“Necesito mis ahorros para seguir viviendo”

Así afirma Magdalena Lang, de 86 años. Trabajó hasta los 80 y los ahorros de toda una vida fueron a parar a la Mutual del Club Sportivo Ben Hur, pero le niegan la devolución de los fondos a pesar de su delicado estado de salud.

por Evangelina Schmit

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Magdalena Lang tiene 86 años, trabajó hasta los 80 y los ahorros de toda una vida fueron a parar a la Mutual del Club Sportivo Ben Hur, desde donde hoy le niegan la devolución de los mismos a pesar de su delicado estado de salud. Hoy tiene que tejer carpetas para poder subsistir y comprarse aquellos remedios que su salud le demanda. El desmanejo de fondos llevado a cabo por el Consejo Directivo de Ben Hur es la consecuencia directa de los padecimientos que hoy debe sufrir esta anciana que necesita sus ahorros “para seguir viviendo”. Sus problemas de salud son una constante, pero a pesar de esto la Mutual de Ben Hur le niega la posibilidad de disponer de su dinero. Magdalena Lang es una de las tantas ahorristas perjudicadas por el corralito financiero impuesto a finales de 2001 por la entidad mutualista de Rafaela. Después de la retención de depósitos vino la pesificación de las deudas, hecho por el cual la mujer ya perdió parte de sus ahorros ya que ella había depositado originariamente dólares. Aceptada la pesificación de sus ahorros, Magdalena cobraba durante todos los meses los intereses que le generaban sus depósitos y cada seis meses Ben Hur le entregaba “con cuentagotas” parte de su dinero. Esa entrega se cortó con el anuncio del último corralito financiero, por lo que esta ahorrista tuvo que detener sus tratamientos médicos como consecuencia de no disponer de sus depósitos. “Hace 15 años que soy ahorrista de la Mutual de Ben Hur, empecé cuando esta entidad todavía era chica. Nunca me atrasé en ninguna cuota societaria, hasta el día de hoy no tengo ningún pago atrasado y ahora me hacen esto”, dijo Magdalena entre bronca e indignación.

Una vida de trabajo

Magdalena Lang señaló que trabajó hasta los 80 años y como “quería tener una vejez digna para no morir en la calle o esperando en un hospital, de a poco fui depositando mi dinero en la medida que podía. Tenía depositado todo en dólares, pero después por una ley nacional me pesificaron mi dinero. Es decir, antes de esta medida me dejaron los ahorros en el corralito, una palabra que para mí es ofensiva, porque en un corralito se ponen a los animales no a los seres humanos”. Después de la pesificación Ben Hur comenzó a devolverle su dinero “con cuentagotas”. “Por eso todavía me queda mucho dinero ahí adentro. Por mes me pagaban los intereses, lo que me ayudaba bastante. Y mi dinero me lo daban cada seis meses, aunque me facilitaban muy poca plata”, explicó la ahorrista perjudicada en diálogo con CASTELLANOS. El documento para que Magdalena cobre todo el dinero que le quedaba depositado en Ben Hur vencía el 18 de julio, pero cuando se acercó a percibir lo que le correspondía le dijeron que no le darían nada y que tenía que esperar hasta el 22 de agosto, fecha en la que se realizará la Asamblea Extraordinaria. “Hasta cuándo voy a tener que seguir esperando. Tengo 86 años, no puedo esperar 5 años más, porque lo que pido es mío, me corresponde”, admitió la ahorrista. En tanto, Magdalena Lang agregó que en la Mutual le dijeron que no iban a darle nada, aunque le manifestaron que después del 22 tal vez comiéncen a otorgarle 200 pesos por mes. “Pero no puede ser que con 86 años tenga que renegar así. Además, no sé con qué van a salir el 22 de agosto. Yo no quiero que la Mutual cierre, pero sí necesito que me devuelvan mi dinero. Yo necesito mis ahorros para seguir viviendo, nada más que eso. Quiero lo mío”.

Sin dinero no hay tratamiento

Los problemas de columna que padece la ahorrista perjudicada por Ben Hur la obligan a realizarse un tratamiento durante seis meses, pero actualmente tuvo que interrumpirlo ya que no cuenta con el dinero para afrontar esos gastos. “Estoy castigada por todos lados, porque mi salud está muy frágil”. “Fui muchísimas veces a la Mutual y me piden miles de cosas como comprobante de que estoy enferma, todo para darme algo que me corresponde, que es mi dinero”, dijo Magdalena. Cuando la ahorrista fue a pedir su dinero por los problemas de salud que la aquejan, desde la entidad le dijeron que iban a devolverle sus ahorros si un médico constataba que la enfermedad era realmente grave. “Hay que estar mendigando y llevando miles de papeles para que te den tu dinero”. La hija de Magdalena, que se encontraba sentada a su lado y seguía atenta la conversación, expresó en este sentido que su madre tiene los huesos descalcificados, porque estuvo tres años esperando la devolución de su dinero y los nervios le provocaron una diarrea crónica. Los médicos no podían dar con una medicación que detenga la diarrea, por lo que Magdalena se deshidrató y eso afectó sus huesos. “Todo fue producto de los nervios. Además, noche por medio tenemos que llamar a los servicios de emergencia porque le sube la presión. Un día llegó a tener 24 de presión por los nervios que le provoca esta situación”, comentó la hija de la ahorrista. Magdalena apuró el mate, ya que tenía mucho más para decir. Con gesto cansado y la necesidad intacta de defender con todas sus fuerzas lo que le corresponde aseguró que “es realmente muy triste llegar a los 86 años en esta situación, es muy injusto. Me siento denigrada, defraudada, me quitaron todo, lo único que yo tenía. Estoy desesperada y esto me altera mucho, porque prácticamente me saquearon.

Zenklusen, un hombre “ocupado”

Magdalena ya se cansó de pedir audiencias para que el presidente de la Mutual de Ben Hur, Néstor Zenklusen, la atienda y le de una respuesta a sus pedidos; pero paradójicamente la ahorrista no le conoce la cara más que por fotos. “Nunca me atendió. Cada vez que llegaba el momento, el día y la hora de la audiencia la secretaria me decía que Zenklusen estaba en una reunión y no podía atenderme. No le conozco la cara a ese hombre. Jamás me recibió; la verdad es que no tiene corazón”. Por otro lado, la ahorrista se preguntó cuál fue el objetivo por el cual Ben Hur quiso progresar en tan poco tiempo. “Todo lo que hicieron lo realizaron a costillas nuestras, porque nadie sabe a dónde está nuestro dinero”. Asimismo, la ahorrista comentó que como socia no conoce nada sobre el movimiento económico de Ben Hur, ya que nunca tuvo acceso a los resultados financieros de la entidad. Nadie nos informa nada sobre la Mutual, ignoramos por completo el movimiento que hay allí adentro. Nosotros queremos saber, pero no hay respuestas de ningún tipo”, aseguró Magdalena Lang.

Fuente: diario Castellanos, Rafaela, 16 de agosto de 2005.

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