Pequeño Palermo: ¿será la carta de su defunción?

Es la casona más antigua de la ciudad construida en 1891. La única posibilidad para que no sea demolida es incluirla en el listado de inmuebles a preservar.

Por Emilio Grande (h.)

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El Pequeño Palermo Recreo de Italia está ubicado en Dante Alighieri 668 del barrio San Martín y constituye la casona más antigua de la ciudad, ya que fue construida en 1891 por Pablo Travaini. La extensión inicial era de 43,20 m x 200 m de fondo, que llegaba hasta avenida Suipacha. En ese terreno se construyó la Casa Redonda -también edificada por Travaini- demolida en 1956. El Pequeño Palermo cumplió una función social dentro de la Colonia al ser desde sus inicios un lugar donde se juntaban los inmigrantes italianos provenientes de la Región del Piemonte, como bar y sitio de reuniones bailables. Los testimonios orales le adjudican un valor de suma importancia debido a que fue el primer edificio del sector, en torno al cual se construyeron otros que dieron origen al barrio y en su honor se denominó “Recreo”. Los primeros datos del solar se remontan a la venta de las concesiones, efectuada por Guillermo Lehmann a Antonio Blangini el 14 de setiembre de 1883. Hasta la década del cuarenta se lo utilizó para bailar; luego, el bar siguió funcionando hasta mediados de la década de 1960. Actualmente, la casa tiene una forma irregular: 19,95 m de frente y 19,90 m en la parte de atrás, 34,20 m el sector norte y 34,58 la parte sur. Según el informe de la Comisión de Preservación y Defensa del Patrimonio Urbano, en 1999 el edificio ya corría peligro de derrumbe por lo que era necesario un apuntalamiento en el corto o mediano plazo para evitar consecuencias mayores (ver aparte). “La ciudad parece ignorarla, pero el barrio tiene conocimiento de la misma. Prueba de ello es la preocupación de los miembros de las distintas comisiones vecinales que han transitado desde 1990 hasta la fecha. El sector es habitado por gente mayor, aferrada a la historia de sus ancestros. Hasta que no sea demolida vamos a seguir peleando por el Pequeño Palermo Recreo de Italia”, había expresado Omar Luchini – fallecido este año- (11 de junio de 1997). La fachada presenta una organización neorenacentista: un basamento, un desarrollo con pilastras y fuertes líneas horizontales marcadas con cornisas que resuelven el coronamiento. Con un acceso principal bien definido por un arco de medio punto. Las gestiones de mantenimiento se habían iniciado en 1993 a través de la vecinal San Martín. El 1 de junio de 1998 se formó la Comisión de Preservación del Pequeño Palermo Recreo de Italia, integrada por representantes del Ejecutivo Municipal, del Concejo, de la Comisión Municipal de Turismo, profesionales e interesados en su defensa. “Se analiza el estado de las negociaciones y se llega a la conclusión de que la Municipalidad carece de interés en el inmueble histórico, ya que ha dejado de participar en las reuniones y no ofrece alternativas de compra o refacción en el caso de que la casa sea adquirida”, dice la documentación de aquel momento. Al no encontrar eco en las autoridades municipales -una propuesta era que el Municipio arreglara la fachada- y legislativas, el 1 de julio de 1999 se disolvió la citada comisión. Uno de los obstáculos fue el económico porque sus propietarios (los Palmucci) habían solicitado en su momento un valuación mayor a la opinión de arquitectos e inmobiliarias consultadas. Ante esta disyuntiva, una sugerencia del Cuqui Carena fue canjear el edificio de la vecinal San Martín -Dante Alighieri y Juan B. Justo- por el Pequeño Palermo, donde la comisión vecinal funcionaría en la casa más antigua de la ciudad, pero no hubo quórum en la Comisión vecinal. No hay verdadera conciencia de las autoridades públicas sobre el significado de la preservación de inmuebles históricos, recordando que el 17 de junio de 1999 se aprobó la ordenanza N° 3.236 que regula en esta materia, pero pasaron los años y el Pequeño Palermo nunca fue incluido. Si se mantuviera el lugar podrían funcionar actividades culturales (museo, teatro, cine, exposiciones, biblioteca) y comerciales (piano-bar, pub).

Emilio Grande (h.)

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 21 de noviembre de 2007.

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