: Music from the Rabbit-Proof Fence ( Cerca de la libertad , de Phillip Noyce, 2002).

Gabriel imprescindible En CD

Selling England by The Pound (1973) Genesis en su esplendor. Música compleja, ejecuciones instrumentales notables y la voz de Peter Gabriel hilvanando historias fantásticas con una fuerte carga de dramatismo teatral. Una fábrica de clásicos: I Know What I Like (In Your Wardrobe), Firth of Fifth, The Cinema Show .

Peter Gabriel III (1979) Aquí, Gabriel sienta definitivamente su estilo: la combinación entre los instrumentos clásicos y los procesos sonoros que facilita la tecnología. Intruder, I Don?t remember, Games Without Frontiers, Biko , son una muestra de sus inquietudes estéticas.

So (1985) Sus colegas lo consideran uno de los discos fundamentales de la década. Aquí la fusión del rock y el pop con otras músicas del mundo ya es parte de su estilo, donde se suma además la originalidad y la calidad de los videclips desarrollados a partir de las canciones. Imposible no conocer Red Rain, Sledgehammer, Don?t Give Up, In your Eyes, Mercy Street, Big Time .

Up (2002) Su séptimo (y último, hasta ahora) álbum de estudio. En él demuestra su total fascinación por la tecnología, sin renunciar a la esencia de la canción. Los procesos sonoros de cada acorde son demoledores. Altamente recomendables: Darkness, Growing Up, The Barry Williams Show, More Than This, The Drop .

En DVD

Play. The Videos (2004) En este trabajo Gabriel recopila sus videos. Una sucesión imperdible de clásicos, rarezas y extras que demuestran por qué es una figura fundamental en el desarrollo del videoclip.

Secret World Live (1994) Grabado durante la presentación de Us , en Italia. Dos escenarios y una puesta en escena soberbia y altamente tecnológica para repasar viejos y nuevos clásicos, con una banda impactante.

Growing Up Live (2003) Recopila la primera parte de su última gira, donde presentó Up . Nuevas ideas, nueva estética y tecnología de punta. Una oportunidad para descubrir y redescubrir a un artista total.

Cuándo, dónde

Peter Gabriel llegará por tercera vez a la Argentina la semana próxima. Actuará el domingo 22, en el Estadio Vélez. Más datos: www.petergabriel.com ; www.topshow.com.ar ; www.movistar.com.ar

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