Otra vez retenciones al campo

Nuevamente, el gobierno nacional metió la mano en el bolsillo de los productores al disponer un aumento de las retenciones de los lácteos que se exportan del 5 al 15%, no siendo el camino acertado para frenar el rebrote inflacionario. Recordemos que en marzo de 2002 el anterior gobierno de Duhalde había impuesto retenciones agrícolas que todavía se mantienen, cuyo objetivo fue para financiar los planes jefes de hogar, después del descalabro por la crisis socioeconómica de 2001. Y se habla que en el futuro se apliquen también a las exportaciones de carnes. Al respecto, la Sociedad Rural de Rafaela adhirió al duro comunicado de Carsfe titulado “Otro golpe al campo”, expresando que “si nuestros reclamos y razonamientos rebotan contra la muralla del electoralismo populista, aunque sean justos y legítimos, esperamos de los productores agropecuarios y de los hombres del interior la respuesta electoral que corresponda con la orientación del voto”. Esta advertencia está dirigida a los funcionarios nacionales y provinciales. Mientras el ministro de Economía Roberto Lavagna pidió la eliminación gradual de los subsidios agrícolas que aplican los países europeos, el mismo Lavagna fomenta el nuevo castigo a los productores lecheros que están saliendo de la crisis de los últimos años de bancarrota, sin crédito y con aumento de la presión fiscal. No menos nefasto fue la contradictoria posición del gobernador Jorge Obeid. Primero apoyó la postura de las entidades al estar en contra de la aplicación de retenciones a los lácteos y a las pocas horas se alineó políticamente con Kirchner, desoyendo y borrando con un plumazo los reclamos de los productores. ¿Cómo cuesta tener libertad política o será que llegada de fondos nacionales condicionan su gestión? Un ejemplo de esquivar el bulto lo protagonizó el mismo Obeid con el faltazo a la fiesta de la Bagna Cauda en Humberto I cuando su presencia estaba anunciada, pero las posibles críticas de empresarios, productores y periodistas lo hicieron cambiar de idea y faltó a la cita “por fuerza mayor”. En los últimos días, el gobernador Obeid realiza viajes maratónicos por distintos lugares de la provincia de Santa Fe, anunciando obras públicas, pero en esta ocasión como las “papas queman” prefirió mandar al ministro de la Producción. Ceretto se mostró confuso al admitir que las retenciones son una “medida desagradable” y no conforman a nadie. En el departamento Castellanos y otros lugares de la provincia falta infraestructura en los caminos, que están en mal estado, para sacar la producción lechera. Hace unos meses en Capilla Fassi algunos productores comentaron que varios tambos cerraron porque no hay caminos ripiados desde esa localidad hasta la ruta 34. ¿Será que las autoridades locales y provinciales solamente miran las obras que les reditúan votos electorales? ¿O tienen que pasar más de 50 años como la ruta 67-S que ahora se anunció la pavimentación entre Susana, Villa San José y Saguier? A decir verdad, la clase política sigue divorciada de la gente y con el paso del tiempo en vez de reconciliarse se profundiza el rechazo poblacional, generando un hartazgo tal que en la próxima elección de interna primaria, abierta y obligatoria estiman que concurrirá muy poca cantidad de votantes. ¿Los políticos y candidatos no se dan cuenta de esta crisis coyuntural?

Emilio Grande (h.)

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