Mensaje de Pascua de monseñor José Arancedo

El arzobispo de Santa Fe también habla sobre “las circunstancias de dolor e incertidumbre que estamos viviendo por las inundaciones”.

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Nos acercamos a la celebración de la Pascua, el acontecimiento mayor de la vida cristiana, porque en ella contemplamos a Jesucristo en el momento culmen de su vida. El, el Hijo de Dios, ha venido para buscar al hombre y caminar junto a él. Para esto he venido nos diría, para ser “el camino la verdad y la vida”, de cada uno de nosotros, de cada hombre. En la Pascua celebramos el triunfo de Jesucristo, que se convierte en nuestro triunfo, por ello nos alegramos. El se hizo hombre para que el hombre encuentre el camino de la Vida Nueva, para la cual Dios nos ha creado. Qué significa esta Vida Nueva?, es el triunfo definitivo sobre el pecado, la muerte y el odio. Por ello desde la Pascua es posible pensar en un mundo nuevo, donde reine la verdad, la justicia y el amor. Esto no es una utopía sin raíces, o un mero deseo de que las cosas cambien, sino una posibilidad real, porque Jesucristo con su muerte y resurrección ha inaugurado este mundo nuevo. Esto vamos a celebrar y a esto los invito. Aquí se encuentra la fuente y la fortaleza de la vida y la esperanza cristiana. No puede dejar de pensar en esta Pascua, desde aquí, desde Santa Fe, las circunstancias de dolor e incertidumbre que estamos viviendo por las inundaciones. Conozco las dificultades de mi ciudad, pero también de la provincia donde se ha visto comprometida su capacidad productiva. He visto rostros de dolor e impotencia. He visto actos de grandeza pero también, porque no decirlo, la pequeñez del aprovechamiento o del abuso. Les he pedido desde el primer momento gestos de presencia y solidaridad para acompañar al hermano que sufre. Deseo agradecer lo mucho que se ha hecho, pero la emergencia continúa, por ello la presencia y la solidaridad deben continuar. El regreso a sus hogares y a sus casas, como el esfuerzo para reiniciar las tareas de trabajo y producción no va a ser fácil, esto requiere de una presencia clara y comprometida de quienes tienen la responsabilidad política del bien común. Por esto, Señor, quiero elevarte como Obispo una oración por esta Santa Fe tan probada en el dolor de tus hijos. Te pido sabiduría en sus gobernantes y dirigentes para que sepan responder con prontitud en la emergencia y orientar el camino del futuro, que debe ser hoy. Te pido fortaleza para todos aquellos que han padecido en carne propia y se encuentran con la incertidumbre del mañana. Te pido que sostengas la solidaridad de todos, que es la mayor riqueza de una comunidad, para acompañar este lento camino del regreso y la reconstrucción. Que sepamos superar en el marco de la justicia, todo enfrentamiento y violencia que nos debilita. Te pido, Señor, que de esta crisis dolorosa surga una nueva Santa Fe, que sea la casa grande de todos, sin excluídos, y en la cual todos nos sintamos hermanos y ciudadanos, con sus derechos y obligaciones. Les deseo una feliz celebración de la Pascua y les hago llegar, junto a mi afecto y oraciones, mi bendición de Padre y Obispo.

Mons. José María Arancedo Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

Este texto corresponde al Micro Radial que se emite por LT9 (AM 1150) los sábados a las 13:00hs.

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