Muchas preguntas a las que no le encuentro respuesta

Por Alicia Riberi.- Estamos transitando tiempos difíciles y conflictivos y no hay respuestas coherentes para muchas preguntas. Nos están anunciando que tendremos que soportar tiempos muy arduos, económicamente hablando. Cada día hay más personas que pasan  pidiendo ayuda para comer y duele…duele ver la  indigencia, la limitación para muchos en cuento a  la salud, a jubilados que con lo que cobran deben comer una vez al día y me pregunto si podrán pagar los servicios y medicamentos y cuesta ignorar estas cosas, no se puede ser indiferente al dolor.

En cuanto a la educación, no podemos regatear,  porque aprender a leer, a escribir correctamente, a interpretar un texto, a resolver cálculos que son fundamentales para administrarnos, a conocer cuál es la alimentación adecuada, cuál es la historia que sustenta  nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro…todo esto es prioritario. Cada uno tiene derecho a forjarse un futuro y elegirlo y  hoy parecería que es privativo de algunos. La educación ante todo y sobre todo debe inculcar la libertad para pensar y de  ninguna manipular el pensamiento.

Una justicia ideologizada, que no busca la verdad, que se guía por relatos y condena personas  sin pruebas, destruyendo familias enteras. No se respetan los derechos ni la Constitución que siempre rigió los parámetros básicos para impartir una justicia  imparcial. Hoy un juez dice en una audiencia: la mujer no miente y yo me pregunto ¿qué mujer? ¿la que consideran víctima desde el momento uno  por solo un relato? ¿Y las mujeres que no comparten y tienen  pruebas para refutar el relato de las denunciantes, sí son mentirosas?

También hoy toman la Cámara Gesell a la ligera, pero los que conocemos sobre ese tema y los peritos muy probos, formados con un currículum muy amplio no comparten lo que se está  haciendo y tampoco escuchan. Cámara Gesell en adultas que no son discapacitadas es inaudito y encima salen de las audiencias riéndose del imputado. Lo que es más terrible pagan por las denuncias de género…¿es que acaso buscan que prosperen? No podemos negar que hay una gran caja que apoya todo esta ideología y los asesinos y narcotraficantes tienen menos condena que  los delitos de género que solo se sustentan con un relato. La población despertó y ya sabe que esto sucede. Se preparan  escraches para personas denunciadas, sin haberse comprobado su culpabilidad. Degradan las denunciantes a imputados y su familia sin medir las consecuencias. ¿Es que hay  justicia para algunos y para otros no?

¿Los jueces piensan que cuando se equivocan condenan a niños y a familias enteras? ¿Qué mucha gente pierde el sustento injustamente? Ustedes señores jueces cobran altos sueldos y la población merece que sean exhaustivos a la hora de valorar pruebas y muy responsables y prudentes a la hora de condenar o dictar eternas prisiones preventivas. Ustedes tienen familia  y…  que pensarían si con sus hijos obraran igual. Dios es justo y antes o después cada uno recoge lo que siembra. Nadie se va de este mundo sin dar cuenta de sus actos.

Nunca utilicé el poder para lastimar a los demás, siempre traté de hacerlo para construir y me  siento orgullosa de ello. No solo se es injusto por acción sino por omisión.

Es el momento de elegir hacia  donde queremos ir y de que lado estamos: del bien o del mal.

Todos los que tienen poder no tienen excusa para hacer las cosas mal y todo el pueblo está mirando y atento. La gente está muy vulnerable, irritable y tiene motivos. No hay que jugar con el pueblo, hay que defenderlo, ya no hay paciencia, estamos frente a  una sociedad exacerbada y no se debe tensar la soga.

Gracias Señor,  por abrir mi corazón y permitirme amar de nuevo. No soy nada sin Ti y contigo  lo soy todo. Me entrego por completo a Ti, Señor, que se haga siempre tu voluntad en mi vida. Sigo caminando tus huellas… esto lo dijo Immaculée Ilibagiza, sobreviviente del holocausto en Ruanda en el libro “Sobrevivir para contarlo”. Yo me sumo a sus sentimientos, si elegimos el lado bueno, siempre habrá oportunidades.

Se terminó el tiempo de mirar para  otro lado.

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