Ocultamiento de los datos de la pobreza en la Argentina

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). En el país de la mentira que transitamos desde hace una decena de años, la “década ganada” para el kirchnerismo y la “década perdida” para la oposición, parece increíble pero es la triste realidad: el Gobierno oculta las cifras sobre la inflación y, últimamente, sobre la pobreza e indigencia. Al no contarse con datos oficiales y técnicos del INDEC sobre esta materia por decisión política desde hace unos años, hay que indagar otros organismos privados y especialistas en el tema. Como ejemplo de escasa transparencia gubernamental, el “nuevo” Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ocultó sorpresivamente el índice de pobreza e indigencia correspondiente al segundo semestre de 2013 que tenía previsto difundir hace unas semanas. Ni el Indec ni el Ministerio de Economía explicaron los motivos de la imprevista desaparición de estos datos oficiales, aunque las especulaciones de analistas y técnicos del Indec se enfocaban en subrayar la nula voluntad oficial para blanquear los datos verdaderos de la realidad social argentina. Para el economista jefe de FIEL, Juan Luis Bour, la línea de indigencia es de $ 2635 y la de pobreza de $ 4705, con un aumento de 42% y 40% a nivel interanual, respectivamente. Sobre la base de estos datos, Bour dijo que “suena sensato pensar que el nivel de pobreza se ubique entre el 20 y el 25 por ciento” de la población total del país. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuestionó el informe de la CTA oficialista que registró una pobreza del 17,8%, cuatro veces más que el 4,7% del INDEC. La CTA que conduce Hugo Yasky había advertido que la pobreza, con tendencia ascendente, alcanzó a 7,6 millones de personas durante el último trimestre de 2013 y la indigencia a 1,8 millón de personas (4,4%). Los índices de pobreza ya generaron polémica entre el Gobierno y otras entidades, como el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que situó la tasa de pobreza en el último trimestre de 2013 en 27,5%. Más allá de las discusiones por las cifras sobre la cantidad de pobres e indigentes, la realidad habla más que mil palabras sobre el mal “humor” social de la gente, especialmente con la inflación galopante -también negada en el país de Cristina- que socava los bolsillos de los trabajadores, especialmente de los que menos tienen. El subsidio es un remedio para las crisis económicas, pero nunca puede ser la solución frente al problema del desempleo porque el trabajo dignifica y posibilita que la persona se desarrolle integralmente.

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